Tim Cook, consejero delegado de Apple, durante la presentación del Apple Watch
Tim Cook, consejero delegado de Apple, durante la presentación del Apple Watch - reuters
análisis

Apple Watch en el punto de mira: ¿el inicio del crecimiento de los «wearables»?

El primer producto de la firma de Cupertino en cinco años es un dispositivo de muñeca que los analistas creen que dará un empujón a la recién creada tecnología vestible

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Se dijo que el iPad no tendría éxito. El mercado contradijo la opinión de los analistas. Antes, un teléfono con el logo de una manzana mordida revolucionó el mercado. Cinco años después, Apple lanza una nueva categoría de producto gracias al Apple Watch, su irrupción en el recién creado mercado de los «wearables» -vestibles, en español-.

«Siempre hemos querido ser los mejores, no los primeros». Con esta frase Tim Cook, actual consejero delegado de Apple, dejaba entrever hace unos meses que sus productos plantean una vuelta de tuerca a la tecnología existente. Sí, un reloj inteligente de esta marca tiene visos de llegar a un público, acostumbrado a adquirir todos sus productos a cualquier precio. Sí, la idea de crear varias versiones puede ser acertada para llegar a todos los públicos.

Pero las dudas se ciernen en varios aspectos. Por un lado, la batería. Su autonomía deja que desear, al igual que la mayoría de estos relojes inteligentes. Ninguno consigue superar una jornada completa sin la necesidad de enchufarse a la red eléctrica. Hay excepciones, como Pebble, pero el concepto difiere bastante de la idea de «smartwatch» actual (pantalla como un móvil, recepción de notificaciones, navegación, pulsómetro y otros sensores...).

Este Apple Watch, ¿tendrá la misma repercusión que por ejemplo el iPhone? Aún es pronto, sí, pero las miradas están puestas hacia el conglomerado californiano que, dado el éxito de Cook al frente -ha conseguido romper datos de ingresos y beneficios, quién lo diría entonces- deberá demostrar si es capaz de conquistar ahora la muñeca.

Los analistas y firmas de análisis coinciden en señalar desde hace varios meses que los relojes inteligentes, aún en una fase muy incipiente, marcarán un punto de inflexión este año. En la búsqueda hacia el nuevo centro de la vida digital ya comienzan a aparecer en ferias de tecnología relojes capaces de manejar vehículos, dispositivos de muñeca que controlan el futuro hogar inteligente o pulseras que registran todo tipo de información de su propietario. Pero si hay un aspecto que podrá convertir al reloj en un objeto que abandere la comodidad y rapidez será el bolsillo.

Los pagos móviles intentan llegar al ciudadano de a pie. Sin un estandar definido y una infraesctructura a medio hacer, realizar transferencias con un dispositivo a través de tecnología NFC por ejemplo es, a día de hoy, un deseo a explorar. Y Apple quiere luchar contra viento y marea, por lo que el Apple Watch puede convertirse en una pieza capital para hacer frente a esa demanda de digitalización de las tarjetas de plástico y cualquier documento de identidad. ¿Lo conseguirá? Para intentarlo el dispositivo debutará con una serie de características interesantes, pero se vislumbra aún como un producto para amantes de Apple, para seguidores de la marca y para ansiosos de la tecnología.

Es un debate interesante el especular acerca de si Apple o cualquier otro fabricante será capaz de sacar provecho a un nuevo mercado para los relojes. Los primeros relojes basados en el software Android Wear, disponibles el año pasado, no han tenido la acogida esperada. Empresas como Samsung o LG no han alcanzado el éxito que sí han conseguido en otros terrenos, como la movilidad. Pero, frente a ellos, surgen nuevas propuestas como Huawei, Qualcomm y se espera que otras compañías, entre ellas Xiaomi, se lancen de lleno a estas frías aguas.

Mientras tanto, marcas de relojes tradicionales como Swatch también han empezado a sentir el pálpito del futuro al crear diseños de reloj que incluyen características «inteligentes» como la monitorización de la actividad física. Es muy arriesgado meterse en barrena sin el equipo adecuado.

Se estima que el pasado años se enviaron a las tiendas unos 4,6 millones de «smartwatches», según la firma de investigación Strategy Analytics. Los analistas más optimistas creen que Apple desequilibrará la balanza: será capaz de vender más de diez millones de Apple Watch en su primer año. En comparación, la firma norteamericana llegó a colocar cerca de 15 millones de iPad en 2010, tras su lanzamiento.

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