Investigación

BrainNet: ¿la primera red social telepática?

Un curioso proyecto de la Universidad de Washington propone una interfaz computacional que conecta un cerebro directamente con otro en la distancia para «resolver tareas»: lo han probado con los bloques del Tetris

J.M.SÁNCHEZ

En el imaginario colectivo está empotrado una visión muy futurista de las comunicaciones; un cerebro conectado. Lo hemos visto presente en las novelas gráficas de la Patrulla X, en películas. Pero la posibilidad de que dos mentes estén vinculadas de manera telepática puede estar más cerca de lo que se creen, aunque todavía quedan muchos detalles para considerar con rotundidad que es una realidad.

Por «telepatía» se entiende en la transmisión de contenidos psíquicos con la mente entre individuos, aunque sin emplear elementos físicos. Una quimera que la los científicos han rechazado al considerar que el cerebro humano es incapaz de realizar una tarea similar. La idea para saltarse esas restricciones impuestas por naturaleza es por medio de una tecnología.

Bajo esa premisa, la universidad de Washington ha anunciado la creación de BrainNet, una especie de red social o plataforma que permite conectar los cerebros de dos o más sujetos . Se trata de la primera interfaz no invasiva para la realización de problemas y tareas. Una iniciativa para la que han necesitado una combinación de un electroencefalograma (EEG) - análisis para detectar anomalías relacionadas con la actividad eléctrica del cerebro- y la estimulación magnética transcraneal (TMS).

El estudio ( PDF, en inglés ), presentado en la revista «Technology Review del MIT», asegura que este desarrollo es capaz de transmitir información no invasiva directamente a un cerebro. Una especie de mediación telepática, aunque con fundamentos científicos. Esa interfaz, aseguran los investigadores, permite que hasta tres personas colaboren y resuelvan una determinada tarea utilizando una «comunicación directa» entre cerebros. Dos de los tres sujetos, sin embargo, actúan según las investigaciones de meros receptores. Para ello se requiere que las personas implicadas se coloquen un casco con electrodos.

Los expertos aseguran que la comunicación se establece gracias a la emisión de señales cerebrales decodificadas en tiempo real mediante la plataforma a partir de un análisis de datos electroencefalográficos. El resultado logra extraer una serie de decisiones. El proyecto se ha puesto en práctica con éxito para realizar una tarea básica como rotar un bloque en un juego parecido al clásico Tetris. Así, en base a las distintas frecuencias de parpadeo (15 Hz o 17 Hz) que se hacen a partir de cierta intensidad de luz la plataforma puede interpretar la posición del bloque

«Las decisiones de los remitentes se transmiten a través de internet al cerebro de un tercer sujeto, el "receptor", que no puede ver la pantalla del juego. Se envían al cerebro del receptor mediante la estimulación magnética de la corteza occipital», explican los neurocientíficos. Lo que consigue esta tecnología es que ese «receptor» integre la información recibida para tomar la decisión si girar el bloque o mantenerlo en la posición para completar la línea, según la mecánica del juego. Cinco grupos de tres sujetos utilizaron con éxito BrainNet durante el experimento para realizar esa tarea con una precisión de 81.3% de media. En opinión de los investigadores, si se lograra establecer un servidor en la computación en la «nube» que dispusiera esta interfaz de cerebro a cerebro se podría realizar en el futuro una «transmisión de información» que funcione a escala global a través de internet.

El desafío de conectar el cerebro a una máquina es otro sueño de diversas compañías tecnológicas. El empresario Elon Musk , ideólogo de Tesla o SpaceX, anunció el pasado año la creación de Neurolink , una compañía independiente que pretende desarrollar sistemas cognitivos para permitir que los cerebros humanos puedan conectarse, fusionar e interactuar con los ordenadores. Una idea que también se le ha pasado por la cabeza a Mark Zuckerberg , fundador de Facebook: quiere crear un aparato en forma de visor que, mediante una serie de sensores, traducirá los impulsos cerebrales en códigos comprensibles para un sistema informático.

El control de las ondas cerebrales es un desafío de la ciencia desde hace mucho tiempo. Existen ya algunos avances a través de diademas neuronales con los que se puede intervenir en una interfaz cerebro-computadora que se basan en una interpretación de las ondas cerebrales por parte de una máquina , anticipando un sistema para interactuar con el exterior a través del pensamiento. Investigadores de universidades como California y Duke también están desarrollando una tecnología de interfaz cerebro-computadora que permitiría caminar a las personas con paraplejia. Empresas como Emotiv Systems intentaron hace una casi una década utilizar métodos electroencefalográficos en videojuegos.

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