Los hijos de Ruiz-Mateos tachan de falsas las acusaciones de su exletrado

La familia Ruiz-Mateos Rivero tachó ayer de «absolutamente falsas todas y cada una de las manifestaciones» hechas por el exabogado de la familia durante 27 años, Joaquín Yvancos, que el pasado 11 de enero presentó una querella contra ellos en representación de un grupo de inversores, y que no se ha amilanado a la hora de dar su opinión sobre las actuaciones del empresario jerezano.

La familia quiso enviar un comunicado a los medios de comunicación ante lo que consideran «calumnias y falsedades», y en el texto dicen que confían en que la Justicia pueda actuar «de forma inmediata» y adoptar medidas cautelares para evitar «futuras y disparatadas manifestaciones de Yvancos».

En su escrito, los Ruiz-Mateos subrayan que la unión de toda la familia «es total y absoluta», hecho del que afirman sentirse «enormemente orgullosos».

La familia lamenta «profundamente» la actitud de la persona a la que confió durante 27 años la responsabilidad jurídica de todo el grupo de empresas.

Ante esta situación, insisten en que no han tenido «más opción que acudir a los tribunales» para defenderse, y que han interpuesto varias querellas por presuntos delitos de «calumnias, difamación, injurias, manipulación de información, amenazas, chantajes y extorsión».

También han presentado una denuncia ante el colegio de Abogados, por «faltar gravemente contra el código deontológico de la abogacía», según han recordado.

Hay que recordar que el exabogado de los Ruiz-Mateos, en representación de un grupo de inversores, presentó esta semana una querella contra siete de los hermanos Ruiz-Mateos y los nuevos propietarios de Nueva Rumasa, entre otros, para los que pide prisión provisional eludible con fianza de 290 millones.

La querella se dirige contra los hermanos José María, Zoilo, Alfonso, Francisco Javier, Álvaro, Pablo y Rocío Ruiz-Mateos Rivero, el esposo de ésta, Luis Ojeda, y Alfonso Barón Rivero (primo de los Ruiz-Mateos), así como contra el nuevo propietario de Nueva Rumasa, el dueño de Back in Business, Ángel de Cabo, y sus colaboradores Iván Losada y Fernando Lavernia.

Los presuntos delitos de los que les acusa son estafa, apropiación indebida, delitos contra los intereses de los consumidores, insolvencia punible, contables, administración desleal, alzamiento de bienes y falsificación en documento mercantil. También refleja que Nueva Rumasa donó 16 millones de euros a varias órdenes religiosas del dinero que depositaron los inversores de pagarés y que desvió a un banco extranjero ubicado en Suiza parte del dinero captado.

Y por si esto fuera poco, el exabogado aseguró ayer que el patriarca le ha confesado que prefiere ver a sus seis hijos varones en los que delegó sus compañías «en la cárcel» antes que quedar ante la opinión pública como un «estafador».

Yvancos reconoció ayer que ha iniciado una querella contra los seis vástagos «por expreso deseo» de su padre y con el fin de recuperar el dinero que, según asegura, han llevado a cuentas en Suiza para pagar a «todos los pasivistas».

«Para él lo más duro, y me lo sigue diciendo, es que la gente pueda catalogarlo como un estafador. Ha luchado durante 25 años para recuperar una imagen y que acabe quedando como un estafador le quita el sueño. Sus palabras textuales fueron: 'Por favor, si tienes que meter a mis seis hijos en la cárcel, los metes, pero que yo no quede como un estafador'», relató.

Yvancos sostiene que la deuda del grupo a los acreedores podría ascender a más de «dos mil millones de euros de pasivos» y, aunque apuntó que actualmente no contaría con capital para liquidar toda la deuda, «solo con lo que hay en Suiza tienen para cobrar todos».

«Me llegó a confesar que el mayor error de su vida fue el día en que puso a sus seis hijos por encima de sus ejecutivos», recordó.