REIVINDICACIÓN. Taxistas, concentrados en la estación. / R.TOLEDO
SAN FERNANDO

Medio centenar de taxistas protestan por la parada de la estación de Bahía Sur

Reclaman una zona visible para los viajeros y con una buena señalización

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los taxistas no están dispuestos a pasar por alto el estado de la parada que se les ha asignado en la nueva estación de trenes de Bahía Sur por no estar debidamente señalizada y ser «invisible» para los viajeros. Además, denuncian que la parada no es oficial y, de hecho, son muchos los vehículos que aparcan en ésta de manera diaria.

Por ello, medio centenar de taxistas se concentró ayer en la estación para reclamar a Renfe, a Fomento y al Ayuntamiento que se pongan de acuerdo para habilitar y reservar una parada para este servicio público junto a las nuevas instalaciones ferroviarias.

Además, no descartan tomar medidas más contundentes si no se les brinda una solución cuanto antes en una ciudad «con la segunda estación más importante de la provincia después de Jerez», según denuncia el representante de los taxistas, Juan José del Cid.

Durante las obras de la estación, este colectivo prestaba servicio en una zona del aparcamiento para viajeros en la que contaban «sólo con cuatro plazas». Una vez terminada la nueva parada, ésta aún no ha sido señalizada como tal.

Los taxistas piden a los clientes que entiendan su situación cuando se quejan de la falta de coches en servicio. El colectivo alega falta de espacio, al tiempo que se muestra cansado de tener que retirar su vehículo cada vez que un conductor particular exige pasar o aparcar en una parada que no se encuentra señalizada.

Búsqueda de soluciones

La Delegación Municipal de Tráfico está elaborando un informe que pondrá en manos de Urbanismo para que ésta a su vez lo remita al Ministerio de Fomento, promotor de la nueva estación y encargado de señalizar las zonas de la estación a través de la empresa concesionaria de la obra.

Los taxistas se quejan de que estos trámites se alargarán mucho en el tiempo de manera que no podrán disfrutar de una nueva parada hasta pasado el verano con la consiguiente pérdida económica que le supondrá no trabajar en óptimas condiciones durante la temporada estival durante la que aumenta de manera considerable la afluencia en el número de viajeros.