Recorrido turístico por los Arribes del Duero
Recorrido turístico por los Arribes del Duero - PILAR ARCOS

Arribes del Duero: una espectacular ruta en barco entre España y Portugal

El Crucero Medioambiental de la Estación Biológica Internacional sale de la ciudad fronteriza de Miranda do Douro

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Llegas desde Zamora por la penillanura mesetaria y hasta que no estás casi encima de la grieta no ves el profundo corte, el penetrante tajo horadado a través de siglos por el río Duero, en una «labor terca» a decir de Miguel de Unamuno. Pronunciadas pendientes graníticas escarpadas enmarcan el caudal que corre tranquilo pero potente.

Es el parque natural de Arribes del Duero, un espacio natural protegido en el noroeste de la provincia de Salamanca y el suroeste de la de Zamora. Arribes deriva del latín «ad ripae», orilla. En una la de España, en la otra la de Portugal. En el lado luso se llama Parque Natural do Douro Internacional, y los dos unidos, como algunos sueñan que debería estar la «Balsa de piedra» de Saramago, fueron declarados el año pasado por la Unesco Reserva de la Biosfera Transfronteriza bajo la denominación Meseta Ibérica.

Atracción turística de primer orden, el Crucero Medioambiental de la Estación Biológica Internacional se hace a bordo de un cómodo catamarán con techo transparente y capacidad para 120 personas que se adentra en el tramo más espectacular de lo que algunos deseoso de buscarle tres pies al gato han llamado «Gran Cañón Europeo». Sale de la ciudad fronteriza de Miranda do Douro, llega hasta el Valle del Águila y Villardiegüa de la Ribera, se da la vuelta y regresa al punto de partida. Total una o tres horas, a elegir, de apacible singladura entre farallones de hasta 400 metros de altura y una anchura entre orilla y orilla que llega a los 200 metros.

Durante el recorrido, una empleada de la Estación Biológica explica por megafonía los recursos etnográficos, la flora y geología de los acantilados, que curiosamente son más frondosos del lado portugués que del español, a causa de su situación con respecto al sol. Y sobre todo la fauna que va de la abundante cigüeña negra, al escaso lobo, pasando por la nutria cuya población se recupera en gran medida por los proyectos llevados a cabo en la Estación Biológica. A su regreso, los pasajeros disfrutan de una degustación de vinos generosos de Oporto, junto a actividades didácticas e interactivas con animales autóctonos criados en cautividad.

Cómo llegar

Por carretera, de Madrid a Zamora hay 254 km por la AP6 y luego la A6. Y de Zamora a Miranda do Douro hay unos 55 km. por la N-122 y la ZA-321. En total se pueden tardar unas cuatro horas, aunque es muy recomendable hacer una larga parada (quizá un día con su noche) en Zamora, que por algo «no se tomó en una hora».

Miranda do Douro

En plena Raya fronteriza se levanta Miranda do Douro a lomos de una colina que se despeña hacia el río. Pueblo medieval de murallas prerrománicas y castillo del que quedan algunas ruinas.

Subiendo desde el Parador Santa Caterina, donde es recomendable alojarse y comer, llegamos a la Rua Mouzinho de Alburquerque, una especie de calle mayor que atraviesa el pueblo hasta la Sé (catedral) de Santa María, pasando por varias casonas del s. XV hechas con el granito y la pizarra de los Arribes, y la plaza de Don Joao III con las estatuas de una pareja de mirandeses, ella con alforjas y él con la típica capa d'honra (capa de honor) similar a las alistanas o las capas pardas zamoranas.

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