SAN FERNANDO

Una marroquí recibe una paliza de su esposo por no querer ponerse el velo

El hombre, que regenta una tienda en La Isla, fue detenido por la Policía y la víctima fue trasladada al hospital con heridas en el rostro

CÁDIZ. Actualizado: Guardar
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Una mujer marroquí, vecina de San Fernando, recibió una paliza a manos de su marido porque según reconoció a la Policía al formular la denuncia se había negado a vestir el velo (hiyab) que utilizan las mujeres musulmanas, que comulgan con esta tradición islámica. Ella acabó en el hospital y él en los calabozos de la Comisaría de San Fernando, según confirmaron ayer fuentes policiales a este medio.

La detención se produjo el lunes cuando la mujer estaba siendo atendida en el hospital Puerta del Mar por heridas de consideración en el rostro. Presentaba varias contusiones y traumatismos como el desvío del tabique nasal y lesiones en la mandíbula. La mujer aseguró que las heridas se las había provocado el marido en el transcurso de una pelea ocurrida en el domicilio familiar donde fue arrestado su pareja. El detonante, según la versión que ofreció a los agentes, es su negativa a cubrirse la cabeza con el hiyab. Esta prenda, para determinados sectores de la religión musulmana, es de obligado cumplimiento en el vestir para las mujeres como símbolo de moralidad y decoro. Pero también ha sido elemento de controversia en las sociedades occidentales donde se hacen otras lecturas de esta prenda como sinónimo del sometimiento de la mujer. Las polémicas se cuentan a puñados a cuenta del velo.

A disposición judicial

En este caso, según la víctima de este caso de violencia de género, su decisión de no vestir el hiyab le valió una paliza. Su esposo, también de origen marroquí, fue detenido el pasado lunes e ingresó en los calabozos de la Comisaría donde pasó la noche del lunes al martes hasta que ayer fue puesto a disposición judicial. Al cierre de esta edición se desconocía qué medida provisional había acordado el juez tras tomarle declaración.

Apenas han trascendido datos identificativos sobre el agresor, salvo que regenta una tienda de 'todo a cien' en San Fernando. La víctima se encuentra fuera de peligro, ya que las lesiones si bien eran aparatosas no entrañaban peligro para su vida.

El hiyab llevó al anterior Gobierno central a plantearse regular su uso en un proyecto de ley de libertad religiosa que al final quedó aparcado. La intención inicial, manifestada por el anterior ministro de Justicia, Francisco Caamaño, era prohibir vestir prendas rituales en espacios públicos. Una medida que se anunció, pero que no se aprobó finalmente, en respuesta a los conflictos que se habían suscitado en centros educativos donde los consejos escolares habían vetado el uso del velo a las alumnas de religión musulmana que lo llevaban en clase.