Luces, sombras y algún riesgo de los nuevos estados de WhatsApp

Los nuevo estados de WhatsApp han venido para quedarse. O tal vez no, porque en los confines de internet y sus redes sociales todo puede pasar. Se experimenta con algo, y si no convence, a otra cosa mariposa. Esta característica que se ha puesto en marcha en la aplicación de mensajería instantánea inspirado por el éxito de Snapchat. Ofrece la posibilidad a los usuarios de compartir imágenes y videos que desaparecen pasadas las 24 horas de su publicación.

Que WhatsApp apueste ahora por la mensajería efímera no es casual. Primero fue Instagram. Luego, Facebook. Todas ellas unidas por un único nombre, Mark Zuckerberg, convertido en el rey del mundo social y de las aplicaciones móviles.

Pero la «app» la ha concebido de otra forma.

La plataforma ha sustituido los tradicionales estados, con los cuáles los usuarios dejaban caer algunos de sus pensamientos íntimos (¿quién no tiene un amigo que pone «feliz con mi hija»?), por un catálogo de videos y fotografías con fecha de caducidad. Todo ello ha contribuido, una vez más, a mejorar esta plataforma que desde hace casi ocho años desde que se lanzara de manera oficial ha estado continuamente en los primeros puestos de la lista de aplicaciones más descargadas.

El estado es público

Una oportunidad para contar otro tipo de contenidos pero que, sin embargo, no esta exento de ciertos riegos a nivel de tratamiento de la información y de seguridad informática. Los expertos apuntan que por defecto WhatsApp Status los cambios de estado son visibles para todos los contactos que hay en el teléfono, por lo que se puede compartir una información de ámbito privado con personas del trabajo, familiares o cualquier persona con la que no tenemos la confianza suficiente.

«Hay que tener en cuenta que no podemos contar ciertos detalles de nuestra vida privada a todos nuestros contactos, bien porque no nos interesa que lo sepan, bien porque, aunque los tengamos en nuestros contactos, no sabemos qué podrían hacer con esa información» considera Hervé Lambert, responsable de operaciones de Panda Security.

Posibles casos de acosadores

Desde el punto de vista del uso de esta opción por parte de los menores, los expertos temen que éstos «publiquen en su estado alguna foto o vídeo con imágenes comprometidas». «En los casos de que los menores suban algún contenido con actuaciones más íntimas, correrán el riesgo de sufrir burlas, acoso escolar e incluso de convertirse en acosadores. Asimismo, pueden hacer que esta información esté al alcance de pederastas y otros cibercriminales», sostiene.

Llegada de servicios piratas

Además de ello, los expertos en seguridad informática ponen énfasis en las posibles aplicaciones piratas que puedan surgir a raíz de la llegada de los nuevos estados a WhatsApp. En ocasiones -dicen- los ciberdelincuentes pueden desarrollar servicios propios con el fin de aprovecharse de las búsquedas que hacen los usuarios para obtener funcionalidades extra. «Hay que desconfiar de todas las aplicaciones que prometen llevar a cabo acciones que no permite la app original», añade.

Adiós a los estados de texto clásico

Un aspecto que no ha gustado demasiado a los usuarios de WhatsApp ha sido la desaparición de los tradicionales estados de perfil. Por tanto, ya no será posible añadir un estado de texto, lo que para muchos usuarios ha supuesto un malestar. Es más, hay quien se queja de la pérdida de originalidad del servicio y de abandono de toda esencia. Tampoco ayuda que la interfaz de usuario sea menos intuitiva a la que están acostumbrados.

Algunos trucos: silenciar y bloquear

WhatsApp Status viene acompañado, además, de varias opciones. Hay varios trucos a tener en cuenta como la posibilidad de silenciar un estado de un contacto determinado, o silenciar varios por las razones que sean; bloquear a ciertos contactos para que no vean tus actualizaciones, de forma que el usuario puede decidir quién podrá ver sus estados; así como conocer quiénes y a qué hora lo han visto.