El exceso de exposición al sol provoca ya cáncer de piel en treintañeros

La exposición al sol está plagada de falsos mitos: la crema protectora evita un buen bronceado, cuando se está moreno ya no se necesita protección, el sol no es peligroso en invierno... Y las playas siguen atestadas de veraneantes que pasan horas a la intemperie eludiendo la más mínima previsión de problemas en la piel. La consecuencia ya se está viendo en las consultas de los dermatólogos: empieza a haber casos de cáncer de piel en personas de 30 a 40 años.

«Se debe a que desde muy pequeños nos quemamos en la playa cada verano. Al cabo de los años puede surgir el cáncer de piel», explicó la especialista en Dermatología del hospital de Jerez, Irene López. Si esta enfermedad se detectaba hace algún tiempo en personas de la tercera edad, el perfil está bajando de forma considerable porque, entre otras cosas, los peligros del sol han aumentado en los últimos veinte años debido al agujero de la capa de ozono.

«Todas las quemaduras que sufrimos se almacenan en la piel y cuanto más sol tomamos, más daños acumulamos», insistió la doctora. Precisamente hoy se celebra el Día Mundial de Prevención del Cáncer de Piel, una efemérides que los médicos consideran necesario resaltar porque «es una de las patologías que se sufre con más frecuencia, es el tumor maligno que más se da en el cuerpo humano».

Así, cada vez son más los casos que diagnostica el equipo de Dermatología del hospital de Jerez. El clima de la zona y las arraigadas costumbres del verano son algunos de los principales motivos de que los habitantes estemos expuestos al sol más de lo que debiéramos.

Oídos sordos

A pesar de las insistentes campañas que cada primavera inicia la administración para concienciar de los peligros del sol, parece que la mayoría no se da por enterado. Para la doctora López, el motivo es que «a todos nos encanta el sol, en la playa se está muy bien, es lo que apetece y hacemos oídos sordos. Nos vemos más guapos estando morenos y pensamos que si no estamos bronceados no vamos a la moda», explicó. Además del componente puramente estético, los médicos creen que la aparición de la enfermedad a largo plazo disuade a la mayoría de tomar las precauciones adecuadas: «Como el efecto no es inmediato, nos relajamos y pensamos que qué más da un día o un verano más».

El otro gran caballo de batalla del cáncer de piel y de sus falsos mitos son las cremas protectoras, pero la dermatóloga es clara: «Utilizar una protección menor del índice 25 es como llevar una crema hidratante, no sirve para protegerse», dijo López. Y no es cierto que impiden el bronceado sino que «evitan las quemaduras, no ponerse moreno».

El cáncer de piel se da tanto en hombres como en mujeres pero las razones suelen ser diferentes: «La mayoría de los casos en hombres se debe a que trabajan al aire libre, en sectores como la construcción, la agricultura o el transporte y les está dando el sol -aunque sea a través de una ventana- durante todo el año. En las mujeres el motivo es el bronceado de cada verano», explicó la doctora López.

El día a día y el verano

No es lo mismo ir por la calle que estar tumbado al sol en la playa de ahí que haya que tomar diferentes medidas para cada situación. «Para la vida normal, depende del trabajo que tengamos. Si es en una oficina no hay que preocuparse, salvo los que sean muy claritos o hayan tenido ya problemas de piel. Estas personas deben llevar protección total para los trayectos del trabajo al domicilio», indicó la especialista. Si se trabaja al sol, «hay que utilizar cremas adecuadas al fototipo, al color y al tipo de piel». En la playa, los consejos son los habituales: utilizar protección y evitar la exposición al sol entre las doce y media y las seis de la tarde.

Pero hay otro consejo básico en el que la doctora Irene López también insiste: «Hay que consultar siempre cualquier lesión de la piel. Cuanto más tiempo se deje pasar, peor será el tratamiento y el resultado estético tras la cirugía». Los signos de alarma de un posible cáncer de piel es «un lunar que ha cambiado, la aparición de una verruga que crece o una lesión que antes no existía», detalló la especialista. «Por fortuna -concluyó- hay muy pocas personas que mueren debido al cáncer de piel tipo no melanoma, en el que influye el sol».