La concurrida avenida León de Carranza sigue luciendo su nombre, que va a ser cambiado por el de Ingeniero Ángel Mayo. :: JAVIER FERNÁNDEZ
Jerez

El Ayuntamiento incumple el compromiso de sustituir nombres franquistas de calles

Ningún vecino de las vías afectadas ha recibido notificación alguna aunque debía haberse iniciado el proceso en enero

JEREZ. Actualizado: Guardar
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«No sabemos nada». Es el sentimiento general de los vecinos de calles como Sancho Dávila, Centuria, Flecha o la mismísima avenida León de Carranza: apenas nadie sabe que esos nombres pronto pasarán a la historia y que vendrán otros como Tintilla, William Shakespeare o Ingeniero Ángel Mayo para sustituirlos. El cambio de denominación de vías y plazas que ampara la Ley de Memoria Histórica aprobada a finales del 2007 sigue esperando en Jerez a pesar de que el Ayuntamiento había anunciado en diciembre del pasado año que el 10 de enero la maquinaria se iba a poner en marcha.

La reciente legislación recoge en su artículo 15: «Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura». Es en este punto donde la Comisión de Memoria Histórica de Jerez se basó para que, asesorada por las diferentes asociaciones de la ciudad y de la provincia, se levantaran ciertos nombres asociados a personas u objetos relacionados con la Dictadura o con la represión y se sustituyeran por otros. En total, son 16 las vías que finalmente cambiarán de nomenclatura aunque a día de hoy aún no se haya convertido en realidad.

Desde la Asociación de Memoria Histórica y Justicia de Andalucía tampoco saben en qué punto se encuentra el proceso: «En diciembre se aprobó que sí, que se iban a cambiar pero nadie nos ha informado de forma oficial sino que nos hemos enterado por la prensa. Además, el nuevo nombre de las calles lo han decidido en el Ayuntamiento», dijo el presidente del colectivo en la provincia de Cádiz, Sebastián Cauqui. «Sabemos que la situación que atraviesa el Ayuntamiento es complicada pero ¿cuánto tiempo hace falta para hacer esos cambios?», se preguntó.

Lo único

Es cierto que prácticamente lo único que queda pendiente en Jerez en cuanto a la aplicación de la Ley de Memoria Histórica -en lo que concierne a la administración local- es lo relacionado con el nomenclátor. «Hay símbolos franquistas que siguen en su sitio pero dependen de otras administraciones. El Ayuntamiento sólo puede solicitar su retirada», añadió.

Con respecto a los nombres de las calles, Cauqui asegura que «si aceptaron nuestras propuestas lo sabremos por la prensa. ¿Para qué están entonces los acuerdos de pleno? A pesar de la impaciencia de colectivos como la Asociación por la Memoria Histórica y Justicia de Andalucía en que los símbolos de la Dictadura desaparezcan, confían «en la buena fe del gobierno municipal. Sabemos que es cuestión de tiempo y por eso, al margen de la tardanza, estamos contentos».

Y no es para menos puesto que otras ciudades cercanas como Cádiz «no han movido nada». En el otro lado de la balanza, en el de los adelantados, están Sanlúcar o Trebujena, que ha levantado un monolito en memoria de las víctimas de la Guerra Civil y la Dictadura.

Desde el Ayuntamiento recordaron que el cambio de denominación de las calles según la aplicación de la Ley de Memoria Histórica está aprobado y que está solamente pendiente de ejecutar por parte de la Delegación de Vivienda e Infraestructuras.

Los vecinos

«Es cierto que hace algún tiempo se comentó pero no fue nada serio. A nosotros ni se nos han consultado posibles nombres ni se nos ha informado de nada», aseguró la presidenta de la Asociación de Vecinos Pedro Palma, en el Polígono de San Benito. Se trata, precisamente, de una de las barriadas que registrará más cambios cuando finalmente se materialicen las nuevas denominaciones. «Tampoco sé si los vecinos quieren o no que le cambien el nombre a su calle», continuó. Pazos destacó que para los jóvenes es más fácil adaptarse a los cambios pero que muchos de los vecinos de la UVA (casitas bajas) y los alrededores son mayores y la cuestión se complica.

Sea como sea, la representante de los vecinos considera que es «una medida política» porque las calles «van a seguir llamándose como toda la vida. Hay otras cosas más importantes de las que preocuparse», continuó. «Puede que esas personas fueran importantes en su día y porque le quiten el nombre a una calle o una plaza no van a dejar de formar parte de la historia», concluyó.

El cambio de nombre de calles como Divisa (por Malvasía) o la plaza Rodríguez de Valcárcel (por doctor Juan Planelles Ripoll) afectará a alrededor de unos 60.000 jerezanos que tendrán que modificar sus direcciones postales. Antes de efectuar la sustitución, el Ayuntamiento tiene que enviar una notificación a todos los domicilios informando a los vecinos de la nueva denominación. De momento los afectados no ha recibido en su casa comunicación alguna y las placas de León de Carranza, Sancho Dávila, Centuria o Flecha siguen en su sitio.