Alarma por una oleada de tirones

Se acerca la época consumista por excelencia y los cacos aprovechan la coyuntura para multiplicar sus acciones delictivas. Prueba de ello es que en tan solo una semana, la Policía ha recibido al menos seis denuncias por tirones llevados a cabo en el centro y a plena luz del día. Las circunstancias de los casos son tan parecidas que hacen pensar que se trata de las mismas personas, que aparentemente se mueven con total impunidad y cuya actividad se teme que aumenten conforme se vayan llenando las calles de compradores.

El domingo de la pasada semana, como ya adelantó este medio, a una señora le rompieron la clavícula a raíz de un tirón ocurrido en la plaza del Carbón, donde fue arrastrada por el suelo mientras un sujeto intentaba hacerse con su bolso montado en un ciclomotor. Según fuentes de la investigación, la misma semana ocurrió un episodio de similares características en la calle Honda, mientras que el pasado martes fueron dos personas en una scooter negra las que abordaron a otra mujer en la calle Matadero, entre Medina y Arcos.

Este suceso se produjo alrededor de las 13.00 horas y los delincuentes lograron llevarse las pertenencias de la víctima, aunque afortunadamente no la arrastraron por el suelo como en la otra ocasión. Cuando consiguió reponerse del percance, la perjudicada acudió con su marido a interponer la correspondiente denuncia.

Frecuencia preocupante

Un día después, el pasado miércoles, la Policía fue requerida porque se habían registrado nada menos que tres tirones en diferentes vías céntricas, también en horario de tarde, cuando aún la luz del sol estaba en la calle. A pesar de la frecuencia con la que suceden los hechos y la presencia de numerosos testigos, los agentes aún no han dado con la pista de los autores de estos robos con violencia.

Hace escasamente un mes, se detuvo a tres jóvenes relacionados con nada menos que once delitos de este calibre, también por el procedimiento del tirón. Las fechas que se avecinan son especialmente sensibles a este tipo de episodios. Por ello, los agentes recomiendan a los ciudadanos que estén especialmente atentos cuando transiten por las calles del centro y vigilen sus pertenencias.

Conviene no perderlas de vista ni siquiera cuando uno se introduce en un probador, por ejemplo, ya que incluso en el interior de los comercios se puede ser víctima de un hurto. En caso de que sea inevitable y el delito al final se produzca, es necesario anular rápidamente las tarjetas de crédito y acudir a la Comisaría a cursar la pertinente denuncia.