COFRADÍAS

«Espero vivir con Soledad la misma emoción que con Dolores»

El capataz Antonio Ramírez Durán afrontará el próximo Lunes Santo la responsabilidad de dirigir a la cuadrilla del palio de la cofradía de Vera-Cruz

Antonio Ramírez, nuevo capataz del palio de Vera-Cruz

ANA MENDOZA

Antonio Ramírez Durán acaba de ser nombrado nuevo capataz del palio de María Santísima de la Soledad . Este cofrade gaditano lleva el martillo de la Virgen de los Dolores del Nazareno de Santa María y a partir de ahora asume con mucho respeto una nueva responsabilidad que le ha llegado sin esperarlo. Antonio es todo un ejemplo de devoción y pasión por la Semana Santa de Cádiz. Nació y se crió en el barrio de Santa María y desde pequeño se empezó a interesar por las cofradías y todo lo que hay en torno a ellas. «Mi madre siempre me ha llevado a ver la Semana Santa y me ha encantado desde niño. Empecé de penitente, también fui monaguillo y con dieciséis años me inicié en la carga. La primera vez fue en Siete Palabras porque mi padre era socio de la peña Andújar», explica.

Además de Vera-Cruz y Nazareno , Antonio Ramírez es hermano de Humildad y Paciencia, Columna, Buena Muerte y la Patrona . Tiene una dilatada experiencia debajo de los pasos. Ha cargado el Cristo de Cigarreras, el Perdón, Caridad de Las Penas, el Cristo de Piedad, Dolores del Nazareno, Soledad de Vera-Cruz, Santa Cena y también la Virgen del Rosario. Actualmente sale el Domingo de Ramos con Amargura y el Viernes Santo con el Cristo de la Buena Muerte. Además, forma parte de la cuadrilla de la Patrona y es capataz de San Juan Bosco.

Su llegada a San Francisco fue hace unos diez años y desde entonces se ha sentido muy unido a la hermandad decana. «Es un orgullo que se hayan acordado de mí para la Virgen de la Soledad. Siempre me han tratado muy bien en Vera-Cruz aunque no me lo esperaba porque la verdad tampoco pensaba que Joaquín Cortés fuera a dimitir. Estoy encantado y muy ilusionado con empezar a trabajar ».

Precisamente en este sentido Ramírez comenta que «en principio cuento con la cuadrilla que llevaba ya la Virgen. Habrá gente que se vaya, otros que se queden y a partir de eso habrá que buscar lo que falte» . Para el Lunes Santo contará con sus ayudantes de siempre: Fernando Vargas, Antonio Saucedo y Rafael Domínguez. «A primeros de octubre tendremos la reunión con la cuadrilla que para mí será nueva. Es un paso que yo he cargado pero tiene su dificultad sobre todo en la salida porque no va entero como Dolores de Santa María».

Su veteranía bajo las andas le sirve para la destreza que demuestra con el martillo aunque, como él mismo indica, cada cofradía es diferente. «No tiene nada que ver Dolores del Nazareno con Soledad. En este caso es andar para adelante porque es una cofradía de luto, seria... sin embargo, Dolores es más de barrio, más otro estilo».

En cuestión de tendencias Antonio lo tiene claro. «A mí me gusta lo de siempre, lo de Cádiz, lo que he vivido desde chico, la forma tradicional de carga en Cádiz pero siempre tiene que haber una compostura y con Soledad aún más porque es una cofradía de negro. Me gusta que el palio lleve su mecido , que haya un ritmo y el palio cambie y no sea lineal. Después se puede ir más deprisa o más despacio», asegura.

El nuevo responsable del palio de Vera-Cruz considera que ser capataz es más complicado que cargar . «Estás al frente de un grupo de personas y cada uno requiere una cosa, tiene su opinión y hay que saber escuchar a todos. Además, está la responsabilidad de estar delante del paso, que pueden pasar cosas y hay que saber reaccionar». Pero sobre todo, Ramírez cree que la clave para llevar el martillo es la humildad. «Al fin y al cabo es la cuadrilla la que lleva el paso. El trabajo lo hace la cuadrilla, la que sufre debajo de un paso es la cuadrilla... no puedes creértelo porque seas el capataz. Yo me dejo mucho aconsejar y escucho a los cargadores y les pregunto como están. Consultarles creo que es fundamental... cuidar a tu gente ».

Tantos años y momentos vividos le han dejado muy buenos recuerdos. «Como capataz, con Dolores en 2013 subiendo la rampa de Catedral, lo que experimentas cuando vas pasando y ves que la gente llora. Te emocionas con ellos. Son muy fuertes los sentimientos. Como cofrade, la primera vez que entré en la calle San Pedro cargando Soledad con las luces apagadas y el silencio que se escuchaba en esa calle, el movimiento de ese paso impresionante». De momento Antonio no se plantea dejar la carga aunque sí expresa su deseo llegado ese instante. « Me gustaría terminar de retirarme volviendo a cargar en las Siete Palabras que fue donde empecé ».

Lo que sí es seguro es que la Semana Santa de 2018 Antonio Ramírez estará al frente de los palios de dos de las hermandades más señeras de Cádiz. «Si me lo planteo, ni me lo creo. Para mí sacar la Virgen de los Dolores es mucho porque me he criado allí y es lo máximo y espero vivir la misma emoción con Soledad el Lunes Santo».

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