La Iglesia de San Nicolás es la mayor y la más antigua iglesia de la ciudad, y sobre todo un punto muy vinculado con la historia y el destino de sus ciudadanos. Su fachada oeste resalta por su estilo románico, pero es su interior lo que más impresiona al visitante por su clásica perfección que se puede admirar en el techo, las columnas con forma de palmeras y su colorido general. Levantada en la plaza más vieja de Leipzig, fue aquí donde se desarrollaron desde 1982 las llamadas «Oraciones del Lunes», convertidas en 1989 en manifestaciones y protestas, que acabaron sellando el fin de la RDA. Se le llamó «ciudad heroica». Sus habitantes recuerdan especialmente la manifestación de más de 70.000 personas del 9 de octubre de 1989, clave en el impulso decisivo a la reunificación de Alemania [este año se celebra el 25 aniversario].

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Leipzig vive la música durante todo el año como pocas ciudades en Europa y uno de los emblemas de ese rico pasado musical lo representa el coro de Santo Tomás, que cumplió 800 años de antigüedad en 2013. En la Iglesia de Santo Tomás de Leipzig, construida a partir del convento de la Orden de Canónigos Agustinos, se pueden escuchar tres veces a la semana; los viernes y los sábados con la orquesta Gewandhausy los domingos durante la santa misa. En su interior Martín Lutero predicó sus ideas sobre la Reforma y Juan Sebastian Bach dirigió el coro en calidad de cantor de Santo Tomás durante casi 30 año, hasta 1750, año de su muerte. En la actualidad el coro es mixto, viste con una llamativa indumentaria de «marineros» y está compuesto por cien voces jóvenes que no pueden superar la edad de 18 años. Son chicos y chicas normales que juegan al fútbol, la playstation y oyen música rock. Su repertorio oficial es muy distinto centrándose en las cantatas, motetes y oratorios de Bach. Lo dirige el cantor número 36 Georg Christoph Biller (Bach ocupa el puesto 16 de la lista), Fuera de este templo, se levanta la estatua del célebre músico (1908) y sus restos descansan en esta iglesia de 1212. Información: www.thomaskirche.org/

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En 1525 el médico y catedrático de universidad Heinrich Stromer de Auerbach abrió un bar para estudiantes en la bodega de su casa y lo llamó Auerbachs Keller. «El vino es un excelente profiláctico contra diversas dolencias, si se hace un correcto uso de él», afirmaba el profesor para asegurarse una clientela que ha sido fiel en estos casi quinientos años a este local del pasaje Mädler, antaño punto de venta de vino y convertido hoy en el restaurante más famoso de Leipzig. Goethe lo frecuentó con mucha asiduidad durante los tres años que pasó en la ciudad en su época estudiantil y lo utilizó como escenario en su popular obra «Fausto». En la Gran Bodega del restaurante, construida entre 1912 y 1914, se sirven principalmente platos de la cocina burguesa sajona y comida que pueda acompañarse con cerveza. Una fórmula de éxito pues desde el Auerbachs Keller ha atendido a alrededor de 92 millones de clientes. En la actualidad, el local está abierto a diario desde las 12 horas. Inf: www.auerbachs-keller-leipzig.de

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Si quieres ser testigo del nuevo impulso económico de Leipzig vale la pena acercarse hasta la fábrica que Porsche levantó en 2002 a las afueras de la ciudad. En este edificio, que tiene forma de diamante gigante, se organizan visitas guiadas a través de la propia fábrica y por el museo de la escudería deportiva. Existen cuatro tours posibles y en el último de ellos, de seis horas de duración, se ponen a disposición diez vehículos para conducir por las pistas de prueba y rodaje, siempre con la ayuda de dos instructores. Pensado para un grupo de 40 personas, incluye también almuerzo y cena por 10.915 euros (272,78 euros por persona). De cualquier manera, el visitante puede experimentar la sensación de subirse a alguno de los lujosos vehículos que construye la marca y ver desde lo alto del edificio el circuito anexo de coches de velocidad y la pista todo terreno escalonada para los vehículos «todoterreno», situados en una amplia zona de más 100 hectáreas de naturaleza. Más información, aquí.

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En el museo Bach, reinaugurado en 2010, puedes descubrir y explorar la vida y obra del músico, su trabajo y el impacto actual del compositor y de toda su extensa familia en una exposición interactiva y multimedia. En el museo sorprende comprobar cómo el legado del músico ha podido preservarse e incluso incrementarse en los últimos tiempos gracias a la donación en 2014 del coleccionista norteamericano William H. Vagina. El filántropo entregó su colección de libros y manuscritos y devolvió el famoso retrato pintado del músico (1748) a Leipzig, el único contemporáneo que se conserva, a la edad de 60 años, con un valor estimado de dos millones y medio de dólares, aunque el original se exhibe ahora en el Museo de la Ciudad en el antiguo Ayuntamiento. El recinto ocupa una superficie de 750 metros cuadrados y cuenta como mayor atracción con la cámara del tesoro, que alberga los manuscritos originales de Bach y otras joyas. Un pequeño jardín del Edén y una cabina sonora brindan la ocasión de disfrutar de unos momentos de relajación con la música del genial compositor. Este año el museo, que abre de martes a domingo (10-18h), conmemora los 1.000 años de la ciudad con una exposición sobre el papel importante que las mujeres representaron en el barroco de Leipzig y, debido al aniversario, el Festival de Bach presentará una programación especial del 12 al 21 de junio. Inf: www.bach-leipzig.de

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Este monumento, uno de los más grandes de Europa, conmemora la batalla de los aliados contra las tropas de Napoleón en 1813, en la que el militar francés fue finalmente derrotado tras su intento de ocupar el otro lado del río Rhin. Con 91 metros de altura y 364 escalones para llegar a la plataforma, ofrece una vista panorámica de Leipzig. En los alrededores, un viejo gasómetro sirve de mágico escenario para introducirse en la célebre batalla desde una torre de 18 metros instalada en el interior. En la parte superior hay una vista virtual de 360 grados de la contienda con fotos realizadas por el equipo del arquitecto vienés Yadedar Asisi. Solo de los extras caracterizados tiraron cuarenta mil fotos. Un total de 560 gigas para un exhibición espectacular.

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En el oeste de Leipzig se esparcen los barrios más de moda para disfrutar del arte y la cultura a la última en la ciudad. Aquí se encuentra el romántico Karl Heine Canal, con rincones para enamorados que se pueden disfrutar en barco o bicicleta (Inf: www.lipzitours.de / www.bootstour-leipzig.de), y jardines alternativos donde es posible tomar pasteles frescos, sopas y bebidas calientes en compañía de una cabra que juguetea por la hierba, junto a las hamacas y columpios de un solar rodeado de edificios. El negocio se llama Wilder Henz y sorprende descubrirlo en medio de la ciudad. Muy cerca, en las calles Heine Boulevard y Merseburger Strasse, hay también una variada oferta de tiendas, cafés y bares, con focos culturales muy originales repletos de talleres de artistas, galerías de arte y oficinas: el Westwerk, la Tapentenwerk y el Spinnerei, con su gran sala de exposiciones (Halle 14), cien estudios de artistas, once galerías, talleres, arquitectos, diseñadores, creadores de joyas y moda, un centro internacional de baile y coreografía, teatro, cine y hotel, instalados en la antigua Hilandería de Algodón («Baumwollspinnerei»), fundada en 1884. La mayor hilandería de algodón de Europa, a principios del siglo XX, se ha transformado cien años después en uno de los centros de producción y de exposición más interesantes del arte y la cultura contemporáneos en Europa. Abierto de martes a sábado (11-18 horas). Inf: www.spinnerei.de.

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En la Augustusplatz es imprescindible la visita de la Gewandhaus (Casa de la Música), cuna de la orquesta Gewandhaus, fundada en 1743, y dirigida durante mucho tiempo por Kurt Masur, Felix Mendelssohn Bartholdy y Arthur Nikisch. Actualmente se encuentra bajo la batuta de Riccardo Chailly, quien ha logrado situarla entre las mejores orquestas del mundo, con más de 200 representaciones anuales. En el interior de la casa impresiona el órgano, cuyos 6.638 tubos —el más largo mide 9,5 m y el más pequeño 8 cm— proporcionan un sonido espectacular. Cuando visites Leipzig, no olvides que la orquesta actúa muy habitualmente en la Ópera de la ciudad, otro edificio histórico con más de trescientos años de tradición, y en la Iglesia de Santo Tomás durante las cantatas semanales de Bach que interpreta su famoso coro. Más información, aquí.

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Instrumentista, director, organista, pintor... Felix Mendelssohn fue uno de los compositores más importantes del siglo XIX. En Leipzig, la ciudad en la que fundó el primer conservatorio de Alemania, se ha conservado su último domicilio privado, la Casa Mendelssohn, que fue reabierta al público el 3 de febrero de 2014 como museo con una superficie de 900 metros cuadrados. En el interior de la vivienda, restaurada según su diseño original en vida del artista, se palpa la atmósfera del siglo XIX con los muebles originales del compositor y una colección personal de cartas y acuarelas. Puedes encontrar este legado en la primera planta de la casa, mientras que en la nuevas salas del museo sorprende, por ejemplo, la «Effektorium», un podio único y conductor digital para dirigir una orquesta virtual con la instalación de trece altavoces, y la nueva biblioteca, repleta de libros, hojas de partitura e información audiovisual del músico. Abierto a diario de 10 a 18 horas. Conciertos los domingos a las 11h. Inf: www.mendelssohn-stiftung.de

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Una de las mayores estaciones de ferrocarril para pasajeros de Europa con 27 andenes y vías de acero. Se dice de la Hauptbahnhof, de casi 300 metros de anchura, que es tan grande que podría entrar en ella el Titanic. Su historia no es, en cambio, tan extensa aunque cumple este año su primer centenario. La Estación Central se puso en funcionamiento en 1915, en sustitución de varias estaciones pequeñas; hasta 1934 la estación tenía una administración sajona y una prusiana, y desde su última remodelación en 1998 se ha convertido en una de las estaciones de ferrocarril alemanas más modernas con un centro comercial repleto de tiendas y servicios. Desde esta estación central, Berlín se encuentra a una hora escasa; Hamburgo, a tres horas, y Frankfurt, a tres horas y media.

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En el museo Runde Ecke, ubicado en las antiguas oficinas locales de la Stasi en Leipzig, puedes comprobar como este edificio, originariamente construido para una compañía de seguros, albergó entre 1950 y 1989 el mayor depósito de información secreta de la zona de Leipzig y acabó siendo el símbolo del aparato de opresión de la RDA: cintas, fotografías, cartas privadas y, en definitiva, los archivos secretos que delatan la historia, la estructura y los métodos de la implacable policía secreta (Exposición «Stasi.Poder y banalidad»). Tras la caída del muro de Berlín en noviembre de 1989, el BürgerKomitee de Leipzig ocupó un mes después el edificio Runde Ecke para impedir que se destruyeran estos archivos. Era el final de la Stasi. El museo está abierto todos los días de 10 a 18 horas. La visita puede completarse fuera de la ciudad, visitando un búnker de la Stasi, entre 1968 y 1972, cerca de Machern. Este claustrofóbico espacio, de 1.435 metros cuadrados, contaba con 120 empleados permanentes, más dos oficiales de enlace de la KGB. Inf: www.runde-ecke-leipzig.de