Así fue el accidente del coche autónomo de Google

Un vídeo de la cámara de seguridad del autobús muestra este incidente, el primero que admite la compañía tecnológica americana sobre uno de sus proyectos más innovadores

MADRID Actualizado: Guardar
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En virtud de los acontecimientos, el software se ha tenido que modificar. El sistema que hace posible la autoconducción de los coches autónomos de Google, en revisión constante, no es perfecto. De momento, y aunque los logros alcanzados en la industria son esperanzadores, quedan aún al menos un lustro para que las calles y carreteras se inunden de este tipo de vehículos cuya máxima es reducir a cero la siniestralidad.

Aunque ha registrado unos trece accidentes durante los primeros ensayos en los seis años que lleva en marcha el proyecto, no ha sido hasta ahora cuando el gigante de internet ha reconocido públicamente alguna responsabilidad. Sí han sufrido, en efecto, conatos de colisiones y algún incidente menor.

En esta ocasión, un coche autónomo, Lexus RX345h, chocó contra un autobús urbano el pasado 14 de febrero, el primero de toda su flota que ha tenido una avería y algún desperfecto, lo que de momento anima a pensar que está lejos de la perfección.

Un vídeo al que ha tenido acceso la agencia Associated Press recoge las imágenes procedentes de la cámara de seguridad del transporte urbano implicado en el accidente contra el Google Car, en donde no ser reportaron heridos. Se puede observar un golpe lateral de escasa magnitud y de daños mínimos. Según se aprecia en la secuencia, el coche autónomo frena cuando se encontraba en disposición de incorporarse al carril, abordándolo ligeramente lo que provocó que el autobús no le diera tiempo a reaccionar.

El vehículo autónomo, según portavoces de Google, fue capaz de «predecir» que la acción que un autobús que viajaba por la carretera debía ceder el paso para dejar que el coche continuara, aunque se produjo la situación inversa. El bus, que conducía a 23 kilómetros por ahora, siguió por su carril obligando al coche del gigante de internet a reducir la marcha a 5 kilómetros por hora.

Tras el suceso, el gigante de internet ya ha introducido diversas modificaciones en el software instalado en los modelos de prueba en aras de evitar futuros incidentes. «A partir de ahora, nuestros coches entienden más profundamente que los autobuses son menos propensos a ceder el paso que otros tipos de vehículos», señalaron fuentes de Google.

A finales del pasado año, y en medio de un agrio debate acerca de las posibilidades del proyecto, Google criticó la nueva regulación aprobada en California que obligaba a los vehículos autónomos a incorporar un volante y pedales cuando circula por la vía pública, además de requerir la presencia de un conductor con licencia de conducción.

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