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Belenes, dulces, mercadillos: la Navidad de Andalucía que hay que conocer

Todas las provincias anadaluzas relucen y bullen durante estas fiestas con singulares formas de vivir la Navidad

Iluminación navideña en las calles de Triana y del centro histórico de Sevilla Juan Flores

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La Navidad tiene un carácter especial en Andalucía: de las zambombas jerezanas a los céntricos mercadillos, de las cabalgatas centenarias a los belenes vivientes multitudinarios, del anís de Rute y los polvorones de Estepa al Museo de la Navidad de Montefrío... En Andalucía siempre se le pone entusiasmo a la vida, y en estas fechas se redobla.

Simplemente con un paseo por las capitales andaluzas ya se puede disfrutar del ambiente navideño. A las calles iluminadas y decoradas y los escaparates tentándonos a las compras se unen los mercadillos navideños en los que se ofrece artesanía, cerámica, joyería, ropa, figuras navideñas, adornos o complementos. La Feria del Belén de Sevilla, el de la plaza Bib Rambla de Granada, el del Paseo del Parque de Málaga, el Mercadillo de Artesanía de Almería, el de la plaza de la Tendilla en Córdoba o la Feria de Artesanía de Cádiz son solo algunos de los más destacados. Y eso sin siquiera empezar a enumerar los que se montan en otras localidades más allá de las capitales.

La ruta de los belenes

El Belén Viviente de Beas (Huelva) es el segundo más antiguo de España y primero de Andalucía, con 50 ediciones EFE/Julián Pérez

Y es precisamente en localidades más pequeñas donde se vive la Navidad de formas más singulares. Los pueblos echan el resto y tiran de ingenio para ser lo más atractivos posibles para estas fechas. Un ejemplo son los muchos belenes que se montan en estas fechas por toda Andalucía. Por supuesto, las grandes ciudades también los tienen: los de la Asociación belenista La Roldana en Sevilla o la Asociación belenista de Jerez , el del Jardín Botánico de Córdoba , el belén napolitano del sevillano Museo Bellver o el de la Iglesia de Santo Domingo de Úbeda. Pero fuera de ellas encontramos ejemplos tan singulares como el belén viviente de Arcos de la Frontera, para el que muchas calles de la localidad se decoran con palmeras y se iluminan con antorchas. O el de Fontanar, en Jaén, que aprovecha como escenario las casas encaladas en la montaña y las cuevas de la Rambla del Fontanar. Mientras tanto, en Sanlúcar la Mayor son sus murallas las que sirven para recrear la Palestina de 2000 años atrás. El de Beas es el segundo más antiguo de toda España. Medina Sidonia, Espera, Ubrique, El Gastor, Corrales, Galaroza, Almayate y más localidades que se vuelcan en sus belenes vivientes. O en los no vivientes, como los que se pueden ver en el Museo del Belén de Mollina , que contiene belenes ambientados en lugares tan singulares como el teatro romano de Cartagena, las favelas de Río de Janeiro o el Patio de los Leones de la Alhambra. No es el único museo en Andalucía dedicado a estas fiestas: en Montefrío está el Museo de la Navidad, que acoge la colección privada de decoración navideña de los belgas Guy Theuwkens y Nathalie Vanherck.

Verdiales y campanilleros

Fiesta de Zambombas en Jerez TURISMO DE ANDALUCÍA

Otro elemento clave de estas fechas es la música. Hay villancicos por doquier, pero lo más característico (y flamenco) son las zambombas , reuniones en las que se canta y se baila con acompañamiento de almirez, pandereta, botella de anís, castañuelas y -cómo no- el instrumento que les da nombre. Jerez es donde esta tradición está más arraigada: allí, asociaciones vecinales, peñas flamencas, centros educativos, partidos políticos, hermandades y hasta teatros organizan sus propias zambombas, además de las que puedan surgir espontaneamente y en las que a lo largo de los años no ha sido raro ver participar a leyendas del flamenco como La Paquera de Jerez o José Mercé. No es la única expresión musical particular de la Navidad, ya que también destacan los verdiales de Málaga o los campanilleros de Sevilla o Pozoblanco.

Sabores dulces

Dulces en el Convento Clarisas de Estepa VANESSA GÓMEZ

Otra cosa que no puede faltar en Navidad son los dulces típicos . Y Estepa es seguramente la capital gastronómica navideña por sus alfajores, roscos de vino, mantecados, polvorones , pastorcitas, hojaldrados, recubiertos de chocolate, yemas, empiñonados o bolas de coco. También merece la pena pasar por la cordobesa Rute, una ciudad que vive intensamente estas fechas (incluyendo la creación cada año de un singular belén hecho de chocolate) y donde se elabora un delicioso turrón de chocolate y un anís muy típico para terminar las cenas navideñas, como también lo es el de Cazalla de la Sierra. Además de todo eso, no podemos olvidar el pan de Cádiz , el resol (licor de café jiennense), mazapanes, pestiños...

Todo ello para vivir noches mágicas como la Nochebuena -con su tradicional Misa del Gallo-, la Nochevieja o la noche de Reyes. Y justo antes de esta última, alguna de las muchas cabalgatas, entre las cuales destaca la de Higuera de la Sierra, que empezó en 1918 (es la segunda más antigua de España) con tres personas a caballo vestidos de Reyes Magos y repartiendo caramelos a los niños del pueblo y que hoy es una gran celebración con más de una docena de carrozas en las que vecinos representan escenas de la natividad de Jesús. Muy distinto, pero también digno de ver, es el «arrastre de latas» de Algeciras, durante el que los niños algecireños arrastran miles de latas por las calles, para que el ruido impida que los Reyes Magos se queden dormidos y se olviden de llevarles sus regalos. Una más de esas tradiciones navideñas que hacen que merezca tanto la pena visitar Andalucía estos días.

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