El «Gran Elefantdret» de Barceló en la Plaza Mayor salmantina
El «Gran Elefantdret» de Barceló en la Plaza Mayor salmantina - D. ARANZ

SALAMANCAEl arca de Barceló desembarca en el Tormes

Ochenta obras del artista dan un aire de modernidad a los espacios monumentales de esta Ciudad Patrimonio de la Humanidad

Salamanca Actualizado: Guardar
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Declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1988, Salamanca brinda al visitante hasta el próximo 1 de octubre la oportunidad de conjugar historia y modernidad a través de las ochenta obras que Miquel Barceló ha desplegado en una capital que se dispone a conmemorar el VIII Centenario de su universidad en 2018.

Con el patrocinio de MAPFRE y la colaboración del Ayuntamiento de Salamanca, el artista mallorquín exhibe en la ciudad del Tormes la exposición «Miquel Barceló. El arca de Noé» concebida, precisamente, pensando en los distintos espacios que ocupa y que, sin duda, constituye un recorrido cultural que a nadie deja indiferente.

Desde el Colegio y la Hospedería Fonseca hasta la Plaza Mayor pasando por el patio del Palacio de Anaya, sede de la Facultad de Filología, ubicada junto a las Catedrales, hasta el Patio de Escuelas y la sala de exposiciones que aquí se encuentra, el visitante tendrá a su alcance sensaciones especiales y distintas por esa conjunción de lo viejo y lo nuevo.

Así, la pintura que da nombre a la exposición «El arca de Noé (2014) y que puede contemplarse en la Capilla del Colegio Arzobispo Fonseca es una obra de 4 x 6 metros de la serie de naturalezas muertas-paisajes. Junto a ella se exhiben dieciocho cerámicas que el artista mallorquín realizó, salvo una, entre 2012 y 2016.

En las paredes de la Hospedería Fonseca cuelga un grupo de pinturas y obras sobre papel de gran formato, realizadas entre 2009 y 2016, que pueden dividirse en varios bloques: naturalezas muertas, con paisajes en los que las frutas y verduras flotan en espacios matéricos; pinturas blancas casi abstractas; pinturas de fondos marinos con formas luminosas que sugieren criaturas abisales; y pinturas en relieve de cabezas de animales que remiten al arte rupestre.

A todo ello es une en este mismo espacio dos autorretratos: uno pintado sobre una piel de animal, que remite al curioso a ciertas imágenes budistas e hinduistas y que fue concebido tras un viaje al Himalaya, y otro perteneciente a otra serie de pinturas negras.

Por la calle Ramón y Cajal, Plaza de las Agustinas y calle Prior se accede a la Plaza Mayor, donde se puede apreciar el «Gran Elefantdret» (2009), una escultura que muestra un elefante de bronce de siete metros de altura que parece mantener el equilibrio sobre el suelo solo con su trompa, y que en consonancia con el reloj del Ayuntamiento cada hora sale humo por lo más alto.

Patio de Escuelas de la Universidad
Patio de Escuelas de la Universidad - DAVID ARRANZ

Tras abandonar el ágora y caminando por La Rúa hasta el final, el visitante se encuentra con otra obra monumental en el patio de la Facultad de Filología. Se trata de «Le grand écouteur», una escultura en poliuretano molido que se eleva casi hasta los seis metros.

Ya en dirección a la Universidad y más concretamente en el Patio de Escuelas Menores, se ubican «14 Allumettes» (2015), un bosquecillo de cerillas usadas de bronce que superan los tres metros de altura, y junto a ellas se presentan las obras más antiguas de la muestra, veintiséis acuarelas pertenecientes al conjunto realizado por Barceló entre 2001 y 2003 para ilustrar la «Divina Comedia» de Dante Alighieri.

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