El carril de la polémica

Aunque se enmarca dentro del cambio de movilidad con el que el Gobierno municipal pretende reactivar la ciudad, lo cierto es que la actuación no acaba de cuajar entre los isleños, que tienen un uso muy marcado de la bicicleta como ocio y no como medio de transporte. Por ello los carriles bicis de Camposoto y de la Ronda del Estero continúan siendo los más usados, mientras que la nueva red (en la que se ha invertido 1,2 millones de euros) no para de acumular críticas.

Sobre todo, porque hay muchas zonas en las que el peatón se ve obligado a transitar o por la carretera o por el propio carril bici, al ocupar éste todo el paso sin que, en algunos casos, el viandante tenga la opción de cruzar al no existir acera en el otro lado, como ocurre en el puente de Jesús del Gran Poder. También se puede comprobar en la avenida Ponce de León, aunque en esta ocasión el transeúnte si tiene la opción de cambiar de camino sin poner en riesgo su vida.

Todo ello, cuando el Ayuntamiento aún no presentado una ordenanza municipal que regule el uso de estos viales y que determine la preferencia de paso. De esta manera, la única legislación a la que se puede acoger la utilización del carril bici es la que se encuentra dentro del Decreto de la Consejería de Presidencia de la Junta de Andalucía, concretamente el 293/2009 de 7 de julio, que en su artículo 18 contemplaba el uso de los mismos.

Incumplimientos

Pero, si se atiende a la normativa se puede comprobar como en muchos puntos el carril bici de San Fernando incumple la regulación. En dicho reglamento se estipula que «su pavimento se diferenciará, de forma significativa, en textura y color respecto de la acera o itinerario peatonal». Este punto es incumplido de manera sistemática por la delegación de Desarrollo Sostenible en calles como León Herrero, tramos de la avenida Al Andalus o en la carretera de La Carraca, en donde la única diferencia con respecto al acerado es el color, ya que tan sólo se ha procedido a pintar la acera de un tono distinto.

El carril bici de La Isla discurre en muchas partes de su trazado por el mismo centro del acerado, desobedeciendo a la Junta que indica que debe ir «próximo al bordillo», en algunos casos ocurre incluso lo contrario, que quienes tienen que discurrir próximo al bordillo son los peatones. Además, tales normas especifican que los pasos exclusivos para viandantes y sus vados no podrán ser compartidos con el paso de bicicletas, algo que se ha pasado por alto en la avenida Rafael Alberti, Gómez Pablo y la carretera de Camposoto. En estos puntos el carril pasa por en medio de los pasos de peatones.