CARNAVALES

Los pueblos de España con las mejores mascaradas de Carnaval

La mascarada como fiesta de invierno tiene siglos de tradición, conservada en pequeños pueblos del norte de España

Carnaval de Llamas de la Ribera, León

César Justel

El carnaval es en realidad la última mascarada del invierno. Algunas de ellas -a caballo entre la tradición y la magia- se han conservado desde tiempos medievales, mientras que otras se están recuperando con más o menos acierto. España es el país europeo que más mascaradas conserva, sobre todo por las montañas del noroeste peninsular. En cuanto a fechas, lo dice el refrán: «Ni que te pelees ni que te mates, los carnavales caen en domingo, lunes y martes». Este año, 3, 4 y 5 de marzo, aunque algunos -especialmente en Galicia- comienzan antes.

Son máscaras que regresan del pasado recordándonos nuestros orígenes. La mayor parte zoomorfas, con cabeza de animal (osos, lobos, toros, caballos...). Debieron ser animales protectores del lugar (o seres intermedios entre dioses y hombres) a los que la Iglesia transformó en demonios o botargas. Hoy siguen presentes en estos rituales que son principalmente de fecundidad. Últimamente se les está prestando más atención, quizá porque vienen de otros países a estudiarlos. Se han organizado Festivales de Máscaras Ibéricas en Zamora, León y Galicia (sin olvidar los de los Trás-Os-Montes portugueses). Los de pequeñas aldeas quizá sean los más interesantes.

1

Un grupo de Cigarrones recorren las calles de Verín (Orense) EFE/Brais Lorenzo

Galicia

Destacan los de la provincia de Orense. Los «peliqueiros» de Laza llevan grandes máscaras de madera con dibujos de animales salvajes que van abriéndose paso con látigos. No pueden hablar y está prohibido tocarlos. Del 28 de febrero al 5 marzo. Los «cigarrones» de Verín (parecidos a los de Laza) salen a la calle durante más tiempo, ya que celebran jueves de compadres y de comadres (21 febrero a 5 marzo). En Xinzo de Limia (1 a 5 de marzo) no hay que perderse las «pantallas» saltando. Y en Vilariño do Conso, los grupos de «boteiros» con espectaculares máscaras, además de la Festa do Cabrito (3 y 5 de marzo). En Viana do Bolo los protagonistas son los «foliones», cuya cita principal es la Festa da Androlla, a la que acuden los protagonistas de los pueblecitos de los alrededores (3 de marzo). Y aún habría que citar muchos más: «Felos» de Maceda, «Mázcaras» de Manzaneda, «Troteiros» de Bande... También hay mascaradas en La Coruña, Lugo y Pontevedra, pero los de Orense son más importantes, quizá porque es la única provincia gallega que no tiene mar... y los animales siempre han huido del agua.

2

Los sidros de Valdesoto

Asturias

Los sidros de Valdesoto, con grandes máscaras de piel de oveja, van dando saltos con pértigas. Es la mascarada más importante de Asturias. Salieron en enero, lo mismo que el «guirria» de Ponga, el único de este tipo que ha conseguido llegar a nuestros días. El día 3, los «mazcaraos», en Rozaes, golpean las puertas de las casas.

3

Antruejo de Alija del Infantado

León

En esta provincia hay que subrayar la tradición de los «guirrios» con tenazas de madera de Llamas de la Ribera (3 de marzo), abriendo y cerrando sus enormes abanicos sobre la cabeza. En Alija del Infantado (4 y 5 de marzo) salen los «jurrus» y «birrias» (que se enfrentan) y los «castrones». En Velilla de la Reina (5 de marzo) es el turno de los toros-guirrios (volteando a las mozas) acompañados de otros personajes rurales. Y aún hay más citas interesantes: el «zamarrón» de Riaño o la «zafarronada» de Riello (ambas el 2 de marzo); y los curiosos «caretos» de Villafeide, un pequeño lugar al que resulta difícil llegar si nieva, cerca de Asturias, el 3 de marzo. Es el último carnaval rural recuperado.

[Para saber más: Los antruejos toman León]

4

Carnaval de Polaciones

Cantabria

Impresionan los personajes animalísticos de Piasca en la Liébana, adelantado al 23 de febrero, y los «zamarrones» blancos y negros de Polaciones (el fin de semana siguiente al miércoles de Ceniza), que se remonta a época romana, recorriendo las comparsas todos los pueblos del valle. De las mejores y más completas mascaradas es la de Silio, que sigue respetando su fecha de enero. Su despertar del oso es impresionante.

5

Carnaval en Lantz Jesús Diges/Turismo de Navarra

Navarra

El gigante «Miel-Otxin» (quemado el último día), acompañado de los «tatxos» y el «ziripot» en Lantz (recuperado todo por el antropólogo Julio Caro Baroja hace años) sigue siendo el más representativo de Navarra. Días 3, 4 y 5 de marzo, aunque el martes es el día importante. También destacan los sanguinolentos «momotxorros» y las «sorginak» de Alsasua (3 de marzo).

6

Carnaval de Bielsa Fabián Simón

Huesca

Las «trangas» con grandes cornamentas de macho cabrío a las que acompañan personajes pirenaicos («amontato», «caballet», «oso»...) de Bielsa (1 al 3 de marzo) es el mejor conservado de Aragón.

7

En el Carnaval de Zalduondo se quema a «Marquitos» en la hoguera

Álava

El «Marquitos» preside el desfile de «zampantzas», «osos», «corderos», «pastor» o el «cenicero» (que irá esparciendo sobre la gente las cenizas del Marquitos del pasado año) en Zalduondo (3 de marzo).

8

Villanueva de Valrojo

Zamora

Salen muchos en enero (Abejera, Riofrío o Sarracín, en la comarca de Aliste). En carnaval destacan los personajes de Villanueva de Valrojo (3 y 5 de marzo) con un diablo el último día que anuncia la llegada de la Cuaresma.

9

Navalosa (Ávila) celebra la tradición de los «Cucurrumachos» M. Martín

Ávila

Se han recuperado en Navalosa, el día 3. Sus «cucurrumachos» salen con máscaras de corteza de árbol. Y los «harramachos» de Navalacruz (día 2), vestidos con pieles de aninales.

10

Hacinas, Burgos

Burgos

La enorme «tarasca» (cráneo de aninal saliendo de un enorme artilugio) de Hacinas (2 a 5 de marzo) que va abriendo y cerrando sus fauces y «devorando» a quien no logra huir a tiempo.

11

Botargas de Almiruete Diputación de Guadalajara

Guadalajara

En Almiruete (2 y 3 de marzo), en la bellísima Ruta de los Pueblos Negros, los «botargas» salen recorriendo los campos (con cencerros para espantar a los espíritus y máscaras diablescas de vivos colores), haciendo fuerte contraste con las «mascaritas».

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