Resumen Tech 2020

Los mejores smartphones de 2020

Apple, Samsung y Huawei han vuelto a mostrar sus capacidades fotográficas en un año marcado por las redes 5G y el crecimiento de las firmas chinas en el mercado

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A pesar de las restricciones y bloqueos provocados por las medidas contra el coronavirus, la industria de la telefonía móvil inteligente ha podido repeler en mayor o menor medida el embiste de la incertidumbre. Se han registrado algunos retrasos pero, dentro de lo que cabe, ha sido un buen año para un sector que ha experimentado un notable aumento de las marcas chinas.

Esta temporada ha afianzado las triples cámaras en los dispositivos y una mayor variedad de la oferta, protagonizada por marcas como Apple que ha llegado a lanzar hasta cinco modelos distintos a lo largo del año. Samsung se ha mantenido fuerte a pesar de optar por un mayor conservadurismo. Y Huawei, en cambio, ha tenido que sufrir en sus propias carnes el poder de Estados Unidos, que metió a la firma china en una llista negra.

Por primera vez en su historia, Apple ha abierto el abanico de posibilidades con cinco modelos distintos de su dispositivo estrella. En abril apareció un terminal de bajo coste llamado iPhone SE, que ha atraído las miradas de los consumidores. Por culpa de los retrasos sufridos por culpa de las medidas de confinamiento que afectaron a sus proveedores en China, la multinacional estadounidense tuvo que retrasar la llegada de la nueva generación.

El resultado ha sido la llegada de cuatro terminales distintos en otoño que, aunque comparten algunos componentes, presentan notables diferencias en diseño y dimensiones. Uno de los más sorprendentes ha sido la versión «mini» del iPhone 12 , pero el modelo «normal», el iPhone 12, ofrece prestaciones tan altas que eclipsa al iPhone 12 Pro.

Este modelo en particular está llamado a ser uno de los principales superventas del año. Aunque no ha apostado por una triple cámara como sus «hermanos» mayores, la configuración escogida está a un gran nivel que permite sacarle partido a la mayoría de escenas. Pero, a pesar de ligeras diferencias, tiene un precio mucho más ajustado, de 909 euros. Y eso es importante tenerlo en cuenta. Dispone de dos sensores de 12 megapíxeles muy luminosas que son capaces de procesar imágenes en vídeo en 4K y Dolby Vision. Mejor lente y mayor apertura son sus aportaciones.

El modelo implementa una pantalla de tipo OLED de gran calidad que ofrece una buena experiencia de visión mediante sus 6.1 pulgadas. Es compacto y manejable. Lo que más llama la atención es su estética, que se ha modificado por primera vez en cinco años para abrir la puerta a un diseño más sobrio con bordes cuadrados al estilo de los antiguos iPhone 4. Tiene un notable rendimiento, que viene empujado por un chip de fabricación propia , el A14 Bionic. La potencia es, precisamente, una de sus ventajas junto con el salto a las redes 5G. En definitiva, un producto completo.

El gigante surcoreano ha conservado el podio de las ventas en un año difícil para el mercado de la telefonía. Un sector en el que han crecido marcas chinas. Pero Samsung se ha mantenido en sus trece y ha ofrecido sus buques insignia a un buen nivel de calidad. Eso sí, se ha mantenido en el podio de los móviles «mileuristas», pero como contrapartida se tiene un producto completo en todos los sentidos.

Estamos ante el posiblemente último modelo de la familia Note. Hay rumores de que el próximo año se dejará de comercializar este tipo de dispositivo que destaca, especialmente, por el lápiz óptico S Pen, un accesorio indispensable para dibujar y preparar proyectos . A nivel técnico, es una bala. Muy potente y de comportamiento fluido. Muy conservador en su estética, sin embargo, a pesar de la mejora en sus cámaras.

Es un buque insignia y se nota en todos los aspectos externos. Su pantalla, ligeramente más grande que el modelo anterior, tiene unas medidas monstruosas, 6.9 pulgadas. Es un mamotreto de cuidado que se escapa ligeramente de los bolsillos de los pantalones. No es para aquellos usuarios que gustan de móviles compactos y manejables. Esto es otra cosa y no oculta sus intenciones. Controlarlo con una sola mano es muy complicado. Su resolución es impecable. Ofrece 3.088 x 1.440 píxeles (WQHD+, en el argot informático), pero quizás es algo innecesario porque la resolución estándar (2.316 x 1.080 p) sobra y requetesobra. Es más que suficiente y, además, ahorra batería. El panel es marca de la casa: Dynamic Amoled x2 es su nombre.

Integra un set de fotografía muy completo. Es herencia recibida directamente de la familia «Galaxy S». Y, en realidad, tiene cuatro sensores: una cámara principal de 108, un telefoto de 12 megapíxeles, un ultra gran angular de 12 y un sensor para mejorar la profundidad. Una de sus bazas es la batería, de 4.500 mAh, que aguanta día y medio sin pestañear. Y de rendimiento va servido gracias a su «cerebro» Exynos 990 y 12 GB de memoria RAM. Un gran terminal en todos los sentidos.

Una gran alternativa y bastante accesible es el modelo más avanzado de OnePlus. La firma china ha recuperado su esencia con una fórmula equilibrada que permite tener en la mano un producto completo a un precio sensiblemente inferior que la competencia más directa, de solo 599 euros. El terminal cumple. Con unos bonitos acabados en cristal que recuerdan de hecho al Nord , el terminal resulta compacto y manejable a pesar de sus 6.55 pulgadas. Lo que más llama la atención es su poderoso panel sin curvas (y simétrico, todo sea dicho) de tipo Amoled que destaca por su sensacional fluidez. Esto es debido a la tasa de refresco de 120 Hz que da un extra de actualización.

La resolución, sin embargo, es algo mejorable. Ofrece espacio para Full HD, suficiente pero algo escaso en comparación con otros equipos. Para el tamaño del dispositivo el resultado es bueno. Incluye un sistema de brillo automático, a veces algo inestable. Tiene caballos para rodar bien en todos los terrenos. El chip Snapdragon 865 logra rascar un notable desempeño. Es fluido, rápido y solvente, según la experiencia durante estos primeros días y los distintos test de rendimiento. Es marca de la casa intentar darle una vuelta de tuerca a otras prestaciones como la memoria RAM, algo necesario para el «multitasking» por ejemplo, y que en esta edición alcanza los 12 GB en su versión más potente (6 GB para el modelo intermedio).

El equipo mantiene otros atributos como la cámara. Apenas se ha tocado esta fórmula. Cuatro lentes de 48, 16, 5 y 2 megapíxeles conjuntan un módulo trasero bastante discreto (en forma de ficha de dominó como Samsung) en comparación con otras propuestas de competidores. Da buenos resultados. El sensor principal, de 48 megapíxeles, permite capturar imágenes con gran información aunque tiende a potenciar los contrastes. Se equilibra con un sensor ultra gran angular de 16 megapíxeles con apertura focal de F2.2. Este objetivo es bastante versátil y juguetón. Se presta a las escenas más creativas en los viajes aunque tiene a deformar.

Viene compensado por una lente macro de 5 megapíxeles (apertura focal de F2.4) algo inestable en su enfoque con baja luminosidad. Más creativo es la existencia de una lente monocromática de 2 megapíxeles que se integra a los distintos modos de disparo en blanco y negro.

El gigante chino ha tenido este año que capear contra viento y marea. El veto estadounidense le ha impedido ofrecer las aplicaciones y servicios de Google, pero también se le ha situado en la lista negra de las marcas a evitar en el despliegue de las redes 5G. Y, aún así, se ha mantenido fuerte en el mercado móvil que llegó a superar por primera vez a Apple, uno de los pesos pesados de la industria.

Su modelo más avanzado era una bestia técnica con un importante salto a nivel fotográfico. Incluyó el procesador Kirin 990 5G, que soporta conectividad 5G de alta velocidad y WiFi 6 Plus, así como la pantalla Quad-Curve Overflow Display. Los móviles están equipados con el nuevo sistema de cámaras Ultra Vision Leica, disponible en configuraciones de tres, cuatro y cinco cámaras.

A nivel de diseño, tanto el frontal como la trasera son de cristal curvado. No tiene nada que ver con lo que vimos en el Mate 30 que perdía los botones laterales por la pantalla. En esta ocasión nos encontramos con los clásicos botones de encendido y volumen, y una curva que hay que observar detenidamente para apreciarla. Las pantallas curvas marcaron el mercado el año pasado, y son útiles para aumentar el tamaño de la superficie de la pantalla en el mismo espacio, pero llevadas a un extremo dejan de tener sentido.

La pantalla OLED que nos vamos a encontrar en el P40 Pro es de 6.58 pulgadas y 2.640 x 1.200 píxeles de resolución, es decir, 441 píxeles por pulgada y un refresco de pantalla de 90 Hz, un aspecto que ha ido tomando más importancia en el último año, donde la alta gama está apuntando ya a los 120 HZ. La pantalla del P40 Pro es correcta, tiene un buen balance de colores y un brillo perfecto, pero ha quedado un paso por detrás de su competencia en Android, tanto en resolución como en refresco. En cuanto a potencia, lleva instalado un procesador de Huawei Kirin 990 5G de 7 nanómetros, 8 GB de memoria RAM y 256 GB de disco duro.

Lo primero que llama la atención es su diseño que destila toques premium, con bordes fabricados en metal y una apuesta por el mate perlado. Continuista pero con un elemento distintivo en su cara trasera, un enorme módulo que alberga una triple cámara al estilo de los Galaxy S20 Ultra. El problema: sin funda puede bailar en una superficie plana. La configuración, de sobra conocida: un objetivo principal que alcanza los 108 megapíxeles lo suficiente luminoso (F1.69 de apertura focal) para recuperar bien las escenas con buena iluminación.

Le acompaña un gran angular de 13 MP (apertura focal de F2.4 y 123 grados de ángulo) que no deforma en exceso y una lente macro de 5 megapíxeles (F2.4) destinada a las capturas a corta distancia. Esta última tiene un comportamiento sólido a la hora de enfocar y es muy prometedora en comparación con versiones anteriores.

Donde sí muestra un enorme potencial es en su despliegue técnico, auspiciado por una combinación de velocidad y rendimiento. La apuesta de la marca china ha sido fiarse del chip Snapdragon 865 de Qualcomm, el más potente del mercado en la gama alta, y explotar todo su pequeño universo con 8 GB de memoria RAM. Su desempeño es fantástico. Es un «cerebro» que puede con todo. Rinde bien en las tareas comunes (navegar por internet, consultar redes sociales…) y le saca mucho partido a los juegos móviles; sobre todo, gracias a su pantalla, a la que se le puede dar una de cal y una de arena, en verdad.

La pantalla tiene claroscuros. Es grande, pero nada exagerada: 6,67 pulgadas. Un tipo de panel IPS que deja algo que desear, aunque se compensa con un gran brillo (útil cuando te da el sol de manera directa) y responde bien en distintos ángulos de visión. Pero tiene una resolución Full HD+ (2.400 x 1.080 p) y resulta algo mejorable a la hora reproducir contenidos multimedia. Pero por 500 euros se puede tener todo lo que se espera de un móvil.

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