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Una semana con el Xiaomi Mi A3: un móvil que presenta dudas
La continuación de la familia económica de la firma roza la decepción a pesar del cambio radical que ha fraguado y la razón es simple: tiene a la competencia demasiado cerca
Durmiendo con su enemigo. Esto es, básicamente, lo que le sucede al Mi A3, nuevo teléfono móvil inteligente de Xiaomi que, sin comerlo ni beberlo, deja pasar una gran oportunidad. La continuación de su gama más accesible llega precedida de un cambio radical en su estética pero, pese a las indudables aportaciones, tiene la competencia demasiado cerca; en concreto, en su propia casa.
La estrategia de la firma china se asemeja cada vez más a la de otras marcas como Samsung: inundar con sus propuestas todos los rangos de precios, todas las gamas, todas las categorías. Hasta ahora le había funcionado. Pero este terminal, sin embargo, puede resultar algo confuso. Llega incluso a presentar dudas porque agrieta en parte su legado de envidiable relación calidad-precio. De primeras se descuelga sobre una etiqueta que, lejos de ser atractiva , borra casi de un plumazo lo que hasta ahora tenía acostumbrado a sus seguidores.
No quiere decir que se trate de un móvil para guardar en el cajón, pero conociendo otras alternativas de la propia marca que está en su catálogo (hablamos del Mi 9T ), lo cierto es que es para pensárselo dos veces. Es cierto que hay bastantes euros entre ambos modelos, pero comparándolos técnicamente puede generar ciertas dudas. El Mi A3 es un móvil decente, que cubre el expediente de la marca pero que no sorprende.
El equipo dispone de una pantalla de 6.1 pulgadas que, dado su diseño con apenas bordes, se maneja bastante bien con una sola mano. Tampoco es excesivamente pesado; más bien al contrario, es muy ligero gracias a sus 174 gramos de peso. Pero no es un pura sangre: la calidad de visualización deja un tanto de qué desear. Ofrece una resolución de 1.560 x 720 píxeles , con lo que se echa en falta algo más de detalles y que, por si fuera poco, es un paso hacia atrás comparado con su predecesor. También destaca por su estética compuesta por un estilizado y minimalista «notch» en forma de gota de agua, que se ha convertido en una de las tendencias más boyantes en la industria.
Mirándolo con lupa, el motor escogido para esta generación puede vacilar en rendimiento. Decente pero sin hacer demasiados alardes técnicos. Se trata del microchip Snapdragon 665 que tiene un comportamiento decente pero sin aspavientos. Eso sí, le saca suficiente lustre dos factores: sus 4 GB de memoria RAM y que se trata de uno de los grandes exponentes de Android One, el sistema operativo alternativo que viene muy «limpio» de cosas. Se le saca bastante partido, aunque en ocasiones se han apreciado ciertas «congelaciones».
Un aspecto que destaca por encima de los demás es su apartado fotográfico. Tres lentes atraen las miradas y, aunque no se trata de una llamada a la innovación, tiene un desempeño lo suficientemente bueno. Viene distribuido por tres lentes con sensores de 48 megapíxeles, un super gran angular de 8 megapíxeles y un tercero en discordia de 2 megapíxeles que es el encargado de calibrar la profundidad cuando se dispara en modo retrato.
Está muy enfocado a un público juvenil, de ahí que su cámara frontal también es especialmente poderosa: tiene 32 megapíxeles. Los resultados son dispares. Recupera bastante bien nubes y escenarios pero cuando el usuario se encuentra en buenas condiciones de luz. El silueteado del modo retrato y la calidad en los “selfies” (aunque permite se encuentra un peldaño por debajo, a veces un tanto desenfocado y artificial. Ofrece, en cambio, una serie de variados atributos para retocar las imágenes.
Donde muestra un gran poderío es en su autonomía: viene impulsada por una portentosa batería de 4.030 mAh que, además, gana enteros con un sistema de carga rápida. También, siguiendo la estela de modelos anteriores, incorpora un lector de huellas dactilares en la propia pantalla, fácil de configurar pero con interrupciones: a veces no lo reconoce bien, sobre todo si le roza los rayos de sol de manera directa. Esta medida de seguridad se completa con un reconocimiento facial digno. Para los nostálgicos , tiene clavija para auriculares minijack de 3.5 milímetros y doble ranura para tarjetas SIM.
