CALLE PORVERA

Una ciudad unida contra un cierre

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Se podía prever desde hace tiempo que la manifestación de ayer contra el cierre de la fábrica de botellas iba a ser masiva, pero, aún así, la cita fue de ésas que permanecen en la memoria colectiva de una ciudad durante mucho, mucho tiempo.

Que finalmente fuesen 5.000, 6.000 ó 7.000 es lo de menos. Lo importante es que la respuesta fue masiva, que la ciudad se volcó contra un anuncio de cierre que se ha convertido en bandera de una lucha contra el proceso de desindustrialización y de destrucción de empleo que está padeciendo Jerez desde hace ya demasiado tiempo.

Otra cuestión es que eso vaya a servir de algo. Nadie debe llevarse a engaño: la última palabra la tienen unos señores franceses, los directivos de la firma francesa propietaria de la planta. Y éstos, de momento, no parecen tener intención de cambiar de parecer y mantienen su argumento de que la producción ha bajado tanto en los últimos años que el negocio ha dejado de ser rentable. Ni los requerimientos del Ayuntamiento y de la Junta, ni la presión social, ni las ventajas que les han ofrecido para mantener la producción en la ciudad les han convencido.

Pero, a pesar de todo, cada vez les va a resultar más complicado justificar el cierre. O al menos convencer a alguien de que no tienen más remedio que llevarlo a cabo. Y los trabajadores, por su parte, salieron ayer reforzados con la multitudinaria manifestación, además de con un baño de apoyos y solidaridad que a buen seguro que les darán más fuerzas para seguir luchando.

Y quizá ahí esté la clave, en seguir peleando, en conseguir que todo no acabe con la protesta de ayer. Ahora es cuando plantilla, sindicatos, partidos y colectivos sociales deben apretar más para que el tema no acabe olvidado en un cajón.