Jerez

GUILLERMO VALLEJO VAZQUEZ

Un hombre de fe, vivida a través de los Equipos de Nuestra Señora y de la Defensión Fue amortajado con su túnica nazarena, dando ejemplo una vez más a sus hermanos

HERMANO MAYOR EN FUNCIONES DE LA DEFENSIÓN Actualizado: Guardar
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Mis primeras palabras públicas como hermano mayor en funciones de la Real, Franciscana y Castrense Hermandad del Santísimo Cristo de la Defensión, María Santísima de la O y San Bruno, deseo que sean para mostrar mi más profunda gratitud a la familia de nuestro querido hermano Guillermo Vallejo Vázquez. Ellos, que forman parte integrante de esta Hermandad, han sabido entender que aparte de padre y hermano, Guillermo era también el máximo representante de una corporación de quinientos hermanos y que como tal, debía ser honrado. Nos han dado toda una lección de saber estar y de humildad.

Quisiera extender mi agradecimiento a la alcaldesa, delegado diocesano de Hermandades y Cofradías, presidente del Consejo Local de la Unión de Hermandades, a las Fuerzas Armadas y cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, a los hermanos mayores de la ciudad, a los ocho sacerdotes que concelebraron la eucaristía y, en definitiva, a todos cuantos estuvieron el pasado día 28 en el convento de Capuchinos y nos han mandado sus muestras de pesar. Gracias también al Arzobispo Castrense por su afecto y a las Hermanas de Belén, pues en la distancia, aplicaron eucaristías por el eterno descanso de Guillermo.

Igualmente, no quiero dejar pasar esta oportunidad, sin agradecer a los medios de comunicación el cariño y el respeto que dispensaron a nuestro querido hermano mayor hasta el último momento. Gracias por vuestra sensibilidad, por vuestro trato exquisito y por ayudarnos en estos momentos tan difíciles.

Por último en este capítulo de agradecimientos, quisiera tener una consideración especial para la comunidad capuchina de Jerez y hacia la hermandad de la Defensión. Las sentidas palabras del director espiritual en la homilía y del guardián en el silencio de la comunión, daban muestras del grado de vinculación existente entre ambas instituciones. Y como no, gracias a la junta de gobierno por su trabajo para la organización de la eucaristía y a los hermanos en general, por su apoyo.

Quisiera hacer mías las palabras que D. Victoriano, sacerdote marianista, pronunció en el cementerio. Muchos son los adjetivos que podríamos utilizar para definir a nuestro hermano Guillermo, pero fundamentalmente podrían ser tres:

Fue un hombre de fe, vivida a través de los Equipos de Nuestra Señora y de su Hermandad de la Defensión.

Fue un hombre de familia que, conjuntamente a su esposa Carmen, supo inculcar a sus hijos los valores cristianos.

Fue un hombre de trabajo pues, como empresario que era, fueron innumerables las ocasiones en las que no pudo disfrutar de vacaciones para salvaguardar los puestos de trabajo de la empresa.

Tal y como se estipula en las Reglas de la Hermandad, nuestro querido Hermano Mayor fue amortajado con su túnica nazarena, dando ejemplo una vez más a todos sus hermanos del cumplimento de las normas. Durante la eucaristía, el féretro fue cubierto con la bandera de la cofradía, y encima de ésta los atributos con los que se identifica a nuestro hermano mayor, la vara dorada y el rosario con la cruz cartuja y las cuentas de las Hermanas de Belén, que sólo él puede portar el Martes Santo. Por acuerdo de la junta de gobierno, la Santísima Virgen de la O estará de luto hasta que la hermandad aplique la eucaristía por el eterno descanso de su alma, el primer sábado del mes de septiembre.

Por último, quisiera hacer un llamamiento a la familia 'defensionista', pues ahora más que nunca necesitaremos de vuestra ayuda y colaboración para continuar con el proyecto de nuestro hermano mayor, Guillermo. Tenemos la obligación y el deber de continuar su legado.

Querido hermano, desde la Gloria del cielo, intercede por nosotros.