Enoturismo

Visitas a las bodegas del Condado de Huelva

Rutas por viñedos, catas y otras actividades relacionadas con el enoturismo en una denominación de origen con 4.000 años de historia

Bodegas Infante ABC

Luis Ybarra Ramírez

Pedro Ximénez, moscatel de Alejandría, garrido fino, listán de Huelva, palomino fino y zalema. Esas son las variedades de uvas que se extienden por la Denominación de Origen del Condado Huelva, cuya producción abarca los municipios de Villarrasa, Villalba del Alcor, Trigueros, San Juan del Puerto, Rociana del Condado, Palos de la Frontera, Niebla, Moguer, Manzanilla, Lucena del Puerto, La Palma del Condado, Hinojos, Gibraleón, Chucena, Bonares, Beas, Bollullos Par del Condado y Almonte. De esos 18 términos, sin embargo, el Consejo Regulador solo admite unos pocos para la crianza y el envejecimiento del vino. ¿Sus puntos neurálgicos? Bollullos Par del Condado y La Palma del Condado . En total, una superficie de 6.000 hectáreas que cada año, de media, deja unos 40 millones de kilos de uva. El número de viticultores supera los 3.000. El campo, por tanto, hace de la vid su bandera y queda como seña de identidad de la zona sureste de la provincia onubense. Cerca de la costa, pero sin mirar nunca al mar.

Fue el vino naranja , de entre todos los que se originan aquí, el que ganó mayor popularidad por su singularidad y arraigo entre la población autóctona. Al menos, ha sido de los pocos que se han colado de lleno en la literatura. Aparece, por ejemplo, en la obra 'Platero y yo', del Premio Nobel, y paisano de Moguer, Juan Ramón Jiménez : «... llegado septiembre, si el diablo no agua la fiesta, se colma esta copa, hasta el borde, de vino naranja y se derrama casi siempre como un corazón generoso». También hay vinagre en esta área, generosos de diferentes tonalidades y blancos que no han sufrido ninguna maceración con cortezas.

Los cultivos crecen con la brisa del Atlántico en el costado, en tierras arenosas con una temperatura media anual de 18 grados. Las bodegas se reparten por estos terrenos y muchas de ellas, además de abrir sus puertas para proveernos con sus caldos, nos ofrecen la posibilidad de conocerlas a fondo. Su historia, su origen, sus procesos... Encontramos, de esta forma, rutas de senderismo que terminan en catas. Charlas, visitas guiadas y todo tipo de actividades que giran en torno al preciado líquido que nos trajo hasta aquí.

Visitas guiadas

El sistema de soleras y criaderas le ganó la partida al de añadas, propio de la mayoría de denominaciones, como las de Burdeos y la Toscana, entre otras muchas. Así lo explican en Bodegas Andrade , una casa fundada en 1885, donde disponen de un tren que recorre sus viñedos como una atracción turística de enorme interés. Otras alternativas relacionadas con el enoturismo son las catas a ciegas y con maridaje, además de los espectáculos donde se incorpora el sentido del oído a través de la música. La idea: catar el vino escuchando flamenco.

Viñedos en la provincia de Huelva ABC

Algo similar se pone en práctica en la Bodega Contreras Ruiz , en la que el visitante tiene la opción de pasearse por el mismo terruño. El aroma del bouquet del brandy que se elabora en Bodegas Infante , que data del 1870 y también admite visitas, tiene cuantiosos adeptos. Por ello, en este enclave histórico han ido un poco más allá, ofreciendo su espacio para la celebración de eventos privados. Por su parte, Bodegas Oliveros , conocida, sobre todo, por su vino naranja, combina naturaleza y gastronomía. Aprovechando su proximidad con algunos de los entornos más bellos del Parque Natural de Doñana , los mediodías entre copas de cristal y conversaciones antes de llevar el vino a boca comienzan con una ruta en 4x4. Cada una, por tanto, tiene una particularidad que las diferencia de la otra y un marco que las une: la Denominación de Origen.

Una mención especial merece el Centro del Vino del Condado de Huelva , que pertenece a la Diputación. En este singular edificio de aspecto vanguardista se conserva y divulga una tradición con 4.000 años de historia. Que fue, dicha tradición, una de las primeras en tener presencia en la península Ibérica. Tiempo después, viajó a la otra orilla del Atlántico con Cristóbal Colón al frente de la hazaña. Comenzaba la Edad Moderna. Era 1492. Y en los navíos se transportó vino embotellado del Condado de Huelva.

A uno de los costados de las instalaciones de este centro de interpretación en el que se ahonda en todo ello queda la Bodega Privilegio del Condad o, abierta a los más curiosos. Al igual que Iglesias y Rubio , las dos últimas propuestas que planteamos para paladear lo dulce, color atardecer, y lo amargo, más blanco, en compañía de un enólogo que nos oriente. Huelva tiene atractivos que no tienen nada que ver con el mar ni con la sierra. Este, el del vino, dura todo el año. Cobra matices en noviembre, cuando se asoma el mosto. Y son muchos los que se aventuran a descubrirlo durante el verano.

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