Pueblos casi desconocidos, con menos de 50 habitantes, para visitar cualquier fin de semana
Pequeñas localidades, muchas de ellas de montaña, donde descubrir la paz en medio de la naturaleza
España está llena de lugares por descubrir. Estos pequeños pueblos, muchos de ellos de montaña , esconden un paisaje mágico donde hacer volar la imaginación. Callejuelas, iglesias, encantadoras casas de piedra con apenas población pero que harán de la visita un recuerdo imborrable.
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Bulnes (Asturias)
Bulnes es un pequeño pueblo del concejo de Cabrales y quizá, el más famoso de los Picos de Europa . Enclavado en un valle y encerrado en medio de impresionantes montañas, la localidad, de apenas 50 habitantes, está dividido en dos barrios. Hasta el año 2001 solo se podía llegar a ella a pie y en el crudo invierno quedaba aislada. Con el inicio del siglo XXI llegó el funicular subterráneo que tarda siete minutos en recorrer los 2.200 metros de túnel y 400 metros de desnivel que separan la estación en Poncebos y la oficina de Bulnes.
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Bandujo (Asturias)
Bandujo es un pueblo medieval ubicado en el concejo asturiano de Proaza de apenas 40 habitante. Pasear por sus calles, entre casas de piedra con chimeneas humeantes, antiguos hórreos o un viejo lavadero es retroceder en el tiempo. Todo el pueblo, del siglo VIII, está declarado Bien de Interés Cultural desde el año 2009. El visitante no puede perderse su Palacio, la Torre de Bandujo de los siglos XI-XIII o la Iglesia de Santa María, del siglo X.
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La Hiruela (Madrid)
Al norte de la Comunidad de Madrid a 105 kilómetros de la capital y en la cuenca del río Jarama se encuentra La Hiruela un pueblo de la Sierra del Rincón donde sus casas de piedra, adobe y madera de roble de la dehesa, apenas han sufrido modificaciones en su estructura desde su construcción. Algunos de los edificios y elementos tradicionales protegidos son el pilón, el Molino Harinero a orillas del río Jarama, la Casa Consistorial y la antigua escuela, esta última hoy transformada en Bar-Social, la Casa del Cura y la Casa de la Maestra. Auténtica reserva de la naturaleza , posee un entorno natural envidiable.
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Madarcos (Madrid)
En la Sierra Norte de Madrid se esconde Madarcos , un pequeño pueblo de apenas 46 habitantes en el que «perderse» entre sus callejuelas que llevan hasta la iglesia Parroquial de Santa Ana, el Potro de Herrar, o el conjunto arquitectónico del Ayuntamiento. Junto al pueblo está el Parque Natural Hayedo de Tejera Negra .
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Piornedo (Lugo)
En lo alto de un valle se encuentra Piornedo , una pequeña aldea de la sierra de los Ancares, en Lugo a 1100 metros de altitud. Con una población de apenas 40 personas sus casas de montaña y hórreos trasladas al visitante a otra época. La aldea, eclarada Bien de Interés Cultural , cuenta con un total de 14 pallozas, construcciones prerromanas con techumbre vegetal que servían como vivienda, establo y granero y que fueron habitadas hasta hace pocos años. Algunas se han restaurado como la Casa do Sesto hoy museo etnográfico. En lo alto del pueblo se encuentra una pequeña ermita dedicada a San Lorenzo.
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Peñalba de Santiago (Ponferrada)
Peñalba de Santiago , localidad del municipio de Ponferrada (León) está catalogado como Bien de Interés Cultural desde 2008 con categoría de Conjunto Etnológico.
Sus viviendas de pizarra están construidas alrededor de la iglesia de Santiago de Peñalba, fundada por San Genadio, y joya de la arquitectura mozárabe del siglo X. Especialmente digna de mención es la Casa de los Diezmos, donde se guardada la décima parte de las cosechas con la que cada vecino debía contribuir al sostenimiento de la iglesia de Astorga.
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Villarroya (La Rioja)
Fundada por pastores arnedanos en la Baja Edad Media, Villarroya , en La Rioja tiene apenas cinco habitantes por lo que la tranquilidad está garantizada. Lugar de grandes excavaciones arqueológicas en las que se encontraron valiosas piezas de la era pleistocénica, la población se dedicaba sobre todo a las minas de carbón. En 1967 cerraron las galerías y quedó despoblado. Los pocos habitantes de este municipio viven de la agricultura y de la ganadería.
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Bausen (Lérida)
En los Pirineos, en el leridano Valle de Arán se encuentra la pequeña localidad de Bausen . El último pueblo antes de cruzar la frontera con Francia, Bausen esconde la magia del silencio. El visitante podrá pasear por sus empinadas callejuelas rodeadas de típicas casas aranesas de tejados de pizarra y disfrutar simplemente de este paisaje de montaña. En 1823 sufrió un gran incendio que obligó a sus habitantes a reconstruir el pueblo casi por completo. De las ruinas del incendio queda aún en pie la iglesia de San Pedro ad Vincula, del siglo XVIII.
