«El desarrollo de Barbate pasa por un impulso hotelero e industrial»

Barbate comienza a despertarse del profundo letargo en el que estaba sumergido y que condenaba al municipio a una inactividad marcada por la falta de proyectos. El cambio de gestión en el Ayuntamiento ha traído consigo una búsqueda de iniciativas que permitan el desarrollo de una localidad que se encuentra encorsetada entre la servidumbre militar, por la Sierra de Retín, y los límites del Parque Natural de La Breña. Una de las claves para el progreso de Barbate está en la reciente aprobación inicial del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que obtuvo el respaldo unánime de los grupos municipales que conforman la Corporación. Un planeamiento en el que se apoya el alcalde del municipio, Rafael Quirós (PSOE), para dar el impulso económico y social que necesita Barbate. Hace un año y cuatro meses, el socialista Quirós se hizo cargo del Ayuntamiento de Barbate, que acumulaba una deuda de 70 millones de euros y que incluso tenía dificultades para pagar sus nóminas a los 400 trabajadores municipales.

-¿Qué significará para Barbate la aprobación inicial del PGOU?

-En primer lugar, era algo que estaba pendiente, pues hace ocho años que se realizó el avance y, por tanto, se trataba de una cuenta pasada que hemos saldado. Además, es una cuestión fundamental para el desarrollo de cualquier comunidad, pues sin planificación no se pueden exigir colegios, centros médicos, desarrollo industrial, porque no hay sitios en los que edificar.

-Entre las limitaciones de expansión se encuentran el Parque Natural y la zona militar del Retín, ¿cómo afecta esto a Barbate?

-Estamos hablando de dos lugares que, en primer lugar, deben considerarse como algo positivo para la localidad. Sin embargo, hay ocasiones en las que se invierten las oportunidades que ofrecen el suelo del Parque Natural y el de Defensa, al impedir nuestro desarrollo. Pero esto tampoco nos puede servir de excusa, ya que se trata de gestionar lo poco que se tiene de la mejor forma posible y lograr lo que hace falta en la localidad para que siga creciendo. El desarrollo de Barbate precisa de su impulso hotelero e industrial, respetando lo que haya que respetar.

-Sin embargo, hay pedanías que no comparten esa idea de desarrollo y que piden tener más peso en el nuevo PGOU.

-Como se suele decir, nunca llueve a gusto de todos. Lo cierto es que hay una serie de problemas con zonas aisladas, como es el caso de Zahora o San Ambrosio, en las que faltan las redes de saneamiento y de electricidad adecuadas. Es algo que se debe resolver porque tampoco hay que dejar que los propietarios de forma individual decidan la capacidad de expansión de sus terrenos. La necesidad del nuevo Plan se observa en el hecho de que ha sido aprobado de forma unánime y eso se puede decir en pocas localidades en aspectos tan importantes.

-Un progreso que precisa también de infraestructuras como es el caso de la N-340 a su paso por Barbate, ¿en qué punto se encuentra?

-Ahora mismo, los informes correspondientes se encuentran en exposición pública, pero sabemos que la Junta de Andalucía ya está trabajando en el proyecto del desdoble de la vía que servirá para que la ciudad tenga un segundo acceso por el que hemos luchado, puesto que en verano las colas para entrar en Barbate se hacen insoportables y lo que pretendemos es fomentar que vengan más personas. Sin embargo, no veremos los frutos de tales actuaciones hasta que pase un tiempo, quizás dos o tres años. Hay que tener paciencia aunque poco a poco irán saliendo las cosas que se han pactado.

-Respecto al desarrollo turístico de la ciudad, ¿cómo van los proyectos hoteleros?

-Bueno parece que hay una serie de desavenencias entre propietarios y empresarios para la construcción de dos hoteles en Trafalgar. Nosotros no podemos esperar más y estamos dispuestos a convertirnos en agente urbanizador porque es necesario para Barbate ya que dará puestos directos de empleo. Además, hay otras actuaciones como el puerto deportivo o el desarrollo hotelero y de campos de golf en el paraje del Bujar que permitirá a Barbate situarse como referencia de la provincia y eso no puede esperar. De ahí la importancia también del PGOU, porque apenas hay sitio para estos proyectos y es complicado que los hoteleros acepten bloques de pisos alrededor de sus edificaciones.

-Entrando en dificultades, ¿cómo soporta un Ayuntamiento como el de Barbate la crisis económica?

-En este caso hay que hablar de una excepción porque el Consistorio de Barbate ya estaba en crisis desde hace tiempo. La dejadez de los antiguos gobernantes hizo que ni siquiera se pidieran subvenciones, que no quiere decir que sólo por solicitarlas te las vayan a dar, pero si se hacen diez peticiones a lo mejor obtienes cinco respuestas positivas. Lo que se está intentando ahora es trabajar y hacer las cosas bien.

-¿Y el municipio?

-La construcción ha caído y ahora los barcos tienen lista de espera. El problema es que a muchos vecinos se les acaban las prestaciones sociales y vienen al Ayuntamiento a pedir ayuda, donde hacemos lo que podemos.

-Barbate es una de las localidades que ha cumplido con la Ley de Memoria Histórica...

-Es una ley y se debe cumplir. Nosotros la hemos acometido de un plumazo con el cambio de denominación en 43 calles. Ahora llevan nombres neutros para que no haya ninguna disputa y, por el momento, no hay problema.

-¿Se ha superado el pesimismo existente en la población?

-Hemos cambiado la imagen de Barbate y ahora salimos en los medios por nuestra Feria del Atún y por querer hacer un Ayuntamiento TIC (con Tecnologías de la Comuniación). Lejos queda la identificación con la droga. Aún falta por cambiar mucho y hay que seguir hacia adelante sin coger atajos, trabajando días tras día.

lajanda@lavozdigital.es