Provincia
La orden de Malta en la provincia de Sevilla: lugares emblemáticos de esta orden
Un recorrido propuesto por la Diputación que pone el foco en la zona de la Vega
Almadén de la Plata, todo un mundo por conocer
En ruta por el Geoparque de la Sierra Norte de Sevilla
Con una tipografía de estilo gótico, con serif y mucho mimo, la Diputación de Sevilla nos presenta una ruta para conocer los lugares más emblemáticos de esta orden medieval, la de Malta. Una guía interactiva donde se traza una línea que cruza la provincia: desde el municipio de las Cabezas de San Juan, aprovechando el cauce del río Guadalquivir, hasta La Puebla de los Infantes, ya al Norte , donde nos topamos con el río Guadalete.
La Orden de Malta nació en Jerusalén en el marco de las cruzadas . Sus caballeros lucharon contra los musulmanes y, más adelante, contra los turcos, emprendiendo acciones militares de diversa índole. Por supuesto, destaca su labor hospitalaria desde su fundación, allá por el siglo XI de manos de comerciantes amalfitanos. Y la vinculación que tiene con nuestra provincia ha sido muy notable a lo largo de la historia.
En la península, participó en la conquista del territorio andalusí desde el s. XII, penetrando por el valle del Guadalquivir a mediados del s. XIII y logrando gran notoriedad. Tras la toma de la ciudad, en 1248, los reyes Fernando III y Alfonso X les concedieron diversas posesiones que la propia orden había conseguido con esfuerzo, organizadas en las inmediaciones de Setefilla y Lora del Río.
Así, la suerte de pergamino que la Diputación de Sevilla nos plantea, emulando a los de la época, trata de convertir al lector en un viajero de la tierra y el tiempo . Un envite a la imaginación:
«Sepan vuesas mercedes , que esto que les escribo es para que hagan con nosotros este camino que aquí les indico. Pues habiendo sido nombrado S. A. el príncipe Gregorio Carafa, sobrino de su Santidad Pablo IV, maestre mayor de la muy noble Orden Hospitalaria, tuvo a bien visitar los muchos donadíos que son de esta orden en esta parte del Reino y que están llenas de maravillas que hay que ver. Fue el 18 de junio del año de 1689 cuando desembarcó el gran maestre de la Soberana Orden de Malta en Cádiz…».
El día 23 de ese mes, en junio, el maestre celebró las vísperas del patrón San Juan Bautista. Pero antes, que tiempo había, visitó las antiguas atalayas moras de Montúfar, que ahora están dedicadas a la devoción del santo patrón, pues estaban de paso. Las Cabezas de San Juan, pueblo de buen apetito, es la casilla de salida. La mayor parte del trayecto transcurre por la zona de la Vega, donde la Orden tuvo una histórica demarcación jurídica. Y los atractivos, en los 25 municipios que aparecen mencionados, son múltiples y variados: tienen que ver con las tradiciones, el patrimonio artístico y la gastronomía .
El olor a tomates y huerta mueve a los ficticios viajeros que ha creado en extenso texto la Diputación donde se detalla el interés turístico de cada parada. Los esturiones, desaparecidos desde hace años, y su caviar. Esa mezcla de pasado y presente que en dos hermanas nos hace detenernos en las mejores tascas. El calor se esquiva con agua y buen vino. Por las marismas los arroces son de pato y perdiz. Las ventas son premios entre los caminos. El sol aprieta, pero las iglesias: mudéjares, barrocas, neobarrocas , abrazan a los curiosos con sus muros de mármol y pan dorado: la de Santa María del Águila, en Alcalá de Guadaíra , por ejemplo, con su viejo torreón que echa la vista hacia tejas y molinos donde antaño empezaba la elaboración del pan.
Más allá de Los Palacios y Villafranca y de Dos Hermanas, también cerca de la capital sevillana, el Aljarafe y La Rinconada son destinos obligados. Por centenares se cuentan sus atributos: el Monumento del Sagrado Corazón en San Juan de Aznalfarache , que todo lo ve en tierras de María Santísima, de tan alto que parece; dólmenes que desde diferentes puntos de Europa vienen a visitar, como el de la Pastora, que se remonta a los milenios II o III antes de Cristo; el Cerro Macareno con restos de turdetanos y tartésicos y el museo donde se exhiben algunas de las piezas encontradas en el yacimiento y otras más son algunos de ellos.
La Orden de Malta, que en Sevilla tiene una calle próxima a la Plaza del Pumarejo , es una excusa para mirar al pasado y disfrutar de este emplazamiento del mapa en el que convergen órdenes, pueblos y civilizaciones.
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