El trenzado del puente suele llevar un día
El trenzado del puente suele llevar un día - MINISTERIO DE CULTURA DE PERÚ

Así es el increíble puente trenzado de los incas

Q'eswachaka, que se renueva cada año, cuelga a 50 metros sobre el río Apurímac, cerca de Cuzco (Perú)

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Este puente son 28 metros de cuerda trenzada, con una anchura de 1,2; la cuerda usada es de fibra vegetal, ichu, un tipo de paja del altiplano. El puente está suspendido a 50 metros sobre el río Apurímac, pero a pesar de parecer frágil, se ha mantenido durante cientos de años, por ser más resistente a los terremotos que los puentes de piedra coloniales. Este puente es un paso obligado del Qhapaq Ñan («Camino Real» en quechua), la red de caminos que hicieron los incas para unir todo el Tahuantisuyo (o imperio incaico); en total, 60.000 kilómetros de redes viales que pasan por Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Chile y Argentina. En el 1609 Inca Garcilaso ya habló de estas estructuras en los «Comentarios Reales de los Incas».

A pesar de parecer frágil, se ha mantenido durante cientos de años al resistir mejor los terremotos que los puentes de piedra coloniales

El puente Q'eswachaka está a 110 kilómetros de la ciudad de Cuzco, a 3.600 metros sobre el nivel del mar. El mantenimiento y renovación de la cuerda es parte de un rito que se practica desde época incaica, ahora mantenido por las comunidades de Winch'iri, Chaupibanda, Ccollana Quehue y Perccaro. Los comuneros dedican tres días a la recolección, trenzado y colocación del puente, usando técnicas ancestrales. Lo hacen, además de por la utilidad que puede tener, por miedo a las repercusiones que puede tener no hacerlo en la Pachamama (Madre Tierra) y en los apus (fuerzas de la naturaleza vivientes: montañas, lagos, ríos...).

Recolección del ichu, fibra que se usa para trenzar la estructura
Recolección del ichu, fibra que se usa para trenzar la estructura - NATIONAL INSTITUTE OF CULTURE

En 2013 la Unesco incluyó el puente en la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

La ceremonia comienza cada segundo domingo de junio. Se inicia con una ofrenda o pago a la tierra: desde época precolombina se debe hacer el pago a la Pachamama y a los apus antes de iniciar cualquier acitividad importante. El primer día, el paqo, o sacerdote andino, eleva una mesa al lado del puente con telas de motivos indígenas, y ante el fuego ofrece hojas de coca, fetos de llama y alimentos diversos.

El puente colgante de cuerda Q’eswachaka une las dos laderas de un desfiladero del río Apurímac
El puente colgante de cuerda Q’eswachaka une las dos laderas de un desfiladero del río Apurímac

El segundo día se desatan las cuerdas del puente viejo y se comienza a tejer la nueva estructura. El tercer día se amarran las estructuras y se colocan las ramas, que serán el piso del puente. El último día se hace una gran celebración para festejar la renovación.

Unos mil hombres (las mujeres no pueden participar en la renovación de forma activa) cada año colaboran en esta tradición, pero poco a poco se van perdiendo adeptos, sobre todo por la entrada de otras creencias en la comunidad (evangelistas la mayoría).

El paso por la estructura es libre. Para llegar hasta allí hay transporte público desde Cuzco y en las fechas de la renovación hay tours turísticos que organizan excursiones de día.

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