Los Amarillos se perfila como la próxima concesionaria de autobuses

La Junta de Gobierno Local dará hoy el nombre de la empresa que temporalmente se convertirá en la sucesora de Cojetusa en la concesión del transporte público. Según pudo saber este medio, la propuesta de Linesur (que la había mandado por correo ordinario dentro del plazo establecido pero había que esperar a que llegara al Consistorio) alcanzó ayer por fin los despachos de la Delegación de Movilidad y Seguridad por lo que se procedió a la apertura de los expedientes y a la toma de decisión.

Según pudo saber LA VOZ, dos han sido finalmente las empresas que han optado al concurso público: Linesur y Los Amarillos. Esta última es la que se perfila como más probable sucesora de la adjudicación. La tercera en discordia, Alsa, no aceptaba la condición imprescindible de contratar a toda la plantilla actual de Cojetusa por lo que se ha quedado sin posibilidades. Hasta bien avanzada la tarde de ayer los técnicos trabajaban en la redacción del informe que a las nueve de la mañana de hoy tiene que estar encima de la mesa de la alcaldesa, Pilar Sánchez.

La intención del gobierno local, como destacó la responsable del área, María del Carmen Martínez, es que la nueva empresa empiece a operar «a partir del 1 de octubre o, a más tardar, el día 5». Esta circunstancia ya dependerá de la negociación que la compañía que se haga cargo del transporte público cierre con Cojetusa.

Hay que recordar que la adjudicación que se aprobará hoy es temporal ya que será en el mes de diciembre cuando se convocará un nuevo concurso público para la concesión definitiva del servicio de autobuses. Lo que sí es seguro es que la compañía que lo lleve durante este otoño partirá con ventaja con respecto a las demás.

Próximo convenio

Una de las primeras tareas de la empresa que se designe hoy como concesionaria de los autobuses urbanos será la negociación del convenio colectivo. Es una de las principales dificultades a las que se enfrentará nada más tomar posesión del servicio y parecer ser uno de los asuntos más conflictivos.

Eran precisamente, Los Amarillos y Alsa, las dos empresas «preferidas» por la alcaldesa, Pilar Sánchez, para la prestación temporal del servicio de transporte público. La ciudad arrastra todavía el horario de verano -con menos frecuencia de paso que en invierno- hasta que la nueva compañía aplique su criterio.

Termina así la etapa de Cojetusa al frente de los autobuses urbanos que, en los últimos meses, han traído de cabeza a los gobernantes y a muchos ciudadanos. Ante los impagos de las nóminas, los empleados han llevado a cabo huelgas y han convocado otras que finalmente no llegaron a materializarse por acuerdos 'in extremis'.

Las quejas no provienen solamente de los empleados -que llevan meses vistiendo ropa de calle en su puesto de trabajo por falta de uniformes y denuncian la escasez de recambios y suministros- sino de los propios usuarios del servicio ya que los autobuses están deteriorados por el uso y presentan numerosos desperfectos, como la falta de aire acondicionado o asientos en mal estado.