ISRAELDiez razones para ir (o volver) a Tierra Santa

Entre Jerusalén, Tel Aviv y el Mar Muerto hay suficientes motivos para interesar a todo tipo de viajeros, creyentes o no

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  1. Capital del estilo Bauhaus

    Casas de estilo Bauhaus de Tel Aviv
    Casas de estilo Bauhaus de Tel Aviv - PILAR ARCOS

    Tel Aviv pasa por ser la ciudad con mayor número de casas (más de 4.000) de estilo Bauhaus de todo el mundo, por ello se le llama «La ciudad Blanca». Empezaron a construirse en los años 30 cuando un grupo de arquitectos judíos alemanes huyeron de la ascensión al poder nazi y se instalaron en el Mandato Británico de Palestina.

    Con un estilo simple y funcional, manteniendo un sabio equilibrio entre arte y tecnología, los edificios Bauhaus conectaron perfectamente en el socialismo del movimiento sionista que fundó el Tel Aviv moderno. Por ello, en 2003 la Unesco incluyó a la ciudad en la lista de Patrimonio Mundial.

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  2. Museos vanguardistas

    Museo del Diseño en el barrio de Holon, Tel Aviv
    Museo del Diseño en el barrio de Holon, Tel Aviv - PILAR ARCOS

    El Museo del Diseño, en el barrio de Holon de Tel Aviv, fue inaugurado el 3 de marzo de 2010. Con un contenido sorprendente y polémico, el edificio que lo alberga es unánimemente ensalzado por su belleza vanguardista. La revista de viajes Condé Nast Traveler lo ha designado como una de las nuevas maravillas del mundo.

    Por su parte, el Museo de Arte posee también un edificio moderno, aunque no tan sorprendente como el del Diseño. Lo más importante está dentro, diez galerías con un gran fondo pictórico y escultórico de los últimos cuatro siglos de historia del continente europeo, desde Cézanne, a Chagall, Modiglianni, Monet, Van Gogh, Picasso, Klimt...

  3. Sarona, un mercado gourmet

    Mercado gourmet de Sarona
    Mercado gourmet de Sarona - PILAR ARCOS

    Para hacernos una idea, el Mercado de Sarona se parece mucho a los mercados gastronómicos españoles que tanto proliferan últimamente. Situado en el distrito de Sarona de Tel Aviv, el antiguo asentamiento de los templarios alemanes, lo forman 89 empresas, incluyendo restaurantes, pastelerías, tiendas de especias, frutas, verduras, vinos, quesos, pescados, etc. Allí encontramos marcas de lujo como la panadería delicatessen francesa Fauchon, la quesería Basher Fromagerie, la cafetería Lavazza...

    La mayoría son tiendas minoristas que ofrecen sus productos, utensilios, equipos, etc., mientras que un tercio lo componen restaurantes y lujosos chiringuitos de comida.

  4. Los huevos rancheros Shakshuka

    Restaurante Dr. Shakshuka de Tel Aviv
    Restaurante Dr. Shakshuka de Tel Aviv - PILAR ARCOS

    En una callejuela del casco viejo de Jaffa, junto Tel Aviv, hay un restaurante popular que solo llama la atención porque siempre está lleno. Allí el chef, que se hace llamar Dr. Shakshuka (un judío de Libia), prepara el plato del mismo nombre, una especie de pisto procedente del Norte de África a base de tomates, pimientos y huevos escalfados en los que se moja abundante pan, muy parecido al turco «Menemen» o a los huevos rancheros latinoamericanos. No hay que perdérselo, pero conviene (ya se ha dicho) reservar mesa y prepararse para una comida contundente, generosa y muy sabrosa.

  5. Jaffa, Jonás y la ballena

    Puerto de Jaffa Foto
    Puerto de Jaffa Foto - PILAR ARCOS

    Antes o después de ir al Dr. Shakshuka, conviene darse un paseo por la ciudad de Jaffa, en realidad un barrio costero que dio origen a Tel Aviv. Su puerto pesquero, con una historia de al menos tres milenios, todavía funciona. De aquí dicen las sagradas escrituras que partió Jonás poco antes de naufragar y ser engullido por la ballena.

    Por él han pasado musulmanes, cristianos, judíos e incluso egipcios, y todos ellos han dejado una huella que se percibe en sus calles adoquinadas y retorcidas con casonas de gruesos muros de piedra. Su vida apacible invita al paseo, y parece mentira que a poca distancia se encuentren las prisas y el ajetreo de la ciudad moderna.

  6. Ilana Goor, una artista diferente

    Casa-Museo de Ilana Goor
    Casa-Museo de Ilana Goor - PILAR ARCOS

    En Jaffna hay pensiones, restaurantes, bares y muchas galerías de arte. Una de ellas, convertida en museo, es la de Ilana Goor. Un lugar sorprendente que a nadie deja indiferente. La casa que lo alberga tiene más de dos siglos y es un fiel reflejo de la arquitectura local. Desde sus terrazas se tiene una vista privilegiada de la ciudad y del mar Mediterráneo. Fundado hace 20 años, el museo es una institución privada en la que se exponen tanto las obras de Goor, como muchos objetos de su colección privada. Autodidacta, la artista es oriunda de Tiberias, aunque ha vivido durante muchos años en Estados Unidos, donde triunfó. La mayoría de su obras reflejan dos de sus grandes obsesiones, el sexo y la muerte, los eternos eros y tánatos.

  7. El «auténtico» Santo Sepulcro

    Entrada a la cueva del auténtico Santo Sepulcro
    Entrada a la cueva del auténtico Santo Sepulcro - PILAR ARCOS

    En Jerusalén, la ciudad tres veces santa, al final de la Vía Dolorosa que trascurre por el barrio musulmán se encuentra la Basílica del Santo Sepulcro, donde Cristo fue sepultado y a los tres días resucitó. Hoy es un punto turístico de primer orden cuya propiedad es compartida por las iglesias Católica, Ortodoxa Griega, Armenia, Copta, Etíope y Siria. Allí se encuentra también el lugar donde estuvo clavada la Cruz y la piedra donde fue ungido el cuerpo de Jesús antes de ser sepultado. Sin embargo hay quienes aseguran que el verdadero sepulcro no estaba allí, sino a unos pocos metros en una cueva escavada en la piedra, como un gran nicho, hoy solitaria y que muy poca gente visita.

  8. La escalera abandonada

    Fachada de la iglesia del Santo Sepulcro con la escalera abandonada marcada por un círculo
    Fachada de la iglesia del Santo Sepulcro con la escalera abandonada marcada por un círculo - PILAR ARCOS

    La fachada principal de la Basílica del Santo Sepulcro encierra otro misterio. Bajo el alfeizar de una de las ventanas superiores hay una escalera de madera apoyada sobre un saliente del edificio. Dicen que está hecha de madera de cedro del Líbano y que se encuentra allí desde mediados del siglo XVIII sin que nadie se atreva a moverla. Solo se ha cambiado de posición durante alguna de las obras de mantenimiento, pero luego ha sido devuelta a su lugar original. Y es que ninguna de las congregaciones religiosas se atreve a quitarla para no atraer las iras de otras comunidades. Algunos piensan que mientras esté la escalera en su sitio, la continuidad de la basílica está asegurada.

  9. Los wad del Desierto de Judea

    Wad del desierto de Judea
    Wad del desierto de Judea - PILAR ARCOS

    El Mar Muerto es una de las principales atracciones turísticas de Israel. El desierto de Judea lo bordea en su margen occidental desde el altiplano de Jerusalén hasta las depresiones cercanas a la frontera con Jordania. Zona de escasa pluvosidad, cuando llueve lo hace de verdad y a menudo en forma torrencial, anegando los cauces casi siempre secos de numerosas ramblas que se conocen como wad o uadi, y que con el paso del tiempo y la erosión forman profundos y tortuosos cañones.

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  10. La fortaleza de los mil suicidios

    Fortaleza de Masada, junto al Mar Muerto
    Fortaleza de Masada, junto al Mar Muerto - PILAR ARCOS

    Masada, que significa en hebreo Fortaleza, es una fortificación construida por Herodes el Grande entre el 37 y el 31 antes de nuestra era. Se eleva majestuosa en una meseta que domina buena parte de la zona sur del Mar Muerto, en el borde oriental del desierto de Judea. Impresionante atalaya que, según el historiador fariseo Josefo, soportó el asedio romano que acabó con el suicidio colectivo de mil personas.

    Declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad en 2001, hoy recibe la visita de gran cantidad de turistas que alcanzan sus elevadas murallas bien a pie o en un cómodo teleférico.

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