Xbox One, ¿el centro neurálgico del hogar?

En las últimas décadas el salón de las viviendas ha girado en torno al televisor, de donde parían animados seres y donde aparecían, como de la nada, miles de historias para no dormir. Las consolas tenían su hueco, dormían sigilosamente en una esquina o debajo de la «caja tonta» para ser despertadas de un momento a otro.

Una nueva visión de futuro pretende incorporar Microsoft con su nueva Xbox One, un aparato que está destinado a ser el «sistema de entretenimiento en el hogar definitivo», según explica la compañía de Redmond. El «todo en uno». Y, ojo, «de-fi-ni-ti-vo». ¿Triunfará? ¿Qué ventas conseguirá? ¿O, realmente, las consolas tradicionales están muertas?

Las consolas tradicionales han tenido que evolucionar para adaptarse a los nuevos tiempos hiperconectados por lo que un aparato solo destinado al consumo de videojuegos ha quedado casi obsoleto.

Los consumidores, cada vez más, quieren unir televisión, audio, internet y ocio en un mismo lugar, ajeno a las marañas de cables cubiertos de polvo debajo de las estanterías. El precio de venta de la máquina se desconoce aún, pero los rumores apuntan a que estará en torno a los 400 o 500 euros.

Teniendo en cuenta esa premisa, una «smart TV» que permite navegar libremente por internet a través de conexión WI-FI y utilizarlo como un ordenador, tiene un precio mínimo de 400 euros para un modelo, el de Samsung, de 32 pulgadas. Pero no permite el consumo de juegos a la manera en que lo entendemos. ¿Podría convertirse en el centro neurálgico?

«Xbox One está diseñada para proporcionar una generación totalmente nueva de juegos de éxito, televisión y entretenimiento en un dispositivo potente, todo en uno e integrado», señalaba Don Mattrick, presidente de la División Interactive Entertainment Business de Microsoft. «Nuestra moderna y exclusiva arquitectura trae la simplicidad al salón y, por primera vez, la capacidad de alternar al instante entre tus juegos y el entretenimiento».

Una consola para ver la televisión

Hacia ese terreno es donde van las «smart TV», que pretenden ser más que una pantalla al mundo y, hacia ese terreno, no va Nintendo con su Wii U, que está cosechando menos ventas de las previstas. La compañía finalmente no integró reproducción de DVD o Blu-ray en su nueva consola, debido a que ya hay muchos reproductores en los hogares que lo permiten y con eso se consigue ahorrar en licencias y rebajar el precio. Sin embargo, prescindiendo de esta función, la consola no consiguirá sustituir a otros dispositivos ni convertirse en un auténtico centro multimedia en el salón, como intentan PlayStation y Xbox.

La «más que una consola» rivalizará con la PlayStation 4 entiende al usuario. Solo con pronunciar «Xbox On» lanzará la pantalla de inicio, completamente personalizada por supuesto, que permitirá descubrir, por ejemplo, qué es lo más visto en televisión o consultar los últimos logros que los contactos. Se podrá cambiar, indistintamente, de un canal a la partida del juego, escuchar música, volver, y solo mediante comandos de voz. Incluso permitirá videollamadas mediante el servicio Skype y, por primera vez, mantener conferencias en grupo desde el televisión.

Para no perder terreno, la compañía ha firmado importantes acuerdos con proveedores de televisión por cable para ampliar la oferta audiovisual así como con desarrolladores de videojuegos como Electronic Arts. Y los hábitos continúan cambiando. Un reciente informe, realizado por el American Customer Satisfaction Index, demostraba que los consumidores ya no tienen tan mala valoración de la televisión por cable y por satélite, lo que puede estar empujando a este tipo de aparatados que se venden bajo la vitola de «todo en uno». Después de que el índice de satisfacción en este ámbito se estancase en los últimos 3 años ahora vuelve a subir un 3%. ¿Quedarán satisfechos los consumidores?