SEDE. El Nuncio recorrió el Palacio Bertemati. / TAMARA SÁNCHEZ
Jerez

El Nuncio del Papa en España lamentó la escasa natalidad en su visita a Jerez

Monseñor Monteiro criticó que la sociedad «está adormecida» y no da valor a «la dignidad del ser humano» El representante del Vaticano alabó el trabajo realizado en el Palacio Bertemati

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El Nuncio apostólico de Su Santidad el Papa en España, Monseñor Manuel Monteiro de Castro, regresó ayer por tercera vez a Jerez y pudo por fin conocer la actual sede de la Diócesis jerezana, el Palacio Bertemati, cuyas obras aún estaban en marcha hace dos años, cuando tuvo lugar la anterior visita del representante vaticano, que ayer estuvo acompañado en todo momento por el obispo, Juan del Río.

Monseñor Monteiro completo ayer una apretada agenda que por la mañana estuvo centrada en el recorrido por el magnífico Palacio Bertemati y la firma en el Libro de Honor y que continuó con una reunión con los responsables de Cáritas, quienes le explicaron la labor que llevan desarrollando en la Diócesis desde hace 25 años, tras lo cual visitó varios talleres de empleo.

Ya por la tarde, el Nuncio del Papa Benedicto XVI fue informado sobre la labor del Instituto Superior de Ciencias Religiosas y del Seminario Diocesano, celebró una eucaristía con los hermanos de La Salle y presidió junto a las cofradías jerezanas la presentación del último libro de Su Santidad, Jesús de Nazaret.

Y en todo ese tiempo Monseñor Monteiro no sólo tuvo palabras para alabar el trabajo realizado en la sede de la Diócesis, sino que también se esforzó en destacar los que, a su juicio, son algunos de los problemas más importantes de la sociedad actual.

Así, a preguntas de los periodistas recalcó «el gusto con el que se ha realizado la reforma, en la que se nota la buena mano del arquitecto», y no olvidó hacer hincapié en que «valió la pena todo lo que se ha hecho en estos siete años, desde que vine para la ordenación de vuestro obispo». Acto seguido, Monseñor Monteiro dejó muy claro que «aquí tienen ustedes su Iglesia, porque todo este patrimonio no es del señor obispo, que mañana se puede ir a otro sitio, sino que esta casa quedará para todos los católicos de Jerez».

Más vehemente se mostró a la hora de analizar la situación del país, y por extensión de todo el mundo occidental. En este punto, el Nuncio del Papa afirmó que «el principal problema que existe es el de la propia concepción de la vida humana, así como la poca importancia que se da a la dignidad de la persona, que por contra es un valor fundamental para la Iglesia Católica».

Monseñor Monteiro fue más allá y tras lamentar la baja natalidad que se contabiliza en países como España, Portugal e Italia aseguró que para «mantener la sociedad» la mujer debería tener «una media de 2,1 hijos», frente a la tendencia actual, en el que las parejas «tienen uno o ninguno» y añadió que como consecuencia de esta tendencia en Europa en los últimos años «se han perdido más de 10 millones de europeos».

Y las causas de esta falta de nacimientos no sólo la situó en la asfixia económica de las familias, sino en un problema más general como el del «consumismo», ya que actualmente «sólo se valora lo que se paga», en contra de la labor que diariamente realizan las amas de casa, de las que señaló que «hay que valorar más su trabajo».

Asimismo, el Nuncio hizo un llamamiento a la sociedad porque «está adormecida y no sabe ver el mal», por lo que sólo reacciona en momentos puntuales.

Por último, el Nuncio también recordó en Jerez que su trabajo cumple una doble misión, «una diplomática que consiste en garantizar las buenas relaciones con el Gobierno de España, y otra segunda que es hacer lo posible para mantener la familia unida, con los seglares, los obispos y el Papa».

ppacheco@lavozdejerez.com