Las tres empresas que optan al concurso de la plaza de toros incumplen el pliego

Ninguna de las tres entidades que se presentan al concurso de adjudicación de la plaza de Toros cumple con las condiciones que marca el pliego de condiciones. Este documento explica que «se deberá acreditar por parte de los licitadores haber ejercido actividad empresarial, durante diez años, en la explotación de plazas de toros de primera o segunda categoría». Sin embargo, ninguna de las tres sociedades que se presentan posee esta antigüedad.

La primera empresa en presentar su candidatura fue Dorado Algeciras SL, empresa andaluza que se constituyó en 2001, hace siete años. Asimismo, esta empresa no posee actividad comercial desde el 2005; la segunda candidata es la sociedad madrileña Tomás Entero SL, que tuvo que retirarse del concurso de la plaza de Burgos al tener menos de cinco años de antigüedad. La entidad se constituyó en 2006; la última oferta procede de Servicios Taurinos Serolo SL, sociedad constituida hace tres años para gestionar la plaza de toros de Valencia.

En este sentido, el pliego de condiciones ratifica que «cualquier falta de veracidad de estos datos implica la retirada inmediata del licitador». Por tanto, la mesa de contratación que regula este tipo de concursos puede declarar el concurso desierto y redactar otro pliego de condiciones.

Una fianza millonaria

Sin embargo, el segundo teniente de alcalde y responsable de la plaza de Toros, Fernando Gago, subraya que «mientras que un socio de la empresa acredite que posee diez años organizando festejos taurinos es suficiente para cumplir esta condición». No obstante, el pliego especifica que es la empresa licitadora, no los socios, la que debe de demostrar esta experiencia.

Además, el nuevo pliego regulador realiza una serie de demandas a la empresa adjudicataria. El canon actual establecido para la explotación de la plaza supone 150.000 euros anuales. Además, la entidad adjudicataria tendrá que depositar 1.200.000 euros en concepto de fianza para, según palabras del alcalde, Enrique Moresco, «garantizar doblemente el cumplimiento del pliego».

Además, la empresa tendrá que acometer obras de envergadura en la Plaza Real, que presenta un grave estado de deterioro. Como prioritarios se marcan los arreglos de la primera y segunda grada, así como la ampliación de los corrales.

Sin embargo, esta actuación no podrá ir en detrimento de la calidad artística de los espectáculos taurinos, que tendrán que ser un mínimo de doce corridas anuales, con toreros de categoría A y reses pertenecientes a ganaderías de prestigio. Además, la plaza de toros tendrá que ofrecer, al menos, dos conciertos musicales y un evento deportivo.

No será el único compromiso que adquiera el empresario. También tendrá que adecuar los bodegones de la planta baja, que se encuentran en un estado cercano a la ruina, para la ubicación del museo taurino, así como la implantación de establecimientos de regalos y restauración.

En este sentido, el mundo taurino portuense criticó duramente el nuevo pliego de condiciones «por todas estas exigencias» ya que temían que el concurso quedara desierto.