Los gaditanos se lanzan en masa a las rebajas

Fantástica mañana de sol y de rebajas. Los comercios gaditanos amanecieron ayer a punto para el día de mayor concentración de clientes de todo el año. Después de una temporada de invierno a la que no ha acompañado el frío y una desastrosa campaña de Navidad, los establecimientos tienen todas las esperanzas puestas en este periodo de descuentos para darle salida a los productos. Desde el principio han apostado por bajar los precios todo lo posible para convencer al cliente.

La difícil situación económica mantiene el consumo a raya y flaco favor ha hecho el Gobierno al anunciar los nuevo recortes y la subida del IRPF durante las fiestas. El comercio tradicional es el que más sufre e intenta competir como puede con las campañas agresivas de las grandes cadenas distribuidoras. El presidente de Cádiz Centro Comercial Abierto, Juan Tovar, se mostró ayer esperanzado con esta nueva campaña de rebajas de la que confía «alcanzar al menos las ventas del año pasado». En vista de la situación, ya no quedan grandes expectativas, solo seguir adelante.

Tovar reconoce que el retraso del frío ha dejado muchas prendas en los percheros y la Navidad «tampoco ha cumplido con lo que se esperaba», lo que da mayor importancia a este periodo de descuentos que durará hasta el próximo 7 de marzo. Las ventas que se realizan en estos dos meses suponen entre el 20% y el 30% de la temporada de invierno, que es la que más beneficios reporta a los comerciantes.

Rebajas encubiertas

Dura competencia hacen a pocos metros las tiendas de las grandes cadenas. Desde que comenzó la crisis han apostado por una estrategia agresiva de precios y desde ayer cuelgan carteles del 50% y hasta del 70% de descuento. Algunas los colocaron a la vista semanas antes del periodo oficial bajo el rótulo de 'promociones'o incluso 'precios sexys'.

Explica Juan Tovar que «incurren en un incumplimiento de la norma, aunque no supone una falta porque la legislación es demasiado ambigua». Con este tipo de campañas logran mejorar las ventas durante la Navidad, que es el momento de mayor consumo, «a costa de las tiendas que no pueden permitírselo», critica el empresario.

Y otro duro competidor son también las grandes superficies, que ayer registraban un lleno absoluto. Desde El Corte Inglés de Cádiz; hasta El Paseo, en El Puerto y Bahía Sur, en San Fernando. Precisamente una de las escenas del día fueron las discusiones entre conductores en los aparcamientos del centro comercial isleño por lograr un sitio. En este caso son las franquicias y cadenas de tiendas las que se llevan el gato al agua.

En general, la patronal de comerciantes CECA calcula que el sector gaditano logrará una recaudación de 38,47 millones de euros, un 5% más que el año pasado. La organización empresarial explica este aumento de las ventas en los importantes descuentos que aplicarán los negocios a costa de la reducción de los beneficios, así como al hecho de que no se hayan cubierto las expectativas de ventas durante la campaña navideña.

El asesor de la federación provincial del comercio en Cádiz, José Domingo Prieto, indica que «es difícil hacer previsiones dadas las circunstancias», pero confía en que se recupere cierto optimismo en este periodo de bajos precios. Sobre sus previsiones para el nuevo ejercicio que encara el sector admite que «no hay motivos para pensar en una recuperación, con lo que los comerciantes tendrán que afrontar otro año de dificultad».

El peor año

A pesar de las dificultades, las tiendas no podrán abrir hoy, que sería el segundo día de rebajas, porque la ley obliga a respetar este domingo de descanso, una cuestión que obvia durante los descuentos de verano. Los comerciantes ya han solicitado que se modifique este aspecto que a su juicio «no tiene ningún sentido».

Además de las tiendas de ropa, que son las que más presencia tienen durante las rebajas, el resto de establecimientos, también de la hostelería, ven mejorar su facturación durante estos días por la mayor afluencia en la calle. El presidente de la Asociación Cádiz XXI, Juan Sales, que representa a más de 80 negocios de distinto tipo, señala que «el año pasado ha sido realmente malo, especialmente para los establecimientos de los cascos históricos». Por eso mismo ve necesaria la puesta en marcha de un plan que permita revitalizar los negocios, precisamente en el centro de la ciudad. Tras cuatro años de crisis y un descenso continuado del consumo, asegura que «resulta complicado realizar estimaciones sobre cómo funcionarán las rebajas», pero reconoce que «es la única tabla de salvación después de una campaña de invierno más que mala».

Y en lo que respecta al derecho del usuario durante las rebajas, la Junta comenzó ayer su campaña de inspección en la que se comprobará que hay claridad en la información en el etiquetado, con el precio anterior y el rebajado y que la calidad sea la misma que durante el resto de la temporada. Los establecimientos tienen la obligación de mantener el mismo criterio para las formas de pago y para las devoluciones y ofrecer productos que ya han estado con anterioridad a la venta. En la provincia se llevarán a cabo un total de 68 a lo largo de estos dos meses de descuentos.