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Descubre los mejores puntos de la sierra de Las Villas, la cenicienta del parque natural de Cazorla y Segura

Espectaculares parajes casi vírgenes en el mayor espacio medioambiental protegido de España

Cazorla, elegida capital del turismo rural en 2022

Ruta a través de las huellas de Julio César en Jaén

Ruta de la Osera, en la sierra de Las Villas Carlos Todoterreno

Javier López

De las tres sierras que forman el mayor parque natural de España (Cazorla, Segura y Las Villas) la tercera oficia de hermana pequeña, cuando no de chica de las gafas, pero, aunque la fama se la llevan las dos mayores, Las Villas carda la lana como la que más. Cuenta con parajes espectaculares y ríos que convierten el rumor del agua en un maravilloso hilo musical.

Como toda cenicienta, Las Villas sabe que para que el cuento acabe bien tiene que poner de su parte. En este sentido, ayuda mucho al final feliz el modo en que protege su riqueza vegetal , alimentada por el Aguascebas (río de Lobos) que se fusiona con el Guadalquivir en Mogón, una fresca pedanía de Villacarrillo, el mayor centro de población de la comarca.

El agua cae desde la cascada de la Osera a 130 metros de altitud Buscarutas

Que las Villas sea la sierra menos masificada del parque natural es un punto a su favor porque los viajeros encuentran en ella arboledas casi vírgenes, senderos de escaso tránsito y cascadas con pocas miradas encima. Como la de la Osera, un salto de 130 metros de altura que deslumbra al visitante, que llega a él por una ruta de flora seria, jalonada de pinos, madroños y encinas.

El de la Osera es, tras el salto de Nervión, en Álava, el segundo más alto de España . El paraje se enmarca en el curso del Aguascebas, que abastece también a otras cascadas del parque, como la del Aliviadero y la de Chorrogil, que se precipita desde 80 metros. Para contento del visitante todas ellas se amontonan en un espacio reducido.

La sierra de Las Villas cuenta también con un amplio surtido de animales silvestres. Entre ellos la cabra montés y el buitre leonado , ambas endémicas. La primera rehúye al hombre, por lo que es difícil encontrársela, pero el ave carroñera es una constante en su cielo debido a una enorme colonia que asombra y asusta cuando sale en tropel en busca de comida fácil.

La ruta de la Osera carece del renombre de la del Borosa, pero no desentona en encanto natural. Su dificultad, sin embargo, es alta en comparación con itinerario de la Sierra de Cazorla. Hay que tener entrenados el cuádriceps y el valor para recorrer sus 8,3 kilómetros que atraviesan cortados y valles salpicados de tejos, nogales y arces.

Santuario de la Virgen de la Fuensanta La Moraleja

Para iniciar la ruta hay que rodear el embalse del Aguascebas hasta el paso del Aguardentero, desde donde se desciende por el valle de la Osera hasta un mirador que proporciona vistas de los municipios que forman la comarca. Entre los que destacan, además de Villacarrillo, Villanueva del Arzobispo, Iznatoraf y Sorihuela del Guadalimar .

Estas cuatro villas tienen una patrona común, la Virgen de la Fuensanta , a cuyo santuario, fundado en el siglo XIII, peregrinan miles de fieles en la festividad de la Madre de Dios, que se celebra el 8 de septiembre. En el interior del templo, de estilo románico, se venera una preciosa imagen de la Virgen, tallada en 1946 por el escultor granadino Domingo Sánchez Mesa.

Charco de la Pringue, piscina natural del parque Collado el Almendral

El santuario está situado en el término de Villanueva del Arzobispo, al igual que otra maravilla del parque natural, el charco de la Pringue , una piscina natural del antiguo cauce del Río Guadalquivir. El paraje cuenta con un estanque de agua con un rebosadero, un chiringuito, zona para hacer una barbacoa, zonas de descanso y un lugar específico para saltar al agua desde una considerable altura.

Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción adictosalosviajes.com

Además de naturaleza, la sierra de Las Villas también ofrece arte al viajero que se adentra en sus poblaciones. Como la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción , construida por Andrés de Vandelvira, que trazó también los planos de la Catedral de Jaén. El impresionante templo, ubicado en Villacarrillo, es de estilo renacentista, presente asimismo en otra gran iglesia enmarcada en la ruta, la de San Andrés, en Villanueva del Arzobispo, en el que son perceptibles las huellas clasicistas, góticas y barrocas.

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