Uno de los tres mejores restaurantes veganos del mundo está en Barcelona

Happy Cow, la aplicación de referencia para los veganos, elige CactusCat, en Barcelona, como una referencia indiscutible

Algunos platos de CactusCat, en Barcelona

Ana Luisa Islas

Hace unos meses, uno de los precursores de Happy Cow , la aplicación de referencia para los veganos que buscan dónde comer cerca de su ubicación, se acercó a comer a una de sus cafeterías favoritas, el CactusCat, en el Raval barcelonés . «Llegó y me felicitó por ser número uno», nos cuenta Carlos, australiano afincado en España desde hace más de una década. «No sabíamos a qué se refería, pensábamos que quizás éramos el número uno de España, apenas llevábamos seis meses abiertos”», agrega Gilbert, su pareja, socio y cocinero de la cafetería y «snack bar». «A los pocos minutos se dio cuenta de que no teníamos ni idea de qué nos hablaba», sonríe Carlos. No hablaba de España, hablaba a nivel mundial. Cactus Cat, en la calle Valldonzella, superaba a Saido , en Tokio, y a Roots Foods and Culture , en Grecia. Desde entonces, los tres sitios comparten el pódium. «En diciembre estuvimos de segundo y ahora estamos de tercero, pero subimos y bajamos cada tanto», nos confiesa Gilbert, de Barcelona. “«¡Es un sueño!, hace unas semanas vino el dueño del Saido y comió aquí en la barra, cuando terminó nos dijo: se merecen el número uno», agrega Carlos.

Gilbert y Carlos en el bar que regentan en el Raval de Barcelona Ana Islas

Como su conversación, su comida es cercana, sincera y sin florituras . Todos los detalles están cuidados, en la comida, en la decoración (coronada por murales de Klöver) y en la atención. No hay prisas aquí, es como haber viajado a un espacio en donde el tiempo no existe. «Nosotros no le decimos a alguien que se levante, como si se quieren tomar un café y quedarse toda la tarde, queremos que se sientan en casa », comenta Gilbert, que dejó su trabajo en una productora para abrir este local. Es justamente esa atención, además de su cocina sencilla y deliciosa, lo que les ha traído el reconocimiento de la gente de Barcelona, pero también del resto del mundo. En su comedor es normal escuchar catalán, castellano, inglés, italiano, entre otros idiomas. No hay fronteras ahí dentro.

Lasana, fideua y croquetas veganos algunas de las ofertas culinarias del CactusCat Ana Islas

Su carta es sencilla e incluye un menú del día, que ofrecen de miércoles a sábado, con un plato y una sopa del día. El precio medio es de 20 euros , aunque se puede comer perfectamente por menos de 15. Para maridar los exquisitos platos hechos con mimo por Gilbert, ofrecen cerveza sin gluten de tirador, cervezas artesanas de botella, vermut casero, vino natural de la Terra Alta (Tarragona) , refrescos veganos, de manzana, pero también los alemanes Club Mate y Club Cola , objeto del deseo de muchos entendidos. Cafés, tés e infusiones, así como zumos y batidos culminan la oferta. «No he conseguido aún un proveedor de chai que me guste, por eso no lo ofrezco», confiesa. Esa sencilla premisa es la base de su filosofía. «Me gusta tener gente en casa y darles lo mejor de mí», cuenta Carlos. Se nota.

Su platillo estrella es una especie de plato combinado estilo inglés vegano, protagonista de sus «brunchs», pero que también la gente se pide al centro para compartir. Además, ofrecen tortitas de desayuno, tostadas y tapas, que incluyen unos perfectos falsos calamares de «konja», croquetas de quinua , entre otras delicias. De postre, no hay que dejar de pedir sus tartas, «muffins» o tabla de quesos. La música acompaña, así que no hay prisa. «Queremos que nuestros clientes se sientan relajados y arropados», explica Gilbert, que no extraña en absoluto el estrés de su antiguo trabajo, a pesar de que cada fin de semana están llenos. «Hay que reservar, mejor», sugiere Carlos.

La entrada de CactusCat A. Islas

Como el nombre del local lo insinúa, aquí los animales son bienvenidos . Y reciben tan buen trato como sus dueños. Galletitas especiales, agua repartida en distintos sitios del local, mimos de parte de todos, hacen que los dueños de mascotas se sienten como en otra dimensión. «¿Puedo tomarle una foto, nos gusta subir las fotos de las mascotas que nos visitan?», pregunta Gilbert a una mujer que ha venido con su perro.

Lo difícil, sin duda, es salir de CactusCat y enfrentarse de nuevo al mundo. Dan ganas de quedarse ahí un rato a inyectarse de buen rollo, no solo por el medio ambiente, sino por todos los seres. Gilbert y Carlos son una pareja que transmite cariño. Y su espacio, también. Tenía razón el japonés, se merecen el número uno.

Otros españoles en el ranking de los mejores 100

Bite Me Café, en Madrid (26); Baobab, en Fuerteventura (38); The Wala Room, en Torremolinos (47); Mad Mad Vegan, en Madrid (54); y Gio Plant-Based Cuisine, en Marbella (62).

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