«Battlefield 4», pura tensión bélica
Fotograma de una partida del juego - ea

«Battlefield 4», pura tensión bélica

Está disponible para PlayStation 3, Xbox 360 y PC

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La música de Bonnie Tyler inicia una de las batallas mas sobresalientes de las ultimas campañas. Una pantalla en negro aterrador abre inesperadamente los acordes de «Total eclipse of the heart», esa melodía que toca la fibra y que sirve para ir preparando al espectador para la contienda. Aunque el género de los «shooters» puede haberse estancado al convertirse en algo reiterativo, «Battlefield 4» ofrece una historia bien perfilada que trata de evitar el desorden narrativo. Va al grano. La dinámica del juego, claro, es familiar, por supuesto, quizá más de lo mismo. Es lo que es y punto, pero sí se han venido mejorado los detalles gráficos buscando el realismo, aunque tal vez sin alcanzar el nivel de otra franquicia que ha salido tambien recientemente, «Call of duty».

Lo cierto es que este nuevo título mantiene la intensidad durante toda la confrontación, disparando aptitudes para mantenerte pegado al controlador. Esa tensión bélica constante decae en alguna ocasión, pero por lo general busca llevar al jugador a un permanrnte climax donde fuego, humo y el atronador sonido de las balas no cejan en el empeño de trasladar con el mayor realismo pero también con la mayor diversión posible la guerra.

La trama, convincente y creíble, sitúa al personsaje en un conficto en Oriente. Por supuesto, es EEUU quien lidera el escuadrón de los elegidos para la gloria.

En este caso, Daniel Recker, líder de la patrulla, queda atrapados junto a sus companeros Irish y Pac en el fondo del mar de Bakú. Unos 13 minutos antes, perseguidos por las fuerzas especiales rusas, los soldados se ven obligados a participar en varios ataques con el objetivo de llegar al punto de extracción situado en la parte superior de un edificio en construcción, derrumbado por la embestida de un helicóptero de combate. En la huida, el vehículo en el que escapan cae al mar. Estos primeros compases son el primer anticipo de una lucha sin cuartel y de una tensión que se desenvuelve a diferente ritmo durante todos los episodios.

Disponible para PlayStation 3 y Xbox 360y PC, la compañía desarrolladora Dice ha desplegado todo su arsenal para el desarrollo de este título. Aunque al comienzo aparecen varios flashbacks, esta no es la técnica trabajada, ya que mantiene una historia lineal que permite centrarse en el devenir de los acontecimientos, un aspecto a tener en cuenta. Hubiese sido una apuesta arriesgada jugar a otra cosa.

Pese a tratarse de un juego de disparos, hay momentos en los que se tiene oportunidad de pilotar diferentes tipos de vehículos como coches, tanques o aeronaves, una situación que añade un divertimento más al asunto de derrotar al enemigo. Resulta veces un tanto repetitivo cuando aprendes la situación de los rivales por el hecho de caer en en modelos muy cuadrados donde los parámetros de los enemigos se calcan. La forma disparar por parte de estos no es totalmente natural e inteligente, lo que puede facilitar las cosas al jugador. ¿Falta más acción kamikaze? Se echa de menos una mayor libertad. Uno de los aspectos más novedosos es la forma de avanzar en el modo historia donde se puede seleccionar un ataque directo por parte de nuestro equipo.

Momento especial para las diferentes visiones que nos muestran cuando somos golpeados por la climatología o elementos como el agua o el polvo, que nos hacen perder la noción durante unos instantes, escasos pero suficientes como para notar la sangre cerca. Para un juego aparentemente sobre disparos en el que se dibujan tanques, aviones y explosiones, hay una sorprendente cantidad de profundidad a las batallas reales de «Battlefield 4».

En conclusión, no hay nada que revolucione totalmente la franquicia pero sí destacar lo interesante de ver cómo avanza la historia sin el esfuerzo de pegar tiros además de disfrutar por unos territorios extensos y complejos, que a veces uno no acierta a hallar la forma de seguir adelante. La cuestión no es solo de quemar munición y comprobar quién tiene mayor destreza con una de esas 90 armas sino también plasmar un orden estratégico y coherente para llegar a buen puerto.

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