Más razones para descubrir y amar Almería

La provincia más al este de Andalucía se destapa como un pequeño continente donde encontrar todas las posibilidades que ofrece la naturaleza. Y a menos de una hora de viaje entre destino y destino. En el interior de Almería el viajero puede perderse en la diversidad natural de una provincia llena de posibilidades para el turismo activo y el deporte al aire libre. Los bosques milenarios emergen ante el turista para dar un soplo de aire y cobijo entre los árboles. Las rutas por este tipo de parajes son una experiencia inolvidable de mimetismo con las árboles. Muy cerca de ellos aparece el desierto, que tantas veces sirvió de plató para el «western» o que, recientemente, ha sido escenario del rodaje de Juego de Tronos.

Es el «alter-ego» a las frondosas arboledas. El contrapunto y la demostración de una diversidad única. Es lo que ofrece este pequeño continente llamado Almería.

La provincia descubre los pueblos blancos de la sierra, casi salvajes anclados entre los nacimientos de los ríos, las cumbres nevadas, el sol, la arena que sube desde el desierto de Tabernas y la vegetación pre-desértica. Es un paraíso dulce y extremo a la vez. Es la variedad de su entorno natural la que ha abierto las puertas a los viajeros que buscan sensaciones. Se ha instalado la práctica de modalidades deportivas de todo tipo. El parapente permite disfrutar de los parajes a vista de pájaro, pero también a ras de suelo se puede vivir Almería en bicicleta, haciendo senderismo o en rutas programadas. Se puede recorrer Almería en coche, en moto o, incluso, a lomos de un camello.

Más que playas

Pero la costa es el principal reclamo. Más de doscientos kilómetros de litoral repletos de preciosas postales. Desde las playas de poniente, donde se ha instalado la práctica de multitud de deportes, hasta los enclaves paradisiacos del levante con el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar como máximo exponente. Lugares para perderse en el encanto de sus playas, el azul de sus mares y la belleza de sus paisajes. Los amantes de la fotografía tienen una cita ineludible con Almería para recrear algunas de las imágenes naturales más potentes de la geografía española.

Oferta que viene sazonada con una rica gastronomía, donde las tapas son el principal baluarte. Manjares en pequeño tamaño que permiten degustar desde los pescados más frescos hasta las carnes a la brasa más jugosas, pasando por platos tradicionales, como las migas o los gurullos.

Las cifras del crecimiento

El crecimiento del destino se vislumbra en las cifras, que crecen cada año. En 2016 se han superado los 5 millones de pernoctaciones entre las que si bien, el mercado nacional, tiene un peso muy significativo, el internacional es el que más ha crecido subiendo un 50 por ciento con respecto al año anterior. Relevante ha sido el crecimiento de la llegada de pasajeros a través del aeropuerto de Almería con un aumento del 33 por ciento, gracias al incremento del número de vuelos internacionales que conectan 21 puntos de Europa con la provincia.