Para que no se apague la sonrisa de Aitana

Nació, hace nueve años, con una cardiopatía congénita. Se trata de una de esas enfermedades para las que apenas existen esperanzas de curación. Sólo los nombres de sus dolencias dan una idea de la magnitud de lo que padece: atresia pulmonar y colaterales, comunicación interventricular y fisura palatina. Es decir, que carece de la vena que lleva la sangre del corazón a los pulmones y su cuerpo ha creado en sustitución unas venas colaterales para poder llevar el riego. En el año 2006 fue intervenida en el hospital Doce de Octubre de Madrid. La operación fue de órdago. Duró 20 horas y tuvo que permanecer dos meses ingresada. Lleva, además, seis cateterismos a sus espaldas, pero, a pesar de todo, la pequeña no ha perdido la sonrisa ni su gente la fe.

La pequeña se llama Aitana y está a muchos kilómetros de distancia de Jerez, a unos mil para ser más exactos. Vive en la localidad aragonesa de Tarazona, pero su familia tiene unos amigos en Jerez que han decidido movilizarse para conseguir ayuda para ella. Lo que sea necesario para mantener viva la llama de una esperanza que, ahora, se localiza al otro lado del charco.

Se trata del Children's Hospital Boston. Allí, por lo que cuenta su familia, el doctor Pedro del Nido, considerado uno de los cardiólogos infantiles más prestigiosos del mundo, les ha asegurado que existe una posible solución a los graves problemas de Aitana. Pero, como suele suceder en estos casos, sería una intervención complicada y costosa. De ahí que se haya puesto en marcha una campaña solidaria que ahora llega a esta ciudad de la mano de María del Carmen Montero, amiga de un primo de la pequeña.

Los médicos llegaron a decirle a la familia que llevarían el caso de Aitana a congresos internacionales para tratar de hallar alguna solución. Pero el tiempo pasa demasiado rápido para ellos. Aseguran que necesitan una solución urgente. Y la única que les habían aportado hasta hacía poco era un doble trasplante de pulmón y corazón. Pero se trata de una intervención muy complicada y sin ninguna garantía de éxito.

Recientemente contactaron con el mencionado doctor Pedro del Nido, del Children's Hospital Boston, que les ha abierto «una ventana a la esperanza». Una oportunidad a la que agarrarse para mantener viva la llama de la ilusión. Del Nido cree que es posible, aunque la intervención correspondiente es costosa y los padres de Aitana no pueden permitírsela. De ahí que se haya puesto en marcha una campaña de colaboración en Aragón.

La iniciativa ha logrado traspasar fronteras y llegar a Jerez. Al frente está María del Carmen Montero. Ha colgado carteles por media ciudad, se ha dirigido a los medios de comunicación y ha logrado adhesiones importantes, como el Hotel Buffet Quitagolpe y Mesón Cristina, donde hay huchas para que realicen aportaciones quienes no quieran hacerlo directamente en las cuentas bancarias habilitadas a tal fin. Y asegura que seguirá hasta que se consiga el dinero necesario para que no se apague la sonrisa de Aitana.