El fundador de Piaget con su mujer y su hijo Jacques, padre de la modelo y actriz Cristina Piaget. :: IMÁGENES DEL ARCHIVO FAMILIAR
Jerez

Relojeros y joyeros de prestigio

Industriales del acero y gemólogos, esta gran familia recaló en Jerez a fines del siglo XIX

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Industriales del acero, la relojería, gemólogos, joyeros y de las queserías suizas. Los Piaget son una gran familia que recalaron en nuestra ciudad a finales del siglo XIX, concretamente en el año 1884. Desde su Suiza natal hacían incursiones al sur de Europa tal si fueran los viajeros románticos de aquella época.

Dado el atractivo que le suscitaban los tipismos, la climatología, los vinos y la gastronomía, estos descendientes de judíos traían una razón añadida: los negocios. Al llegar a Jerez encontraron un pueblo yermo en ese sentido, porque, amén de la industria vinatera en la que destacaban los grandes cascos bodegueros, el resto carecía de las infraestructuras propias de una ciudad en desarrollo, que aspiraba a un porvenir mejor. De aquel primer viaje a Jerez y la provincia, los Piaget se marcharon sin hacer gestión alguna, no obstante se llevaron la impresión de su indudable potencial y prometedor futuro.

Después de aquellos viajes al sur de España y a su paso por Jerez en dirección a nuestras costas y playas -por entonces vírgenes- el primer miembro de la familia que decidió dar el paso de montar un negocio en nuestra ciudad fue Enrique Piaget, quien, como decimos, en 1884 instaló una relojería en plena calle Larga a la que puso el nombre de Relojería Suiza. Este prestigioso relojero fue también el que con maquinaria suiza montó el emblemático reloj del Gallo Azul.

Casado con Berta Pelletier, Enrique Piaget tuvo cuatro hijos: Luisa, Roberto, Margot y Enrique. Con el paso del tiempo, debido a sus múltiples viajes de negocios, la tienda de Jerez fue siendo regentada por sus hijos. Razón por la cual quiso que su hijo Roberto Piaget, al parecer el de mayores cualidades, se marchara a Suiza a especializarse en cronometría y joyería, por lo que lo matriculó en las facultades que con ese fin se encuentran abiertas en dicho país y de la que salen relojeros titulados para todo el mundo, así como también gemólogos.

A su regreso a España, ya maestro relojero y especializado en piedras preciosas, decidió que Jerez no era la ciudad idónea para residir, ya que quería dedicarse al negocio de las piedras, por lo que para la expansión de este negocio era mejor la capital, ya que desde Madrid viajaba constantemente a países como Holanda y Bélgica en cuyos mercados internacionales se efectuaban las más importantes transacciones y donde se realizaban las tallas de las piedras preciosas que comercializaba.

Aunque residía en Madrid, desde donde controlaba mejor los negocios a nivel nacional, seguía llevando la dirección de la relojería de Jerez, a cuyo frente había puesto a su hermana Luisa Piaget Pelletier. Pasados los años y, aunque ésta era la gerente y la que atendía el negocio de la calle Larga, en la mente de Roberto Piaget existía la preocupación de que, debido a que su hermana tenía novio y lo normal era que con el tiempo se casaría, era necesario encontrar para Jerez un hombre especial, un joyero y relojero con conocimientos que fuera capaz de coger las riendas del negocio, al que estaría dispuesto a cederle un número de acciones formando sociedad con él; era obvio, que para poner la empresa en sus manos tendría que ser un hombre especial, que como socio comercial fuera capaz de coger la gerencia y llevar a buen puerto la tienda de Jerez.

Nadal

Una vez tomada la decisión, durante los muchos viajes de negocios que hacía por las principales joyerías y relojerías de España, fue barajando la posibilidad de ofrecérselo a varios empleados y dependientes de estos conocidos comercios, decidiéndose al final por José Nadal Peramo, excelente profesional de una joyería granadina llamada La Purísima, a quien le propuso venirse a Jerez como gerente de su negocio, ofreciéndole formar parte de la sociedad y titulando la tienda como Piaget y Nadal.

José Nadal consideró que era la oportunidad de su vida, por lo que no se lo pensó dos veces, aceptó la oferta y en el año 1945 se vino para Jerez con toda su familia. Ni que decir tiene que la emblemática tienda dejó de llamarse Relojería Suiza para mostrar en su fachada el rotulo de Piaget y Nadal. Aunque la gestión comercial corría a cargo de José Nadal, la dirección empresarial era de Roberto Piaget, quien desde Madrid y Suiza proveía a la tienda de las innovaciones, últimas tendencias y modernos diseños de la joyería y relojería mundial.

Entre tanto, su hermana Luisa Piaget se casaba con un fabricante de harinas, el jerezano Manuel Lorente Roldán, por lo que, aunque formaba parte del accionariado, fue dejando la gestión de la tienda en la seguridad de las manos de su nuevo socio José Nadal.

Roberto Piaget Pelletier, el fundador de esta nueva etapa, casó con la francesa Teresa Ducorroi, con la que tuvo un hijo, Jacques Piaget, también joyero y actor de cine, quien fuera el padre de la conocida modelo y actual actriz Cristina Piaget.

Raíces

Se puede decir, pues, que esta familia de joyeros y relojeros suizos tenía predestinado emigrar a España y echar raíces en Jerez y, aunque algunos de sus miembros tuvieron que dejar nuestra ciudad por razones de salud, ya que nuestro clima de excesiva humedad les provocaba enfermedades en el aparato respiratorio. Algunos de sus miembros viajaban a Jerez en épocas estivales, pasando sus vacaciones entre nosotros e incluso quedándose para siempre, tal fue el caso de la Abuela Berta Pelletier, quien fijó su residencia en Jerez, concretamente en la céntrica calle Cerrón, la que viera casarse a su hija Luisa y tuviera la satisfacción de ver crecer a sus nietos jerezanos: los Lorente Piaget. Eligiendo también nuestra ciudad para su descanso eterno.

Aunque con el paso de los años la tienda de Piaget y Nadal ha experimentado varias transformaciones y remodelaciones, tanto en su estética como en su aspecto comercial y en el accionariado, su éxito ha sido constante; siendo el comercio que ha exhibido las más prestigiosas marcas mundiales de relojería, platería y joyería durante el siglo de permanencia que lleva ubicada en mismo y céntrico lugar de la calle Larga. Contribuyendo a ello la excelente gestión de José Nadal Peramo, quien, debido a sus características personales, conectó con la sociedad jerezana que acudía a comprar a la tienda, a los que les aconsejaba sobre la adquisición de relojes suizos, y sobre cómo debían invertir en joyas y piedras preciosas.

Referente

Como decimos, debido a las famosas marcas que representaban y al prestigio que estas dos familias les han conferido, Piaget y Nadal siempre ha sido un referente en la ciudad de Jerez, donde han efectuado sus compras las grandes empresas y también familias jerezanas, encargando y adquiriendo en ella los regalos de bodas, pulseras de pedidas y además sortijas de compromiso.

También recordamos cómo en sus grandes y bien iluminados escaparates eran expuestos los trofeos de las empresas patrocinadoras, bodegas y Ayuntamiento, que a tal efecto compraban para las diferentes competiciones que se llevaban a cabo en Jerez: concursos ecuestres, raids hípicos, tiros de pichón, trofeos de la vendimia, etcétera.

En la actualidad y tras una nueva reestructuración que se ha llevado a cabo, este emblemático comercio jerezano ha vuelto a tener otro acertado cambio de imagen, en cuyo frente y dirección se encuentra la distinguida señora Aurelia Romero, cuyo buen gusto ha trascendido al negocio, en el que se expone una notable diversidad de marcas clásicas y también otras innovadoras, que han ampliado y hecho más interesante la oferta de la misma.

De hecho, ha conseguido que la joyería Piaget y Nadal continúe en primera línea, tal la soñaron éstas dos interesantes familias fundadoras.