Telemedicina: ¿es posible mientras dure la pandemia de coronavirus?

El 65% de los consumidores están dispuestos a usar este tipo de consultas remotas para descongestionar hospitales, aunque sólo el 8% lo ha hecho hasta ahora

EFE

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Arantxa -nombre inventado- tiene dos hijos pequeños. No suelen ponerse enfermos, más allá de los típicos resfriados. En el colegio lo niños se lo «pegan» unos a otros. Es algo positivo porque su sistema inmunológico empieza a trabajar reforzando su organismo. Lo normal es que, cuando alguno de ellos tiene picos de fiebre y molestias, acuda a atención primaria. A su pediatra. La llama la «hierbas» porque tiene una regla: nada de antibióticos si no estrictamente necesario. Es una filosofía que choca contra la mentalidad de su madre, que en otra época se prescribía con asiduidad. La medicina cambia, evoluciona . También la manera de prestar atención. En estos momentos de incertidumbre, la vía telemática puede ser un aliado imponente para reducir nuevos contagios.

El coronavirus causante del Covid-19 ha desatado el miedo a un colapso sanitario. Ese es, sin duda, uno de los principales problemas de esta pandemia. Sin su debida atención, miles de enfermos pueden perecer. Las recomendaciones de no salir de los domicilios ha llevado a la extrema preocupación. Porque mientras dure la cuarentena seguirán produciéndose otras patologías que requieren de atención médica. Este escenario ha acelerado los planes para convertir a la telemedicina en un aliado. Se han llevado a cabo ensayos y existen servicios digitales que lo prestan desde hace tiempo, pero en general todavía es una quimera. La llegada de las redes 5G debería acelerar los planes para esta manera de unir tecnología con sanidad.

La tecnología de consumo lleva tiempo haciendo un hueco a este segmento. Desde la salud portátil como todo el ecosistema que entronca con el eHealth ha crecido exponencialmente en los últimos cinco años. Apple, por ejemplo, ha prestado una gran atención desde su reloj inteligente, el Apple Watch. Un dispositivo de muñeca que desde hace dos generaciones ha incluído un electrocardiograma entre su catálogo de funciones. Algo útil que, además, permite al usuario compartir datos bastante precisos de su estado de salud con su cardiólogo. Ha llegado a salvar vidas al poder detectar situaciones cardíacas irregulares.

Existen empresas y proyectos que han desarrollado potentes mecanismos de teleasistencia médica. Sin salir de casa una persona que presentes síntomas de cualquier enfermedad puede ser atendido fácilmente desde un dispositivo electrónico. Con ello, además, se evita tener que buscar en foros de dudosa credibilidad, reconocen sanitarios consultados por este diario, los posibles escenarios de una enfermedad. Es recomendable -insisten- en evitar leer por internet algunos supuestos diagnósticos. «Tendríamos todos cáncer leyendo estas cosas», reconoce un médico de atención de urgencia. Las compañías de telemedicina están viendo volúmenes de tráfico sin precedentes de pacientes que intentan utilizar sus servicios.

Dispuestos a consultas por internet

Pero es posible hacer consultas médicas fácilmente. WeDoctor es una «startup» asturiana que inició su actividad económica en 2005. Desde entonces, más de 2.000 personas se han registrados. Ahora, ha decidido ofrecer el servicio de manera gratuita mientras dure la pandemia de coronavirus en España. Desde una aplicación para teléfonos móviles inteligentes o tabletas, una persona puede recurrir a profesionales médicos rápidamente sin salir de casa. Según el informe de la consultora Oliver Wyman , «Covid-19: Telehealth is the New Front Door», el 65% de los consumidores están dispuestos a usar la telemedicina, aunque sólo el 8% lo ha hecho hasta ahora.

Los datos demuestran que los usuarios se están interesando en buscar servicios de este tipo. Por ejemplo, otra plataforma de consultas ha visto cómo se han incrementado las peticiones. Doctoralia se ha visto obligado a incluir en su apartado «Pregunta al Experto» todas sus inquietudes de los ciudadanos sobre el virus, incluyendo síntomas, factores de riesgo, o consejos de prevención. De hecho, para garantizar el buen funcionamiento y la utilidad de la sección, todas las preguntas y respuestas son revisadas y filtradas por un profesional médico. Hasta el momento, se han compartido más de 274.000 preguntas, proporcionado más de 427.000 respuestas, y han participado más de 10.000 especialistas españoles.

En el contexto actual, la telemedicina es la herramienta que puede actuar como refuerzo al sistema sanitario actual. «Ofrece a pacientes afectados ya confinados por el coronavirus un canal de comunicación sobre la que pueden resolver sus dudas, evitando así el colapso de centros y acceso a salas de espera, y por otro lado, permite a los especialistas sanitarios que se encuentran en estado de confinamiento o post virosis (cuando parece que se puede contagiar al menos dos semanas) el hecho de desarrollar sus funciones desde el hogar», apunta a este diario Frederic Llordachs , socio y confundador de Doctoralia.

A juicio de este experto, telemedicina puede marcar la diferencia en lo referente a la coordinación entre diferentes entidades, especialmente en lo que se refiere a la combinación del sector público y privado. La razón: «es una herramienta a través de la cual podrían trabajar juntos si consideramos la situación actual. No solo eso, sino que a este soporte se podrían añadir otros operadores, como los servicios sociales o los servicios de cuidados domiciliarios».

Grandes ventajas

Cada vez más profesionales de la salud (en España la cifra ronda el 60% y en países como Brasil, el 90%, según este estudio) ya están usando herramientas como WhatsApp para comunicarse con pacientes y con otros profesionales sobre temas de salud. Los investigadores de MedioQuo lo tienen claro: la telemedicina proporciona «niveles adecuados» de atención e «identifica a aquellos que necesitan tratamiento o apoyo adicional», ya que se calcula que el 75% de las visitas físicas son innecesarias. En el tratamiento con pacientes, su principal ventaja es la de asegurar la continuidad de los cuidados en el hogar; en una situación normal, el paciente que sale de la consulta del médico se «pierde», y no se vuelve a activar hasta que el profesional lo requiera.

En ese sentido, una gran parte de la población estaría dispuesta a utilizar servicios digitales para resolver sus dudas médicas rápidamente. Según el estudio «360 Wellbeing Survey 2019: Well and Beyond» realizado por la aseguradora de salud Cigna, para el 48% de los españoles el principal aliciente en la utilización de soluciones de telemedicina es poder realizar consultas médicas o ser diagnosticado por un profesional de la salud a través del móvil o el ordenador. En concreto, el grupo de edad de entre 35 y 44 años es el más proclive, con casi un 60% de adeptos a favor.

«Cuando se está de viaje, contar con la posibilidad de recibir atención o consejo médico desde cualquier lugar y en cualquier momento supone tener la seguridad de que, si se produce algún imprevisto de salud, vamos a contar con apoyo médico asegurado», destaca en un comunicado Marta López Tomás , responsable de salud electrónica de Cigna España. Y pone un ejemplo fácil de entender: «En verano somos más propensos a padecer o sufrir ciertas dolencias, como deshidrataciones, intoxicaciones alimentarias, cistitis, hongos, otitis, reacciones alérgicas o picaduras. Muchas de ellas podrían prevenirse y tratarse con mayor rapidez a través de videoconsulta».

Para hacer frente a la epidemia, el gobierno de Trump ha ampliado el acceso a la telemedicina en Medicare, el programa de seguro de salud del país, según anuncia «The Wall Street Journal» . Se trata de una medida que podría aliviar el hacinamiento en los hospitales. A partir de ahora los usuarios tendrán una mayor capacidad para buscar y solicitar tratamientos y atención a través de medios remotos en servicios de videoconferencias como FaceTime (Apple) o Skype (Microsoft).

El precedente chino

Contamos con el precedente de China, que optó por el desarrollo de herramientas digitales para evitar la avalancha de pacientes en la red de hospitales. Así, en el epicentro de la pandemia de coronavirus, se vio forzado en las primeras semanas de caos a abrazar una serie de herramientas digitales para intentar descongestionar los centros sanitarios. Servicios en los que se cargaban el historial médico para ser consultado fácilmente y ser analizado casi en tiempo real. Pruebas en remoto como el implantado durante días en el Hospital de Xuhui, en Shanghai. Todo para evitar salir de casa.

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