El gran arquitecto de las telas, o de la moda, como se podría definir a Modesto, de , sigue estudiando y profundizando en diseñar prendas con compás, escuadra y cartabón. Algo que sigue dándole resultado. Pero no solo la arquitectura es la fuente de la que emana su inspiración, también de Oriente, especialmente de la cultura japonesa , a la que admira.
En paños de lana y alpaca, crepes y 3D, un material, este último, en el que por primera vez introducía transparencias, ha ido jugando con las formas, tanto en las caderas, pero especialmente en las mangas. Confeccionando abrigos de manga jamón, pero que se confundían, en alguna ocasión con capas. Todo en extremo, en el largo, en el ancho, en los bolsillos. Vestidos muy armados y trajes chaquetas de pata de elefante.
Pero no solo ha jugado con las formas, los colores han ido introduciéndose en pasarela de forma lenta y pausada: del negro, al rojo, al blanco, verde, azul marino y a los colores ocres. Todo reflexivo, como es el diseñador, sin estridencias en las combinaciones.
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