Los aliens de la catedral de Palencia y otros «gazapos» en piedra

Un astronauta en la catedral

Miles de viajeros se detienen cada día unos minutos ante la fachada de la Universidad de Salamanca para contemplar su majestuosa decoración y, cómo no, buscar con curiosidad a la célebre rana que según la leyenda debían encontrar los estudiantes para aprobar. No suele faltar algún despistado, que incita a localizar aquí también a un astronauta. La figura compite en fama desde hace unos años con el batracio de piedra, pero fue esculpida a unas calles de allí. La segunda prueba de esta gynkana turística se encuentra en la Catedral Nueva de Salamanca, un templo levantado entre el siglo XVI y XVIII, adosado a la vieja catedral románica.

¿Cómo es posible que exista un astronauta en un edificio que acabó de construirse en 1733? El anacronismo labrado en piedra no es obra de ningún viaje en el tiempo ni de ningún visionario del futuro. El cantero Miguel Romero esculpió el astronauta en la Puerta de Ramos durante la restauración llevada a cabo en 1993. «Siguiendo los criterios de evidenciar el momento histórico en el que un bien ha sido restaurado, fueron incorporados a la zona intervenida en 1993 una serie de elementos identificativos del tiempo, conjunto al que pertenece el ya famoso astronauta», explican desde la Catedral.

De esa serie de elementos incluidos en esta restauración es el dragón sonriente que sujeta un cucurucho de helado con tres bolas.

Homenaje a un tuno

Aún en Salamanca existe otro «falso histórico» menos conocido, oculto entre las volutas y espirales de la iglesia de San Benito, en la calle de la Compañía. En la fachada del templo salmantino, entre los relieves de la pilastra, se esconde un tuno, con su jubón, que lleva una bandurria a su espalda y parece escalar a un balconcillo para su ronda.

Fue esculpido por Miguel Romero, el mismo cantero del famoso astronauta de la Catedral Nueva, en 1995 en homenaje a un tuno fallecido.

Aliens en Palencia

En la arquivolta exterior de la puerta de los Reyes de la Catedral de Palencia dos curiosas figuras se enfrentan cara a cara. No son dragones, ni demonios, tan frecuentes en el bestiario medieval, sino dos extraterrestres esculpidos en piedra. Aunque son muchas las disparatadas teorías que corren por internet, los aliens de Palencia se labraron en 1995, durante la restauración de esta portada de los Reyes o de San Juan.

El arquitecto Fernando Díaz-Pinés, aficionado a la ciencia ficción y al cómic, realizó el boceto en el que se basaron los escultores. En 1992 se había estrenado la tercera entrega de la saga que protagonizaba Sigourney Weaver y Díaz -Pinés quiso reflejar la época con una figura del bestiario contemporáneo.

No son los únicos elementos ajenos a la portada medieval. Entre los personajes con instrumentos se ven algunos con cascos de obra en lugar de los bonetes del siglo XV.

En la abadía de Paisley Abbey, en Escocia, también se esculpió un alienígena en una gárgola en los años 90.

Guiño a un popular fotógrafo

En la misma catedral de San Antolín de Palencia existe otro anacronismo, labrado años antes, a principios del siglo XX. Entre los años 1906 y 1916, el arquitecto Jerónimo Arroyo dirigió una restauración en el ábside exterior y en lugar de reemplazar una gárgola que se había desprendido por una similar de nuevo cuño, representó a un fotógrafo vestido con una larga bata y una cámara entre las manos. Fue su particular homenaje a José Sanabria, «un popular personaje que realizó gran número de fotografías sobre el patrimonio artístico palentino», explica la web del Ayuntamiento de Palencia.

No se vayan sin reparar en el llamativo esqueleto de otra de las gárgolas.

Un forofo del Atlético de Bilbao en Trujillo

El Athletic de Bilbao cuenta con seguidores en toda España, pero pocos han dejado una huella tan evidente de su afición como Antonio Serván. A este cantero se le encargaron unas obras de restauración en la iglesia de Santa María la Mayor en Trujillo (Cáceres) en 1972 y éste decidió esculpir el escudo de su equipo de fútbol en la Torre Julia.

«Este hecho desató una polémica que a punto estuvo de llevar a la cárcel al forofo cantero», cuenta la web de aficionados miathletic.com antes de señalar que tanto el director técnico de la obra como el arquitecto, también seguidor del club bilbaíno, habían dado su visto bueno a esta iniciativa.

«La única condición que le pusieron al cantero era que no repitiese los motivos heráldicos de los 52 capiteles de la torre, como era tradición en el Románico».

Enrique Terrachet cuenta en su libro «¿Dónde vas, Athletic?» (1982) que el cantero llegó a preguntar sobre el escudo a un inspector que acudió a ver las obras y éste, para su sorpresa, le respondió «Déjelo... Está muy bien». El propio Serván le confesó a Terrachet años después que el inspector también era del Athletic.

Todo el que visita la iglesia de Santa María la Mayor de Trujillo busca el escudo del club bilbaíno.

Un móvil de hace 20 años

Los visitantes de la catedral de Calahorra (siglo XVII) que reparan en este teléfono móvil esculpido en piedra no disimulan su sonrisa. Parece el Nokia 2110, tan popular en el año 1996 en que se restauró la portada de San Jerónimo del templo riojano.

Algunos elementos se habían perdido a causa de la arenización y fueron sustituidos por otros similares y este nuevo, con la fecha de la restauración y un símbolo de la época.

Veinte años después, este elemento de actualidad entonces insertado junto a la escena de la coronación de la Virgen y los patronos de la ciudad San Emeterio y San Celedonio, también evoca tiempos pasados.

En la catedral de San Juan Evangelista de Hertogenbosch (Países Bajos) existe también un moderno ángel vestido con vaqueros y con una bandolera al hombro, que habla con un móvil. Fue esculpido por Tom Mooy.

El ángel recibe alrededor de 30 llamadas al día en el teléfono, según indicaba The New York Times. Una pareja local, padres de dos hijos, dieron de alta un número ((+31)6 26347470) para que la gente pudiera llamar al ángel. La línea tuvo gran éxito y hoy el ángel cuenta hasta con cuenta en Twitter, @ut_engelke, aunque desactualizada.

La iglesia estableció también un número oficial para llamar al ángel, así que la figura cuenta con dos líneas telefónicas. Al teléfono de la catedral de Calahorra nadie ha dado de alta ningún número, hasta el momento.

Púgiles en el monasterio de Santa María de Sandoval

El Monasterio de Santa María de Sandoval, en Villaverde (León), también cuenta con un «falso histórico». En uno de los canecillos que decoran el exterior de uno de los ábsides de la iglesia monástica, que solo puede contemplarse entrando al segundo claustro por el interior, se pueden ver unos curiosos pugilistas.

El peculiar combate de boxeo «fue tallado por el gran cantero leonés Seoane en 1982, con motivo de la restauración de los ábsides», apuntan a ABC el gran conocedor de las 'marcas de cantero' de los artistas medievales Juan Luis Puente López y Artemio Manuel Martínez Tejera, experto en el monasterio de Santa María de Sandoval.

¿Ideó Seoane la escena de los púgiles o se inspiró en algún resto, en algún fragmento que vio por allí?

De traje y corbata en una casa del s. XII

Dos figuras llaman la atención en la Casa del Arcediano o Casa de l'Ardiaca, residencia de la jerarquía eclesiástica de los arcedianos desde el siglo XII. Ella lleva un collar de perlas y abanico, él, traje (o levita) y corbata. La pareja de finales del s.XIX-principios siglo XX fue incluida durante una restauración.

El Colegio de Abogados se estableció en el recinto en 1895 y encargó al arquitecto Lluís Domènech i Montaner su remodelación.

Suyo es el buzón con la alegoría de la justicia que hoy es una de las señas de identidad del palacio. De estilo modernista, está decorado por tres golondrinas en símbolo de la libertad de la justicia y una tortuga, que representa la lentitud de la burocracia.

La Casa del Arcediano es hoy sede del Archivo Histórico de la Ciudad de Barcelona.