Pirineo aragonés
Una nueva y espectacular pasarela elevada cambia el paisaje de Panticosa
Esta primavera se inaugurará en Panticosa (Huesca) una pasarela de un kilómetro construida en el desfiladero del río Caldarés, cerca de la estación de esquí
Las rutas al borde de un precipicio tienen una fascinación evidente entre los turistas. El éxito abrumador del Caminito del Rey , en Málaga (abierto en 2015 tras su rehabilitación), es una prueba evidente, aunque en España hay otros ejemplos de sendas elevadas menos conocidas pero igualmente interesantes. En Panticosa (Huesca) están a punto de inaugurar una espectacular pasarela sobre el río Caldarés que podemos anotar en nuestra lista de objetivos para cuando regrese la normalidad.
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La primera pieza metálica de esta pasarela construida en el congosto (desfiladero entre montañas) del Caldarés, en el valle de Tena (Pirineo aragonés), se puso hace dos veranos. Ahora, casi concluida la obra, el Ayuntamiento de Panticosa aspira a inaugurarla en primavera . El objetivo es que funcione todos los fines de semana en temporada baja (primavera y otoño) y todos los días en verano. Será la primera atracción de estas características en el Alto Gállego y La Jacetania, aunque sí hay algunas similares en Alquézar, el río Vero o Montfalcó.
«El camino para llegar a las pasarelas -explica a ABC José Pueyo, concejal de Turismo y Deportes de Panticosa- comienza en el parking del telecabina de la estación de esquí, hacia el Camino de las Tierras. A unos 700 u 800 metros se llega a la pasarela, que tiene un recorrido de un kilómetro por el congosto del Caldarés, y desde ahí hay se continúa hasta el mirador del cerro O Calvé , para después bajar a Panticosa. En total, hora y media de ruta».
Pueyo añade que la idea esencial que les animó a construir la pasarela fue «desestacionalizar» la llegada de turistas, dar más argumentos para que puedan animarse a recorrer esta zona en cualquier época del año. Cuando empiece a funcionar (aún no hay fecha oficial, a la espera de la evolución de la pandemia) costará entre 3 y 4 euros , según compremos la entrada por internet o en la salida.
La zona del ibón de Baños (el Caldarés nace precisamente en este lago de montaña, a 1.636 metros de altitud) y del balneario de Panticosa rebosa de cascadas y agua, sobre todo en primavera, y más aún en un año de nieves como este. Una ruta entre estas cumbres permite siempre respirar a pleno pulmón, un lujo impagable en este aciago tiempo de mascarillas.
