La Semana Santa más tranquila

Una Semana Santa tranquila, a la espera de la gran revolución que se producirá, si así lo quieren los hermanos mayores, a partir del próximo mes de junio, que será cuando los cofrades que integran el pleno de la Unión de Hermandades decidan qué Semana Santa quieren para los próximos años. La que ahora hay, aprobada en pleno también, ha resultado a todas luces injusta e insolidaria con muchas corporaciones, que han visto ampliados de manera alarmantes sus horarios o sus itinerarios, circunstancia que se quiere corregir desde ya en el Consejo que dirige Pedro Pérez. De hecho, el equipo de dirigentes que lidera este joven cofrade ya quiso proponer una modificación de la Carrera Oficial, que llevaba a las cofradías a coger por el Alcázar para llegar así a la Catedral, posibilitando el regreso de muchas corporaciones por la Asunción de manera directa. Esta posibilidad sin embargo no llegó siquiera a debatirse en el Pleno de hermanos mayores, que prefirieron mantener este año la Carrera Oficial tal y como estaba para hacer un estudio riguroso a partir de que el Resucitado ponga el broche de oro a la Semana Mayor cuando se recoja en la Santa Iglesia Catedral el próximo Domingo de Resurrección.

Pues con estas claves es sencillo de comprender que las hermandades, salvo algunas peticiones de última hora, han decidido mantener casi inalterados sus respectivos horarios e itinerarios, sin duda las grandes novedades de otros años. Solo tres hermandades han hecho ruido con peticiones, cuanto menos, llamativas. Por un lado, la hermandad de la Coronación solicitó que se adelantara en media hora el horario de todo el Domingo de Ramos, ya que consideraba que se recogía en la capilla de los Desamparados demasiado tarde, petición que fue denegada aunque la hermandad llegó a plantear incluso un cambio de sitio en el día con la hermandad del Perdón o del Transporte.

Cambios sin consenso

Otra de las hermandades que solicitó un cambio que no se tuvo en cuenta fue la hermandad del Cristo de la Expiración, que intentó hasta el último momento pasar por Carpintería Baja de recogida para no esperar en la plaza de la Asunción a que pasara el palio de la Piedad, una petición a la que se negó con rotundidad la cofradía que va detrás del Valle, la Soledad. Y otra de las hermandades que apuntó alto a la hora de solicitar cambios fue la del Prendimiento, que sopesó la idea de coger de ida por calle Nueva y pasar así por delante de la casa de Moraíto, devoto del Prendimiento y recientemente fallecido.

Estas fueron las tres grandes peticiones que recibió el Consejo, y que han quedado archivadas, al menos, un año más, hasta que ahora en junio se estudie la nueva Carrera Oficial. Estas negativas abren paso a los estrenos y restauraciones como grandes novedades de la Semana Santa, ya que incluso en temas musicales o de costaleros ha habido pocas novedades este año, con honrosas excepciones. Será por tanto el año de la Estrella, que estrena nuevo manto, o el del Desconsuelo, que saldrá con el manto liso por la restauración de Paleteiro del manto. Será el año de la Amargura, con una portentosa saya obra de Fernández y Enríquez, o de las Angustias, que ha entregado su confianza a Jesús Rosado para restaurar el manto y el pendón de los Siete Cuchillos. Será el año de las Tres Caídas o del Desamparo, recientemente restaurados... Será una Semana Santa tranquila, al fin...