Este jerezano de sentimiento sigue entregado a su trabajo. /CRISTÓBAL
PEPE MARÍN LOCUTOR Y PRESENTADOR

«El público jerezano es poco exigente; jamás patalea un espectáculo»

Pepe Marín reconoce que el cantaor de Jerez es especial, tiene un eco que lo distingue del resto, sobre todo en los cantes de la tierra, «se sabe que es de Jerez por cómo suena»

JEREZ Actualizado: Guardar
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Acude a la cita, en el Centro Andaluz de Flamenco, puntual y jovialmente vestido, está ligeramente bronceado y su aspecto es muy saludable. Ha cumplido 74 años y tiene la juventud en la piel así como en sus ilusiones intactas, a pesar de, en sus propias palabras, «estar jubiladísimo». Este profesional de los medios y especialista en flamenco lleva su espectáculo Al compás del romance de gira. En la obra narra la historia del cante, del baile y del toque y se hace acompañar por un cantaor, un guitarrista y una bailaora. Hay un proyecto, me cuenta, para llevarlo a Casablanca, a través del Instituto Cervantes.

Este malagueño, que lleva 41 años en Jerez, se siente y piensa como un jerezano. Nos dará desde la perspectiva que le da su recorrido profesional una visión del flamenco y de la ciudad. Pero antes hacemos un recuerdo de sus trabajos.

-Cuando llegó a Jerez en 1968, usted venía de recorrer España como actor de teatro, pero fue la radio la que le hizo quedarse.

-Comencé a trabajar en la entonces Radio Popular (actual COPE) cuando estaba en la Cruz Vieja en la calle Ramón de Cala. Llegué de tránsito para Madrid, pero las circunstancias hicieron que me quedara y ya llevo 41 años. Conecté enseguida con el mundo del flamenco realizando programas a nivel local y nacional. En Jerez me aceptaron muy bien y aquí conocí a Milagros, la que después sería mi mujer. Cuando me prejubilé estuve un año trabajando en Radio la Isla en San Fernando. Escribí, durante 17 años, en Publicaciones del Sur una página de flamenco hasta el 2005. Y mientras, trabajaba en Onda Jerez llevando el programa A Compás hasta mi salida en enero de este año.

-¿Cómo ha sido esa salida?

-Yo creo que ha sido un poco rara. Alguien podía pensar que me habían despedido, pero fui yo quien dejó el programa. Entendía, a la vista de los escasos medios que ponían a mi alcance, que el espacio había perdido categoría. No estaba en la línea de lo que estuvo durante muchos años. Sólo contaba con una cámara y encima tenía que ir pidiendo favores a los amigos para que me cedieran un sitio, una especie de plató, donde grabar. Así no podía realizar entrevistas, ni tertulias o hacer programas en directo. En fin, que aquello no podía seguir así y el prestigio profesional que podía tener el programa había desaparecido con tantos inconvenientes y escasas facilidades. Me fui, y aquí paz y después gloría.

-Pero lejos de quedarse a pasear, usted ahora colabora en Onda Luz.

-Sí, a los cuatro meses de dejar Onda Jerez, me llamó Pepe Gijón y me propuso hacer el mismo programa. Además, llevó mi espectáculo de gira, y con las presentaciones de espectáculos ecuestres; recientemente estuve en Pamplona y el día 20 voy a Lorca.

El flamenco y Pepe Marín van de la mano; en Prado del Rey presentó el concurso de la Serrana, en Paterna el de la Petenera, en Vejer Las noches flamencas y en Arcos, y en muchos más en otros lugares.

-Usted era un fijo de la Fiesta de la Bulería ¿ya no le llaman?

-No, hace mucho que no. Yo lo venía presentando desde el 69 y creo que en el 2002, el Ayuntamiento ya cambió, lo cual me parece bien, porque yo no soy vitalicio.

--¿Le gustaría volver?

-No, no. A la Fiesta de la Bulería precisamente no. Cualquier otra cosa sí, pero a la Fiesta no.

--¿Cómo la ve?

-Para mí se ha convertido en una especie de verbena. A veces hay más espectáculo en el albero que arriba en el escenario. Antes, cuando realmente era una Fiesta de la Bulería teníamos en cartel a Chocolate, Fernando Terremoto, Sernita, Tío Borrico, Tía Anica, Tía Juana o a los Parrilla. Hoy se va más por el espectáculo visual, antes era de más hondo calado.

--¿Qué opinión tiene del cartel de esta edición?

-Lo que más me satisface es que esté dedicada a la memoria de Parrilla, abrirá la alegría de toda la familia y eso va a ser bonito. Luego en la parte más seria está Manuel Moneo con su nieto Barullo y como fin de fiesta Manolo Carrasco. Es amena, variada... es lo que demandan. Ya se sabe que en la Fiesta de la Buleria el público no es exigente, sencillamente va a pasarlo bien y a tomar su pescaíto. La Cátedra de Flamencología fue la creadora y mantenedora de esta fiesta hasta que la retomó el Ayuntamiento.

Pepe Marín no está muy de acuerdo con que sea la concejalía de Cultura y Fiestas quien contrate a los artistas.

-¿Usted piensa que el cartel debería ser confeccionado por una empresa particular?

-En otros tiempos fue así. Yo creo que la concejalía de Cultura y Fiestas, que además no entiendo esa dualidad porque la cultura va por un camino diferente y cada una tiene su vida, pero esa es otra historia ¿verdad? Pienso que no debería entrar en la contratación. Habría que responsabilizar a las empresas privadas a través de una convocatoria; éstas confeccionarían los carteles según el presupuesto con el que cuenta el Consistorio de forma alternativa.

-Sobre los Viernes Flamencos habla con más entusiasmo.

-A mí me gustan más los Viernes porque por encima de todo está el cante. Salvo que los duendes no aparezcan, se puede escuchar buen flamenco. Se está más recogido, el cartel es más cortito y el maridaje de los más jóvenes con los consagrados está muy bien.

Dejamos cerquita de nosotros el flamenco y nos dedicamos a hablar de la ciudad y sus asuntos.

-Cuál es su visión de Jerez

-Cuando llegué a Jerez, hace 41 años, era un pueblo. Hoy es una gran ciudad, gracias al paso del tiempo y a la voluntad de mucha gente que ha trabajado, unos más que otros, para que esto sea así. Luego está lo del paro, que es una lacra, pero que no sólo está en manos del Ayuntamiento, también es responsabilidad del Gobierno central posibilitar que la gente pueda trabajar, no regalarle 400 euros a final de mes. Que te den la caña, no el pescado.

-¿Cómo ve la ciudad?

-Yo la veo sucia, la verdad y en algunos sitios muy sucia. A mí me gustaría que estuviera más limpia, algo habrá que hacer. Los parques están secos y abandonados como el del Altillo, y eso costó mucho dinero. Y ese trasiego de montar y desmontar lo ya hecho, ya hay varios casos: en la avenida de México se hizo una medianera, ¡no sé para que! y al poco tiempo se quitó, y eso también costó mucho dinero. Y no digamos la que dio la calle Porvera ¡eso no tiene nombre! Ha estado 6 meses con socavones; los comerciantes quejándose. para después volver a como estaba antes y haber gastado ni se sabe cuánto en hacer y deshacer. ¿No hay asesores? Pues que asesoren de lo que más conviene para que no se malgaste el dinero.

-Mirémonos un poco a nosotros mismos, ¿cómo es el jerezano?

-Mi opinión es favorable siempre, prueba de ello es que me casé con una jerezana (se ríe). Mis hijos han nacido aquí y yo soy un jerezano más. Pero somos demasiado acomodaticios y apáticos, y me incluyo en el saco; ya sea en lo social o en lo político. Hay asociaciones que trabajan por los demás y muy bien, pero en líneas generales somos muy tranquilos.

-¿Y en cuanto al aplauso? Se dice que aplaude todo.

-Tú dices aplaude, pues sí aplaude todo y eso no es bueno Aquí no se patea una ópera, un espectáculo flamenco, una zarzuela, ni nada. Ha habido zarzuelas para ponerlas en la frontera y que no vuelvan más. Y no pasa nada; el teatro se llena, se aplaude; esto es curioso. Después al jerezano lo que le gusta es la variedad, ir cambiando. Lo que no le gusta es lo que se hace siempre.

-Ahora se ha recuperado el nombre de las Fiestas de la Vendimia. A usted, que es de tradiciones, le gustará.

-Sí, pero ahora resulta que vamos por la segunda, ¿cómo la segunda? Y la otras anteriores ¿no cuentan? Llevamos 50 años con la Fiesta de la Vendimia y ahora se pierden todas las que se han hecho antes. Todo es un ciclo que no conviene perder porque forma parte de la historia de la ciudad. Hay que ir al pasado y sumarlo con lo que se haga ahora. Yo creo que la Pisa de la Uva en sí es una fiesta muy importante. Antes se hacía al mediodía del domingo con todos los honores y corales, se transmitía el himno y todo el protocolo. Hubo hasta una vez que TVE lo transmitió en directo. ¿Por qué hay que cambiar todo lo que funciona?

-Usted como ciudadano de Jerez, ¿qué opina de la política que se esta haciendo?

-Claro que puedo opinar y opino que no es bueno que se tiren los trastos a la cabeza: «porque tú dijiste tal o tú no hiciste cual». Y lo mismo hace el Gobierno Central, pero eso no puede ser bueno, ni para le economía, ni para la ciudad. Muchas veces se convierten en los patios de vecinos antiguos. Y como ciudadano que tengo derecho a opinar digo que la alcaldesa recibe a quien quiere y punto. Hay cosas que se han pedido insistentemente y no ha hecho el menor caso. Y sin embargo ves como otras sí que son recibidas por la alcaldesa.

-¿Se refiere a alguna asociación suya?

-Sí, a la de Afaje, los afectados de Afinsa. Nosotros sólo hemos solicitado reunirnos con Pilar Sánchez para exponerle el caso y sigue sin contestarnos después de tanto tiempo y muchas peticiones. Por eso digo que recibe a quien quiere y todos somos iguales.

Pepe Marín, además de locutor y presentador especializado en flamenco, es toda una institución en Jerez. Es relaciones públicas de la Cátedra de Flamencología; habla maravillas de todos y cada uno de los compañeros con los que ha trabajado y con los que aún colabora y lo que recuerda con mucho cariño es el homenaje que le hicieron los compañeros de Onda Jerez: «No pararé de agradecérselo, es una de las cosas más bonitas que me ha pasado en la profesión; con haber sido muchas». Recuerda aquellos tiempos, cuando los locutores de radio eran considerados estrellas, cuando le paraban por la calle para pedirle autógrafos, o lo esperaban a la puerta de la emisora para verlo y llevarle regalos: «Me mandaban libros, pañuelos bordados, de todo».

-¿Y los flamencos te han regalado algo? (Le digo medio en broma).

-(Nos reímos) No, los flamencos no regalan nada (já, já) o no suelen hacerlo pero yo no censuro nada ¿eh? Yo he pasado momentos inolvidables con ellos, estupendos.

No se atreve a quedarse con ninguno en especial porque dice que «cada uno tiene algo, alguna peculiaridad». Que de pronto alguien, que siempre ha sido discreto, aparece en un recital suelta la chispa y te hierve la sangre. «También ocurre que vas a oír a un cantaor con una gran carrera y una noche te decepciona. Esto es así como Rafael de Paula o Curro, ¿no?».

-¿Qué tiene el cantaor de Jerez, que lo hace diferente a los demás?

-Tiene un algo peculiar, un sentimiento especial, un feeling con la gente que le hace muy atractivo. Y tú eso lo sientes y cuando vas a otro sitio y oyes otro cantaor, dices: sí bien, pero le falta pellizco, le falta compás.

-Vamos, que el cantaor de Jerez, se distingue entre los demás.

-Sí, siempre. Tiene un eco especial, sobre todo en los cantes que son más de aquí como la seguiriya, la soleá o la bulería. Son cantes que los cantaores jerezanos los hacen autóctonos. Se sabe que son de Jerez. Desde el más veterano hasta el más joven.

Y así nos vamos hablando, haciéndonos vibrar el recuerdo de Luis El Zambo «que no es un cantaor enciclopédico, pero cuando canta por soleá y lo hace bien, te remueve el alma» me apunta Pepe, de forma apasionada y vibrando con los buenos momentos vividos. Escuchando a El Torta o a Moneo.