Los miradores donde ver los atardeceres más bonitos de Madrid

Madrid es ciudad de bellos atardeceres, sobre todo ahora en otoño. Se ha dicho que sus cielos son velazqueños, porque fue él quien mejor los pintó. Hay miradores en los edificios altos: la cúpula de la catedral de la Almudena, el edificio de El Corte Inglés de Callao, la azotea de Bellas Artes, la terraza del hotel Riu (en la Plaza de España), el hotel Emperador (en la Gran Vía), el mirador del Palacio de Cibeles. Pero las mejores vistas las encontramos donde se ve paisaje, casi todas sobre la Casa de Campo y el Parque del Oeste, que además son gratis y no hay aforo. Madrid es la capital europea con más árboles. Decía el Principito de Saint Exupery: «Cuando uno se encuentra triste, gustan las puestas de sol». Muchos en ese momento intentan coger el sol con la mano.

1

Jardines de las Vistillas

Al conquistar Alfonso VI lo que entonces era Magerit, dejó que los musulmanes quedaran en las afueras de la muralla en el cerro de las Vistillas, que se convirtió en barrio mozárabe (nombres de calles como Morería lo recuerdan). Al lado del Viaducto, con vistas al Manzanares y a la Casa de Campo, fue barrio castizo, que por algo está alli la estatua de La Violetera.

2

Rosaleda de San Francisco

Al lado de San Francisco el Grande, la mejor vista es desde la estatua de san Isidro Dormido, obra de Santiago Costa, que se convirtió en el deseo de los currantes. Descansar mientras el ángel hace su trabajo y le ara los campos. El patrón de Madrid, en pleno descanso, es el único allí que no ve el atardecer. Cuando se inauguraron los Jardines en 2007, eran una dalieda, pero como su periodo de floración era muy corto, ahora hay más rosales.

3

Templo de Debod

Sobre lo que fue Cuartel de la Montaña -al lado de la Plaza de España- se ubicaron las ruinas del Templo egipcio de Debod donde se adoraba al sol y sus piedras (del siglo II a. d. C. ) y, al igual que hace miles de años, recibe los últimos rayos al atardecer. Lugar muy solicitado donde la Policía vigila para que después no se organicen botellones, cosa difícilde evitar los fines se semana. El templo fue donado a España por el gobierno egipcio para evitar que quedara inundado tras la construcción de la gran presa de Asuán.

4

Mirador de La Almudena

Entre la realeza (el palacio) y la Iglesia (la catedral) se encuentra este mirador abierto recientemente con unas verjas que se cierran en cuanto termina la puesta de sol. Entonces se encienden las luces de la Catedral, que son también un espectáculo. Para entrar a la catedral se pide un donativo de un euro por persona que se destina al mantenimiento del edificio.

5

Las tetas del Cerro del Tío Pío

Situadas en el Puente de Vallecas son siete pequeñas colinas que se llenan de gente que suele ir a merendar en la pradera... y a ver los atardeceres, por supuesto. Desde este lugar se disfruta seguramente de la mejor panorámica de la ciudad de Madrid. Lo de ver el paisaje reposando sobre una teta es algo más que simbólico, viendo cómo las sombras se alargan sobre la hierba hasta desaparecer. Allí se vivía en cuevas hasta que el tal Pío, que era chatarrero, levantó la primera chabola en 1916. Hoy es un parque.