El inculpado, que se enfrenta a un año y medio de prisión, alegó que utilizaba la droga en infusiones por una dolencia cardíaca. :: L. V.
Jerez

Condenado por cultivar más de ocho kilos de marihuana en su casa

La Guardia Civil se incautó de la droga, valorada en casi 6.000 euros, en un patio anexo a una vivienda de Majarromaque

JEREZ. Actualizado: Guardar
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Había convertido su casa en una nada improvisada plantación de marihuana hasta que la Guardia Civil le desmontó el chiringuito. De ello hace algo más de dos años, y ahora Rafael S. D. ha sido condenado a un año y medio de cárcel por un delito contra la salud pública. Los hechos se remontan al 24 de septiembre de 2009, cuando como consta en la sentencia la Guardia Civil comprueba que desde fecha indeterminada esta persona cultivaba en su domicilio de la barriada rural de Majarromaque numerosas plantas de marihuana.

Ese día en concreto, los agentes se personaron en la vivienda sobre las 18.00 horas y con la autorización expresa del propietario se introdujeron en ella y hallaron las citadas plantas. Una vez despojadas de tallos y ramas, arrojaron un peso neto de 8.288 gramos de materia limpia consumible, con un valor en el mercado de 6.464,64 euros, por lo que el juez concluye con que esta cantidad iba a ser destinada para el tráfico.

Como argumenta el magistrado, el autoconsumo en este caso no tiene lugar, puesto que resulta muy complicado deslindar lo que podría dedicarse al mismo de lo destinado a su distribución y venta, ya que con demasiada frecuencia el consumidor es a su vez traficante y la cifra intervenida es más que considerable. Según las testificales de la Benemérita, los agentes acudieron al domicilio del condenado alertados por el fuerte olor a marihuana que se desprendía del mismo, lo que dio origen a la correspondiente investigación. Cuando los funcionarios entraron en la vivienda encontraron la plantación en un patio anexo del que se vislumbraban las puntas de las plantas.

Ante el concluyente hallazgo, el acusado admitió con posterioridad durante el juicio que efectivamente tenía plantada marihuana en casa, pero que la utilizaba para tomar infusiones dado que padece del corazón. La defensa, por su parte, intentó centrar su alegato en la libre absolución por el hecho de que la droga no tenía supuestamente la pureza suficiente, algo rebatido por el tribunal argumentando que lo que importa no es el grado de ésta sino la cantidad al peso del alucinógeno incautado.