El Tribunal Supremo declara nulo definitivamente el Plan General

Lo que muchos temían ha ocurrido. El Tribunal Supremo ha fallado en contra del actual Plan General de Ordenación, declarándolo nulo y dando la razón al TSJA, que ya emitió hace dos años varias sentencias desfavorables a este documento por haber sido aprobado con diferentes defectos de forma en marzo de 2007.

Así, una sentencia fechada el pasado 31 de mayo que se conoció públicamente ayer, hará que la ciudad pase a tener como marco urbanístico general un texto que data de 1987, y en el que no se contemplan siquiera los 18 millones de m2 de suelo urbano no consolidado de las Áreas de Gestión Básica, o lo que es lo mismo, todo el diseminado de viviendas ilegales de la ciudad.

Este texto, denominado oficialmente Normas Subsidiarias, regirá el municipio desde el punto de vista del urbanismo al menos los próximos dos años, en tanto que el nuevo Plan General no estará vigente presumiblemente hasta principios de 2013.

La historia de este despropósito legal y jurídico se remonta al 23 de marzo de 2007, cuando la Comisión Provincial de Urbanismo aprobó de manera definitiva dicho planeamiento .

Varios propietarios particulares que consideraron agraviados sus intereses presentaron entonces diferentes recursos; el primero de ellos fue aceptado por el TSJA el 13 de enero de 2009. Aquel día al alto tribunal autonómico anulaba el PGOU por «no haber seguido la tramitación legalmente exigible».

Esos «defectos de forma» no eran otra cosa que el no haber sometido al plan a información pública, o el no haberse dado aprobación provisional al documento, tras la subsanación de diferentes defectos en su redacción inicial.

El TSJA condenó en aquella época incluso al Ayuntamiento de Chiclana al pago de las costas procesales. Aún así, el Consistorio gobernado en 2009 por el PSOE decidió recurrir en casación al Supremo.

Año y medio después, la ciudad se queda sin Plan General de Ordenación, ya que al nuevo documento todavía le quedan varias fases administrativas para entrar en vigor.

La sentencia contraria a la aprobación del PGOU conocida ayer supone que el documento debe dejar de tener vigencia. Eso ocurrirá cuando el Ayuntamiento reciba la comunicación formal.

Chiclana volverá así atrás en el tiempo con este dictamen judicial, que encima ha costado 4.000 euros por el pago de las costas del litigio a la administración local.

Y es que las Normas Subsidiarias son una foto fija de la ciudad de hace 24 años, y no contemplan el diseño, las cuotas de edificabilidad o los aprovechamientos urbanísticos de una ciudad moderna.

«No tumban la ciudad»

El alcalde, Ernesto Marín, compareció ayer por la tarde acompañado del delegado de Urbanismo, Andrés Núñez. Ambos lamentaron el fallo del TS, pero quisieron lanzar un «mensaje de tranquilidad a la ciudadanía».

Para el equipo de gobierno chiclanero del PP «se trata de un golpe muy duro heredado de los socialistas, que tumba el PGOU pero no a Chiclana», apuntaron. A pesar de este optimismo, las consecuencias inmediatas en la vida diaria se dejarán sentir pronto. De hecho, los técnicos de la Gerencia de Urbanismo ya trabajan a contrarreloj para «intentar salvar todos los planes y proyectos que podamos».

La paralización en la concesión de permisos y licencias podría ser total. Además, una de las peores consecuencias de la anulación del PGOU es que la Ordenanza que rige el proceso de regularización de 15.000 casas quedará derogada.

«Seguiremos trabajando intensamente mientras se elabora el nuevo planeamiento», aseguró ayer Marín.

Hay que recordar que los problemas judiciales de este documento no son nuevos. Los tribunales ya tumbaron su primera aprobación en diciembre de 2003, así como su Texto Refundido allá por 2005.