El Nacimiento fue la escena principal de la recreación que se instaló en la ladera del Castillo Fatetar. :: A. R.
Sierra

El belén de Espera abre la Navidad

El próximo sábado tomarán el testigo poblaciones como Arcos, Ubrique, Bornos, Villamartín, El Gastor y El Bosque, entre otras La localidad recibe un aluvión de visitantes en el primer Nacimiento de la provincia

ESPERA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Y los hebreos, pastores, romanos, reyes magos y demás se hicieron dueños de las calles de Espera. Las figuritas salieron del tradicional belén y tomaron vida para recibir en la localidad a una gran avalancha de visitantes. Dos de la tarde y la localidad serrana abre el camino gaditano que lleva hasta la ciudad de Judea. Un ir y venir de vecinos ataviados con ropajes de la época hacen ver que arranca uno de los belenes vivientes que más están creciendo en la provincia y que viene pidiendo paso. Autobuses de visitantes comienzan a desembarcar en Espera y ha llegado el momento de adentrarse en el Nacimiento de Cristo.

Las calle Santo Cristo es la puerta de entrada a una recreación donde no falta un detalle. La falda de la montaña donde se sustenta el Castillo de Fatetar pone el tapete perfecto para montar allí el Nacimiento. Pastorcillos, centuria romana, reyes magos y hebreos custodian con su presencia y su alegría a la imagen central del belén, con niño de carne y hueso incluido. En la parte alta de la montaña y bajo los pies del Castillo se encuentra el Nacimiento donde los visitantes reciben al hijo de Dios. Las panderetas acompañan a los villancicos que las figuritas entonan desde el primer momento.

Este es un belén generoso. Los espereños se esmeran cada año para que los visitantes puedan disfrutar de su pueblo porque eso para ellos es un orgullo. Se calcula que unas cinco mil personas visitan este día un belén viviente que se instala en una población de algo menos de 4.000 vecinos, algo muy meritorio. La hospitalidad espereña se comprueba nada más llegar cuando los visitantes reciben, de manera gratuita, dulces típicos navideños y buñuelos para adentrarse algo más en el ambiente navideño, antes de plantarse con pocos pasos en pleno centro de Judea.

Degustaciones

Las largas colas a las puertas de la falda del Castillo volvieron a hacerse presentes en la representación, ya que el día nublado no quitó las ganas de cientos de serranos y vecinos de Jerez y la Bahía por participar en el primer Belén Viviente del año en la provincia. La espera se hacía bastante amena al poder disfruta los visitantes de unas vistas espectaculares de Espera que habitualmente no son las más observadas. Desde aquí se comprueba cómo la localidad se encuentra recostada en la parte baja de una montaña, como si estuviera descansando hasta morir en el arroyo Salado.

La hora de la celebración, desde las dos de la tarde hasta las siete, permitió a muchos visitantes comprobar que no solo de pan vive el hombre y que no solo los molletes de Espera son los que cuentan con un gran valor gastronómico. Los bares de la localidad presentaron un estupendo aspecto durante toda la jornada y los visitantes pudieron dar fe de la rica gastronomía que tiene la localidad.

La calle Castillo ponía el punto y final al belén viviente espereño por este año, aunque sus vecinos ya piensan en 2012.