¿Darías tu contraseña de tu mail para tener un trabajo? Una empresa finlandesa quiere que lo hagas

Una empresa finlandesa desarrolla una polémica herramienta basada en un algoritmo que analiza los mails de los candidatos a un empleo

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Esta funcionalidad es sólo para registrados

Amedida que se han generalizado las redes sociales entre la población, los departamentos de Recursos Humanos de las empresas han aprovechado las herramientas de análisis de datos que están su alcance para conocer desde la barrera a sus candidatos. Una estrategia aceptable y asumida. Un mensaje en tu perfil fuera de lugar puede invalidarte para un puesto de trabajo.

En una preocupante vuelta de tuerca en los procesos de selección, una empresa finlandesa se ha atrevido a dar el siguiente paso, bucear deliberadamente por el buzón de correo electrónico de los trabajadores que se postulan para un empleo. Digital Minds ha desarrollado una herramienta basada en algoritmos de inteligencia artificial que analiza los mensajes personales de cara a crear un perfil exhaustivo.

Es introducirse hasta la cocina de las comunicaciones personales, aunque la empresa defiende que lo hace bajo el consentimiento de la persona. Para ello solamente necesitan un dato personal, íntimo y que debería de ser intransferible, la contraseña . El objetivo es analizar la huella personal en el trabajo de cara a descartar a los posibles candidatos. La compañía asegura que su software se ajusta «perfectamente» al Reglamento General de Protección de Datos. Un marco legal de obligado cumplimiento en los países europeos desde hace más de un año.

El sistema, presentado como una «evaluación revolucionaria para el reclutamiento de personal», ha despertado las preocupaciones sobre la privacidad de los usuarios. El impacto es lógico : rastrear de manera más fácil y rápida al mejor candidato a un puesto de trabajo. Conocer sus intimidades, sus locuras, sus flaquezas. ¿Sus ideas políticas? Imagínense toda la información que se puede encontrar entre tus mails. Sería abrirse a uno de los mayores confesionarios digitales.

Aunque no se explican más detalles del funcionamiento de esta herramienta, lo cierto es que habría que preguntarle a más de uno, y su posible necesidad económica, si aceptaría o no regalarle tan alegremente su intimidad a un desconocido. «No lo veo conforme al reglamento porque es un tratamiento desproporcionado por parte de la empresa en base al fin que busca, y el consentimiento no será realmente libre porque estará bajo la presión del empleador», sostiene a este diario Sergio Carrasco , experto en derecho digital.

Lo que se busca con este software es obtener el consentimiento de la persona para tener su contraseña», pero el consentimiento, según la normativa vigente, «tiene que ser libre». «¿Realmente va a ser libre si nos lo exige para hacernos un perfilado?». «El miedo que me da es que, en un momento dado, puedan llegar acuerdos con las propias compañías que gestionan este tipo de correos estandarizados», explica Lorena Fernández , directora de identidad digital de la universidad de Deusto. «Si vas a una empresa y tienen una oferta de trabajo que te quieres postular y le dices que no le das la contraseña puede que piensen que tienes algo que ocultar».

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