El Salón de Plenos no permite el acceso a las bancas de una persona en silla de ruedas. :: LA VOZ
EL PUERTO

El Salón de Plenos del Ayuntamiento de Peral no es accesible para discapacitados

El edificio, recién remodelado, se acoge a una normativa anterior, menos restrictiva con las condiciones para permitir la movilidad

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Las personas con movilidad reducida o discapacidad que sean elegidas por el pueblo para representarle como concejal en el Ayuntamiento lo tendrán difícil para acceder a su Salón de Plenos de la plaza Peral. Este espacio no es accesible para una persona que se desplace en silla de ruedas, por el escalón que separa en altura el suelo de las bancas de escaños. La asociación de discapacitados La Gaviota, que se ofreció al Gobierno local para asesorar a los encargados del proyecto y subsanar los errores a tiempo, indicó que la licencia de obras data de 2005 y por tanto se rige por el decreto 72/ 1992, que es menos restrictivo en materia de accesibilidad que el actual.

El presidente del colectivo, Manuel Astorga, consideró que lo sucedido con este espacio es un claro ejemplo de un error en el diseño, al olvidar el concepto de 'ciudad para todos' o 'diseño Universal'. «Y es que además de eliminar las barreras urbanísticas, debemos eliminar las mentales que impiden pensar que una persona con movilidad reducida, pueda ser alcalde, concejal o representante de algún partido político de su localidad. Es cuanto menos llamativo que el Salón de Plenos, donde reside la soberanía del pueblo, no es accesible para la participación como político de una persona en silla de ruedas». Astorga, explicó que a pesar de los ofrecimientos por parte de La Gaviota para subsanar los posibles fallos en materia de accesibilidad antes de la recepción de la obra, ésta ya está entregada al Ayuntamiento.

Cabe destacar que la remodelación concluyó recientemente y que en seis meses este inmueble acogerá varias dependencias de Economía y Medio Ambiente, además de los grupos municipales de los partidos políticos, un salón de actos, etc. «Las modificaciones para hacer el edificio accesible, que durante la obra hubiera sido fácil de ejecutar, ahora se tornan difíciles una vez finalizada la obra. Y supondría un gasto que se podría haber evitado si hubieran contado con nosotros».

Con menos aforo

Pero esta sala, que por cierto es más pequeña y con menos aforo para la participación ciudadana que la de la plaza del Polvorista, no es el único problema de movilidad que presenta el edificio.

En primer lugar, la entrada principal, que se encuentra en un lateral del edificio, presenta dos puertas con dos hojas cada una. Esto implica que ambas tendrán que estar abiertas para cumplir lo marcado por el decreto, ya que se exige un hueco de paso libre de ochenta centímetros. Una sola hoja abierta supone un espacio de setenta y un centímetros, con lo que si las puertas están cerradas no podrá acceder una persona en silla de ruedas de forma autónoma. En este sentido, podría utilizarse como alternativa la entrada por Jesús Cautivo, pero la pronunciada pendiente inicial y las pendientes de las rampas posteriores lo desaconsejan.

Ambas incumplen no el decreto actual, sino el de 1992, que establece como máximo un 8% de pendiente. Además no cuentan con pavimento antideslizante y carecen de doble barandilla a 70 y 95 centímetros. Por último la puerta de acceso al zaguán de gran peso prácticamente imposibilita su apertura por una persona en silla de ruedas.

En cuanto a la rampa de casi once metros justo en frente de la entrada principal realizada para salvar los desniveles de los dos edificios, también incumple la normativa. Por ejemplo, carece de pavimento antideslizante, y lateralmente no está cerrada por ninguna barandilla o muro. Esta rampa se complementa con otra más pequeña de casi el 14% -cuando la norma marca el 12%- que tampoco cuenta con suelo antideslizante. En esta planta, donde se ubican los despachos de los distintos grupos políticos y el cuarto de baño -que paradójicamente sí está adaptado para personas con discapacidad- ninguna de las puertas de entrada cumplen la normativa. Por último, el mostrador, aunque presenta una altura adecuada, no permite que una persona en silla de ruedas pueda acercarse porque no existe un hueco libre en la parte inferior.

La ausencia de colaboración entre el Ayuntamiento y La Gaviota con este proyecto ha sido una excepción en la línea que se viene manteniendo desde que se conformó el Consejo Municipal de Accesibilidad, formado por los distintos grupos políticos y este colectivo. Coordinado por el anterior edil de Mantenimiento Urbano, Alfonso Candón, el consejo trabajó durante la anterior legislatura en un buen clima de cooperación y fruto de ello fue, por ejemplo, la aplicación de la normativa en el arreglo de numerosas calles.